"Expediente
bonito"
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Miguel Sánchez Valiente es de
origen campesino y tiene más de 60 años de edad. Perteneció
al Movimiento 26 de Julio y formó parte de las guerrillas que lucharon
para derrocar al gobierno del presidente Fulgencio Batista.
Fue militar durante muchos años y alcanzó el grado de teniente
coronel. Es graduado de ingeniería eléctrica. También fue
uno de los fundadores del Partido Comunista en la nueva etapa que comenzó
en 1959. Y además fue profesor durante bastante tiempo en el Instituto Técnico
Militar de La Habana.
Pero Miguel también se incorporó en 1990 a la oposición
pacífica al régimen de Fidel Castro. El fundó una
organización que desarrolló lo que denomino "La campaña
del No" que, entre otras cosas, consistía en decir "no" a
la permanencia de Castro en el poder.
Miguel se denomina a sí mismo "cubano libre de la isla".
En 1992 fue detenido, acusado de un presunto delito de espionaje y condenado
a diez años de cárcel. Salió de la prisión luego de
extinguir casi nueve años de la condena. La semana próxima saldrá
al destierro junto con parte de su familia.
En 1995, cuando me encontraba detenido en el Departamento Técnico de
Investigaciones ubicado en 100 y Aldabó, en la capital cubana, uno de los
instructores de la Seguridad del Estado que me interrogaba, nombrado Francisco
Estrada, refiriéndose a que en el registro efectuado en mi domicilio
encontraron una tarjeta que Miguel me había enviado, el oficial me dijo
que Miguel era un hombre que "tuvo un expediente muy bonito hasta que dejó
de apoyar a la revolución".
Meditando sobre esto, tras visitar a Miguel en su casa hace un par de días
para decirle hasta luego, ya que nunca digo adiós a mis amigos, llegué
a la conclusión de que la inmensa mayoría de los que se encuentran
en el destierro tuvieron, en algún momento, "un expediente bonito".
Hasta Mario Chanes de Armas -Miguel se parece un poco a él en el carácter-
el hombre que llegó a convertirse en el preso político más
viejo del mundo: treinta años en prisión, también tuvo un "expediente
bonito".
Pero es que han sido tantos y tantos los que tuvieron ese tipo de
expediente, los que trataron de sacar algo puro de los impuros, que es fácil
llegar a la conclusión de que los que se apartaron del camino "bonito"
son otros.
Miguel Sánchez Valiente dice que lo acusaron de espiar para Estados
Unidos sin siquiera haber visto nunca a un estadounidense.
"Fue tremendo -afirma Miguel- ver al fiscal mintiendo durante el
juicio, asegurando sin ningún tipo de prueba que yo era un espía".
Estoy seguro de la todavía mal llamada revolución, por el afán
enfermizo de su jefe de mantenerse en el poder a cualquier precio, como Sarturno
no sólo ha devorado a sus hijos sino que también le ha roído
las entrañas al país.
Es por eso que durante décadas ha habido que decirle hasta luego a
demasiadas personas. En mi caso, incluyendo a mi hija amada, han sido tantas que
he perdido la cuenta. La gente, harta de tormentos, huye sin parar.
Miguel Sánchez Valiente, ya con una edad en que el ser humano debe
haber creado en su entorno las cosas necesarias para comenzar a ajustarse a la
vejez, tiene que comenzar a encauzar sus días en un país que no es
el suyo, dejando atrás parte de su familia como han hecho tantos
compatriotas. Y aunque la cárcel lo llevó a hacerse de otro "expediente
bonito", ahora tiene que comenzar a agregarle páginas a ese récord
permanente que es la vida.
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