Lo que no
se dice de la Feria Internacional del Libro 2002 en La Habana
Juan Carlos Linares, Cuba-Verdad
LA HABANA, febrero (www.cubanet.org) - Lo que no dicen los medios de prensa
nacionales de la Feria Internacional del Libro 2002 en La Habana, inaugurada el
7 de febrero del presente, es que se caracteriza por la censura, la
desorganización, la propaganda política en favor del régimen
de Fidel Castro y la presencia de la dolarización, en país que a
los trabajadores les pagan en pesos.
Los preparativos de la Feria de La Habana estuvieron a cargo de una comisión
gubernamental que censuró todo lo que discrepara con sus ideas,
contrariamente a como se organiza la de Miami, donde individuos afines al
castrismo venden libros editados por este régimen, afiches del Che,
recaudan fondos y reparten propaganda política en la plaza fuerte donde
los portavoces de Castro dicen que radica la mafia organizada (¡qué
mafia más condescendiente!).
La mayoría de las ventas de libros se han hecho en dólares y a
precios elevados. Una persona expresó al respecto: "José Martí
dijo 'ser cultos para ser libres' pero con estos precios hay que ser rico para
ser libre". Por ejemplo, el diccionario de sinónimos y antónimos
de la Editora Océano, de España, cuesta 30 dólares. Cifra
que al cambio vigente equivale a 780 pesos, casi el salario promedio de tres
meses. También se venden en dólares los comestibles y los
refrescos que se ofertan en la feria.
Otra queja es que la feria se desarrolla en la fortaleza de La Cabaña,
donde estuvieron encerrados por mucho tiempo numerosos presos políticos,
sitio de difícil acceso para personas mayores de edad o con impedimentos
físicos debido a los caminos de adoquines y escaleras muy inclinadas.
También limita el acceso a la feria la escasez medios de transporte
que pasan por ese lugar.
Como era de esperar, no se venden obras de autores desterrados ni de
aquellos que estando en Cuba han expresado su desacuerdo con el régimen
de La Habana.
La Feria Internacional del Libro 2002 pudiera parecer una actividad generosa
para aquellos que desconocen las manipulaciones del gobierno de Castro, cuyo
principal propósito en este tipo de eventos es diseminar sus ideas políticas
y aparentar que es un sistema democrático, donde sus gobernados gozan de
todos los derechos humanos.
Sin embargo, la realidad es que los cubanos no tienen espacio ni en esta
feria, porque sólo pueden comprar los libros que el Estado no considere
propaganda enemiga, y en dólares.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|