CUBANET .INDEPENDIENTE

18 de febrero, 2002


Una nueva etapa

José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad

LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Si mal no recuerdo fue en agosto de 1998, luego del juicio contra el opositor Reinaldo Alfaro en el Tribunal Popular Provincial de La Habana, que se efectuó la primera manifestación pública de la oposición desde que el 24 de febrero del 1996 fue frustrado el Concilio Cubano.

En esa ocasión decenas de opositores dieron gritos de ¡Libertad! mientras recorrían la calle Zulueta, donde el tráfico de vehículos y peatones se paralizó por treinta minutos. El hecho sorprendió a las fuerzas represivas de Fidel Castro, que no arrestó a nadie aunque posteriormente algunos de los manifestantes recibieron citaciones y fueron interrogados por la policía política.

Tres meses después, en noviembre, en el mismo tribunal iba a ser enjuiciado el periodista Mario Julio Viera, pero la policía política (que ahora sí se había preparado para evitar manifestaciones públicas) se salió del libreto, comenzó a provocar a los opositores que se presentaron en el sitio en solidaridad con Viera y los agredieron.

Esta vez, por primera vez en muchos años, numerosos habaneros pudieron ver cómo agentes de la Policía Nacional y de la Seguridad del Estado, secundados por paramilitares de las Brigadas de Respuesta Rápida, golpeaban a los pacíficos manifestantes en plena vía pública. El escándalo fue primera plana en medios de prensa internacionales.

Para evitar situaciones similares, el gobierno de Castro optó por evitar que los opositores y los periodistas independientes salieran de sus casas cada vez que hubiera la posibilidad de que ellos se presentaran masivamente en lugares públicos.

El procedimiento usado consiste en sitiar a opositores y periodistas en sus casas desde horas de la madrugada, apostar oficiales de la policía política en la puerta de las viviendas de los sitiados y arrestar a los disidentes si tratan de abandonar sus viviendas.

A mí, por ejemplo, durante 1999 se me prohibió salir ocho veces de mi casa en dos días cuando el juicio contra Oscar Elías Biscet. Por último traté de salir de mi hogar y fui arrestado hasta que concluyó el juicio. Esto es una violación de las propias leyes impuestas por el régimen, ya que según ellas los tribunales son los únicos facultados para imponer la medida de reclusión domiciliaria.

Poco tiempo después el gobierno -y digo así porque la policía política cumple órdenes del gobierno- parece que se percató que este procedimiento lo dejaba muy mal parado políticamente y hasta el momento no lo ha vuelto a aplicar. Decidió apostar fuerzas represivas en torno al lugar que fuera, medida que no impidió que el 4 de diciembre de 2000 miembros de la oposición realizaran una marcha desde la iglesia de Santa Bárbara hasta la de San Leonardo, en la barriada capitalina Párraga. La prensa extranjera cubrió la noticia.

Desde ese momento, la policía política recomenzó a advertir (ya lo había hecho en otras ocasiones) que serían permitidas reuniones de opositores en sus casas pero no los actos en las calles.

Pero tampoco les resultó esta medida porque comenzaron a regularizarse las reuniones de decenas de opositores por cualquier motivo y la población comenzó a ver cómo el movimiento ganaba fuerza. Entonces los oficiales de la Seguridad del Estado dieron la contraorden: ya no se permitirían reuniones en ninguna parte.

Ahora tratan de impedir hasta que los opositores se encuentren en las iglesias para participar en las misas. Para ello despliegan tremendos operativos en derredor de los templos y le impiden la entrada de manera selectiva a algunos disidentes.

Tampoco le ha dado resultado a la Seguridad del Estado aplicar este método, porque los pocos opositores que logran entrar a las iglesias, cuando termina la misa, salen a la calle y dan vivas a los derechos humanos y piden a gritos la libertad de los presos políticos.

Uno de estos eventos tuvo lugar en la iglesia Los Pasionistas, ubicada en el municipio Diez de Octubre, después de la pastoral Carcelaria del 24 de enero del presente. Diez opositores resultaron arrestados y se dice que tres de ellos serán enjuiciados. Siete fueron multados.

Días después, el 11 de febrero, sucedió un hecho similar en la Iglesia del Sagrado Corazón, situada en la calle Reina, municipio Centro Habana. Cuarenta opositores salieron del templo dando gritos de "¡Libertad!", de "¡Vivan los derechos humanos!" y de "¡Libertad para los presos políticos!" De nuevo hubo arrestos, pero cientos de transeúntes presenciaron el acto de desobediencia civil.

No me corresponde juzgar si el precio de tales demostraciones es alto o si es o no es un buen método de lucha. Me limito a concluir que tanto el régimen castrista como la oposición saben que el mundo está en otra etapa y que Cuba no está fuera del mundo.


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887