Prohíben
la pesca y el buceo deportivos en Guanabo
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, marzo (www.cubanet.org) - Pesca y buceo deportivos, una vez más,
han sido prohibidos. Pulseo entre residentes y policía que tiene vieja
data y daña a Guanabo y al resto de las playas colindantes.
El jefe de la Policía Especializada -según una de las personas
perjudicadas- ordenó que pobladores y ciudadanía en general no
pueden recrearse practicando esas modalidades deportivas, lo que ha ocasionado
serios disgustos y sostenidas críticas contra la medida, a la que
califican de absurda.
Limia, oficial de la Especializada, alega para justificar la orden que están
produciendo daños ecológicos, a lo que la gente responde que no
puede haber más daños que los ocasionados por el gobierno, pues en
las orillas costeras sólo queda arena fina.
La otra excusa es que los buzos se están apropiando del patrimonio
nacional, con lo que se refiere a la búsqueda de monedas y prendas
extraviadas por bañistas, consideradas irrecuperables, que estos buzos
recuperan con su tesón y obtienen así un pequeño suplemento
económico frente a la carestía de la vida.
El joven Amaury Fernández Cabrera, residente de Guanabo, quien desde
muy pequeño se crió al lado y en el mar, explica: "Los
objetos perdidos los hallamos en invierno, cuando es más intensa la búsqueda,
porque el movimiento natural del mar retira gran cantidad de arena que devuelve
al acercarse los meses de verano. El reflujo marino descubre monedas, restos de
cadenas de oro o plata, anillos, sortijas, relojes, aretes. Nada de esto
constituye un bien museable. Por lo general no transcurren ni veinte años
desde el extravío. Además, esta práctica deportiva existe
desde no sé qué tiempos antes que Fidel Castro gobernara. Si dice
el oficial que estamos dañando el entorno, miente deliberadamente.
Entonces nada conoce de historia y cultura".
Fernández Cabrera añade: "Buceamos a la orilla, a pecho
descubierto, con medios rústicos, en invierno, y como somos gente pobre
por lo regular, ni pensar en traje térmico de buceo, que además no
lo venden en ninguna tienda, y tenemos que pasar mucho frío. La esperanza
es encontrar alguna moneda o prenda extraviada para vivir".
Eduardo sobrepasa los sesenta y cinco años. Siempre ha vivido al lado
del mar. El cuenta: "Es una forma de practicar un deporte muy sano.
Incluso, estando dentro del agua he podido salvar a algunas personas, hasta niños,
a punto de ahogarse. Yo no tengo necesidad económica, pero siempre es
apasionante buscar y encontrar algo perdido entre las arenas".
Amaury Fernández Cabrera vuelve a la carga: "Me sacan del agua
sin importarles que poseo una autorización del Estado, pagada además,
para practicar la pesca deportiva marina. Si por casualidad algún turista
extranjero, a los que sí les está permitido practicar deportes náuticos,
y a quienes alquilan los equipos necesarios para la pesca y buceo, se acerca a
alguno de nosotros para compartir experiencias o sencillamente conversar, nos
sacan del agua, nos arrestan y nos multan, si es que los policías no nos
acusan del delito de 'acoso al turista'. El colmo es que caretas y snokel sí
los venden en las tiendas dolarizadas, pero la policía prohíbe
usarlos. Discriminan a los cubanos. ¿Acaso piensan que todos son
delincuentes? Mejor sería que por fin declaren de una vez por todas que
las playas están privatizadas para los extranjeros".
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