Represión
contra transportistas privados empeora el transporte público
HOLGUIN, 8 de febrero (Juan Carlos Garcell, APLO / www.cubanet.org) - Desde
que la Policía Nacional comenzó el 31 de enero a perseguir a los
propietarios de vehículos que trasladan pasajeros ha empeorado el
transporte público en los municipios Moa y Sagua de Tánamo.
Prácticamente se ha paralizado el transporte de pasajeros en ambas
localidades porque el mismo depende casi en su totalidad de los carros
particulares, sean éstos camiones o autos.
Los agentes de la Policía Nacional detienen a los vehículos
privados en las carreteras y multan a sus conductores. Como hay amenazas de que
incluso se les podría decomisar los carros, los dueños de éstos
se han cohibido de recoger pasajeros, empeorando así la crisis de medios
de transporte.
Un dato interesante es que los gobiernos locales de Moa y Sagua de Tánamo,
incapaces de garantizar este servicio, no le facilitan a los transportistas que
puedan comprar combustibles, lubricantes, neumáticos y otras partes y
piezas de automóviles a pesar de que ellos tienen licencia para realizar
operaciones de traslado de pasajeros.
"Los transportistas privados se ven obligados a comprar en el mercado
ilegal lo que necesitan para mantener en función sus carros, los policías
los reprimen, los funcionarios locales no solucionan ningún problema, y
mientras, la población se desespera en las carreteras para trasladarse
hacia sus empleos o cualquier otro sitio que necesite" -declaró un
residente de Moa.
Por otra parte, las terminales de ómnibus interprovinciales de Moa y
Sagua de Tánamo corroboran el empeoramiento de la crisis del transporte
porque en todas se confirmó el mismo escenario: niños, adultos de
todas las edades y de ambos sexos durmiendo en el piso de esas instalaciones
durante días en espera de un ómnibus que los lleve a su destino,
sin poderse asear y muchas veces sin dinero para comprar alimentos.
Esta situación es el medio idóneo para los especuladores que
revenden boletos a precios elevados, al parecer en contubernio con los
funcionarios de las terminales de ómnibus.
En estas terminales, pertenecientes al Ministerio del Transporte, también
se constató la existencia de numerosos ancianos, alcohólicos y
enfermos mentales que pernoctan en las mismas, ya que se encuentran totalmente
desamparados.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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