Decomisan
productos agrícolas en la autopista nacional de Cuba
Fara Armenteros, UPECI
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Torriente es un pueblecito ubicado en
el municipio Jagüey Grande en la provincia cubana Matanzas, muy cercano a
la Ciénaga de Zapata. Allí reside Teresa, Cecilio y sus tres
hijos. El es nacido en Torriente, la esposa y los niños en la capital del
país.
Cuando los hijos de esta pareja eran niños vivían con la madre
en La Habana, mientras Cecilio trabajaba y residía en su pueblo natal. El
hombre iba a la capital cada dos o tres meses y le llevaba a su familia viandas,
frijoles, frutas y miel de abejas, entre otros productos agrícolas.
Por su parte, Teresa compartía los alimentos que le llevaba su esposo
con familiares y vecinos.
Un día la maestra de primer grado Magdalena visitó a Teresa y
le dijo a ésta: "Mira lo que me dio Wilmer (el más pequeño
de los tres hijos de la pareja)", al tiempo que sostenía un hermoso
mango entre las manos.
"Sí, ¿tienes miedo comerlo?", le contestó
jocosamente a la educadora.
"No, Teresa, es que como él me lo regaló no sé si
tú tienes conocimiento de ello" -explicó Magdalena.
"Mira, no te preocupes Magdalena, desde anoche Wilmer separó ese
mango para tí -apuntó la madre del niño- mira a ver qué
haces con él".
"¿Con el mango o con el niño, que es uno de los que me
tiene el aula revuelta?" -inquirió la maestra.
"Con los dos. De todos modos muchas gracias por la preocupación"
-añadió teresa.
Tanto Teresa como su esposo siempre actuaban de esta manera para aliviar
alguna necesidad. Lo hacían alegre y sinceramente.
Con el tiempo y gran esfuerzo Cecilio pudo fabricar una casa pequeñita
y comenzaron a vivir juntos en Torriente.
Por suerte, este compatriota se libró del peligro de seguir con sus
viajes a La Habana.
Recientemente 17 personas fueron detenidas por la policía en el tramo
de la autopista nacional que conduce a Torriente, según Luis Amaya
Fleites, un residente de la zona. La mayoría de los detenidos eran
mujeres. Llevaban jabas con productos agrícolas. Les decomisaron los
alimentos y les impusieron multas a todos.
"La gente considera arbitrario este procedimiento porque todo el que
carga viandas, frutas, hortalizas y otros productos hacia La Habana no siempre
es para lucrar, y generalmente los que comercian con ellos lo hacen para ganarse
el sustento de cada día" -dijo Amaya Fleites.
Hace poco llevaban arrestadas a varias personas que comercian con productos
agrícolas en un carro patrullero que se volcó por ir a exceso de
velocidad. "La policía no sólo pone en riesgo la vida de sus
integrantes, sino también la de los detenidos" -precisó la
fuente.
Mientras Amaya Fleites me narraba estos hechos pensé en Cecilio,
teresa y sus hijos. Menos mal -pensé- que Cecilio ya no tiene que
llevarle alimentos a sus hijos en la capital, ¿quién sabe qué
le hubiera sucedido a este buen padre?
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