Botar basura
Ramón Díaz-Marzo
LA HABANA VIEJA, febrero - Esta mañana me he puesto a revisar varias
carpetas con cuartillas escritas en los últimos 15 años. Y es
increíble la cantidad de basura que he encontrado entre lo que yo pensaba
era literatura. Esto me permite saber la cantidad de fiemo que he tenido que
escribir para llegar a "Cartas a Leandro". Ha sido, es, y será,
una batalla contra el tiempo y contra mí mismo. Y es gracioso que por
estos días la respuesta que tienen algunas personas del barrio con las
que me encuentro y les comunico la noticia de que finalmente han publicado mi
primer libro sea tan automática:
- Yo también quizás me ponga a escribir un libro.
Válido. ¿Quién pone en duda que el más simple o
complicado de los mortales tenga algo que contar? Pero la ignorancia es la
ignorancia. Una cosa es tener vivencias importantes, y otra bien distinta que en
las palabras continúen siendo importantes. Parece que las gentes no saben
la cantidad de fiemo que hay que depositar sobre el abismo blanco de la hoja
antes de estar listo para que la vivencia importante siga siendo importante
después de escribirla.
Entre los materiales que hoy he roto y botado al cesto de la basura había
poemas, cuentos, intentos de novela; en fin, una buena cantidad de basura que me
asustó. Y aunque ahora tengo un libro publicado he llegado a pensar que
ni tan siquiera sea un libro logrado. ¡Si mis compatriotas del barrio
supieran! Este asunto de escribir es una tarea de gigante. Y no me explico cómo
he podido llegar hasta aquí, y menos que menos por qué el
entusiasmo de escribir continúa.
Leyendo esta mañana (rápidamente) textos que consideraba con
valor, me alegró este "despertar", este "darme cuenta"
de lo mucho que me falta. Me siento con nuevos bríos, y como siempre, que
últimamente tengo que reconocerlo, mi Laptop me ayuda evitándome
el polvo y el papeleo que es tan agotador cuando uno tiene que re-escribir,
tantas veces como sea necesario, el cabrón párrafo.
Deséenme suerte, amigos de Internet. Este lío de escribir es
entretenido, serio, pero peligroso si vives en Cuba, donde por una metáfora
puedes ir a la cárcel.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
Internet. CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza
la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como
fuente.
|