CUBANET .INDEPENDIENTE

8 de abril, 2002


A comer pasto

Lucas Garve, CPI

LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Los hábitos alimentarios del cubano han sufrido cambios en el transcurso de cuarenta años.

Dime qué comes y te diré quién eres, puede ser un refrán a aplicar como rasero de una tabla de nutrición con criterios sociológicos. La dieta tradicional de los cubanos poseía características determinadas por la presencia de carnes rojas y blancas como componentes proteínicos básicos. Acompañadas por una guarnición de arroz, frijoles, viandas y vegetales que las completaban.

Los platos de productos marinos, pescados y mariscos constituían la variante del plato cotidiano.

Las restricciones alimentarias en el consumo a partir de los años sesenta provocaron la desaparición en la mesa cubana de platos a base de productos de nuestras costas. El encarecimiento de los mismos y el traslado de la gestión de venta de esos productos al mercado negro intervinieron en el enrarecimiento y la desaparición de platos a base de pargos, chernas, serrucho y mariscos.

A fines de los sesenta, la introducción de platos a base de pastas fue una novedad. Las pizzas y los spaguetti -la comida rápida- sustituyeron a la mítica "completa", un solo plato con un bisté, arroz con frijoles, vianda frita o hervida y algo de verduras.

También la escasez de lácteos, de harina de trigo y otros productos, junto a la desaparición biológica de la generación de más edad, afectó el consumo de postres tradicionales.

Tampoco los cubanos mantuvieron un alto consumo de vegetales. En los finales de los sesenta, los setenta y los ochenta, años de la "socialización" de los hábitos alimentarios a consecuencia de la estatización de la producción agrícola, la producción de vegetales frescos desapareció del consumo. Tres generaciones de cubanos no desarrollaron hábitos de consumo de vegetales como acelga, zanahoria, remolacha, tomate, lechuga, col y otros.

El "pasto", se le llamó popularmente por asociación con la dieta básica del ganado. "Comer hierbas" fue otra forma de denominar al hábito de consumir vegetales. Estos productos agrícolas sólo reaparecieron con el establecimiento del mercado libre campesino. Las hortalizas en los mercados estatales eran una rareza. Sin embargo, la reaparición en los mercados de oferta y demanda estuvo acompañada del encarecimiento de los productos. Hoy mismo, un mazo de acelgas vale de 3 a 4 pesos, uno de zanahorias de 5 a 6 pesos, otro de remolachas 3 ó 4, las coles ruedan entre 4 ó 5 pesos, el tomate a 2 y 2.50 por libra, la lechuga a 5 pesos. Cebolla, ajo porro, ají pimiento, ajo cuestan entre 6 y 8 pesos el mazo de las primeras, de 3 a 4 pesos otro mazo del segundo, de un peso hasta 2.50 un pimiento o 3 pesos la libra. Actualmente, una cabeza de ajo se cotiza entre 1.50 y 3 pesos, según el tamaño.

Desde hace meses, una campaña propagandística impulsa al consumo de vegetales en mayor cantidad, a través de un llamado a variar los hábitos tradicionales.

Los restaurantes Pekín, sito en 23 entre 12 y 14, y El Carmelo de Calzada y D, ya ofertan menús vegetarianos exclusivamente. La oferta parece extenderse a otros puntos de la capital y a ciudades del interior del país.

La venta estatal de alimentos incluye hace mucho productos proteínicos de origen animal "texturizados". ¿Qué significa esto? Simplemente la adición de soya a la carne roja, como ejemplo más patente el picadillo de soya. Francamente impopular, el picadillo de soya sustituyó la distribución del elaborado con carne de res. Este último producto, junto a otros cárnicos pasaron a ser vendidos en dólares al surgir las shoppings.

Bistés, chorizos, butifarras, lacones, mortadellas, morcillas, hígado de res esperan en vitrinas por los compradores.

La propaganda oficial desconoce la existencia de la proteína animal. ¡Hasta las pizzas y las pastas quedaron para las paladares o los que puedan comprarlas con dólares en establecimientos especializados!

Comer picadillo de soya (cuando lo distribuyen) significa situarse en el grupo económico más bajo. Esto en buen cubano es estar "en la fuácata", pelao. Comer en cajita (caja de buffet en cartón, con cerdo, congrí y vianda) es cosa de "luchador" emergente. Consumir carne de res, pavo, pollo y mariscos es la corona que el "maceta" guarda en su vientre. Esa dieta cuesta cara. Entonces, nos ofrecen los vegetales. ¡A comer pasto ahora!


Esta información ha sido transmitida por teléfono, ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a Internet.
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.


[ TITULARES ] [ CENTRO ]

Noticias por e-mail

La Tienda - Libros , posters, camisetas, gorras

In Association with Amazon.com

Busque:


BUSQUEDA

Búsqueda avanzada


SECCIONES

NOTICIAS
Prensa Independiente
Prensa Internacional
Prensa Gubernamental

OTROS IDIOMAS
Inglés
Aemán
Francés

SOCIEDAD CIVIL
Introducción
Cooperativas Agrícolas
Movimiento Sindical
Bibliotecas
MCL
Fraternidad de Ciegos
Seguidores de Cristo
Estudios Sociales
Ayuno

DEL LECTOR
Cartas
Debate
Opinión

BUSQUEDAS
Archivos
Búsquedas
Documentos
Enlaces

CULTURA
Artes Plásticas
Fotos de Cuba
Anillas de Tabaco

CUBANET
Semanario
Quiénes Somos
Informe Anual
Correo Electrónico


CubaNet News, Inc.
145 Madeira Ave, Suite 207
Coral Gables, FL 33134
(305) 774-1887