¿Cuál
hace más daño?
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, abril (www.cubanet.org) - Los hechos delictivos graves
aumentaron en un 8 por ciento en el primer trimestre del actual año en la
provincia de Pinar del Río, mientras que el hurto y sacrificio de ganado
mayor creció el pasado año en un 60 por ciento, según datos
oficiales.
Esta situación ha sacado a la luz pública las discrepancias
entre los involucrados, ya que la dirección política local achaca
la situación a fallas en el movimiento popular, que debe controlar y
vigilar a delincuentes que se apropian de lo ajeno.
Amplios sectores sociales se apartan cada vez más del enfrentamiento
al delito, ya que lo que más está perjudicando a la población
no son precisamente los robos, sino la avalancha de corrupción que
recorre la provincia, y que tiene su frente principal en el descontrol de los
recursos, violaciones de precios y escasa exigencia de los funcionarios
administrativos.
Desde hace meses la policía la emprendió contra los
fabricantes clandestinos de alimentos (procesadores de embutidos, dulces,
helados, etc.), los que rara vez utilizan materia primas hurtadas, ya que ello
complicaría su venta. Mientras que en el mercado negro se pueden adquirir
todo tipo de artículos, alimentos y combustibles que sólo pueden
proceder de los almacenes oficiales, y cuya salida requiere la autorización
de los administradores.
La situación delictiva es tan alarmante, que se efectuó un
pleno extraordinario del Partido Comunista para abordar el tema y poner a la
militancia en condiciones de enfrentar el delito.
"Existe una verdadera efervescencia delictiva" -manifestó a
la UPECI un militar en retiro, quien dijo, además, sentirse abochornado
por el caso de apropiación indebida en el que están involucrados
una docena de altos funcionarios de Pinar del Río y otras provincias, y
que incluye a jefes militares en activo.
La dirección política local ha prohibido terminantemente que
se califique este caso como de corrupción, lo que ha originado críticas
entre la población.
Ante la grave situación económica que vive el país,
acentuada por las malas condiciones de vivienda y alimentación, es
ofensivo para la población observar la conducta que asumen algunos
jerarcas oficiales, transformando de la noche a la mañana viviendas y vehículos
arruinados en confortables mansiones y modernos autos.
¿Quién controla esto? se preguntaba un trabajador, quien señaló
a renglón seguido: "De mi centro laboral echaron a dos empleados
porque hurtaron un poco de cemento; mientras que en las auditorías han
detectado elevados faltantes de combustibles, materiales de la construcción,
alimentos y vestuario, y no han sustituido a ningún funcionario". Y
concluyó: "Y eso que no todo lo que se desvía lo pueden
comprobar. ¿Cómo es posible vigilar a quienes tienen el control de
todo?"
Al indagar entre residentes del territorio vueltabajero, todos coincidieron
en que es necesario que se reduzcan los delitos, en particular cuando hay
violencia. La población se debate entre los casos de delitos violentos, y
entre los delitos cometidos por los señores de cuello y corbata.
Y es difícil saber qué es más dañino.
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