Reina y
Galiano, 3 p.m., lunes 11 de febrero
Lucas Garve, CPI
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - La última ocasión en
que contemplé un congestionamiento de vehículos en el cruce de
Reina y Galiano fue el 8 de septiembre de 2001 cuando la Virgen de la Caridad
protagonizó la procesión en su honor.
El lunes 11 de febrero del presente desandaba hacia Galiano por la Calzada
de la Reina. Al acercarme a la esquina de Reina y Rayo me percaté de que
un buen número de personas ocupaban el centro del cruce de Reina y
Galiano, justo bajo el semáforo.
En el centro de la calzada cinco hombres agarrados de los brazos unos con
otros, sin moverse, discutían con agentes de la policía.
La respuesta que recibí de uno de los mirones cuando los interrogué
acerca del origen de la aglomeración de personas eliminó mi
ignorancia del asunto.
"Unos inspectores conminaron a un grupo de revendedores de mercancías
a desalojar el portal de Reina y Aguila. Luego se plantaron en la otra cuadra,
en el portal de Ultra (comercio dolarizado muy concurrido). Allí fue
cuando unos policías cargaron con varios revendedores en un carrito
blanco. Un inválido se negó a ir, pero los policías lo
montaron para llevárselo. En medio del forcejeo, los impedidos físicos
que estaban en la calle rodearon el carro impidiendo el desplazamiento del auto
y durante la arrancada una joven que los acompañaba resbaló. Una
de las ruedas del carro le pasó sobre una pierna. La gente agolpada en el
lugar se horrorizó. A raíz de esto, cinco impedidos se unieron por
los brazos en medio de la calle Reina y no se quisieron ir de ahí..."
En una esquina tan llena de transeúntes a esa hora, una aglomeración
se produjo en pocos minutos. Ahora los policías discutían con los
plantados en el centro de la calzada. Acudieron oficiales de la policía,
que al cabo de unos treinta minutos los disuadieron a abandonar la calle y
desplazarse hacia la acera. Los protagonistas de la acción: un albino, un
hombre de sesenta años, un joven moreno, otro mestizo con gafas oscuras,
uno de camiseta azul y un grupo de agentes y oficiales de la policía.
En tanto, en las aceras se producían los comentarios de los
espectadores:
"Esos impedidos ya han tenido problemas con la policía hace poco".
"Los policías los han sacado desde Monte hasta Reina y no se van".
"Esos pobres impedidos venden cosas de la shopping (tiendas
dolarizadas) para ganarse la vida".
"Esto es una protesta pública".
"Si la policía quiere los saca a golpes de bastón de la
calle y se acaba el problema".
"La muchacha se cayó, la rueda del carro le pasó sobre la
pierna".
Una morena sentenció: "Se acabó la telenovela, aquí
no pasará nada más". Ella esperaba otra cosa.
En realidad, no es la primera ocasión que la policía obliga a
grupos de revendedores a interrumpir su actividad. La reventa de artículos
comprados en rebaja en las shopping se ha convertido en una actividad en la que
se involucran muchos impedidos físicos. Generalmente son personas jóvenes
desocupadas, manipuladas por individuos que acaparan mercancías rebajadas
de precio u obtenidas por vías no tan legales. Estas personas ofertan las
mercancías en las proximidades de las tiendas de recaudación de
divisas.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|