Sin
reconstruir el puente de Ayala desde que se cayó en 1999
LA HABANA, 4 de abril (Ana Rosa Veitía, Grupo Decoro /
www.cubanet.org) - Los residentes del batey Ayala, ubicado en Güines,
provincia La Habana, están solicitando infructuosamente que reconstruyan
el puente que se derrumbó en 1999, y que desde esa fecha los tiene medio
incomunicados.
El primero de octubre del 99 el puente se fracturó debido al peso de
un camión que cargaba 12 toneladas de asfalto. El conductor del vehículo,
Miguel Díaz, de 70 años, resultó muerto. La carretera que
comunica a Ayala con Güines, distante a seis kilómetros, quedó
interrumpida.
Más de 200 familias permanecen desde esa época casi
incomunicados y se dificulta la entrada al Instituto de Ciencia Animal ubicado
en esa localidad, porque para llegar a Ayala ahora hay que recorrer diez kilómetros
más que antes.
"Este puente que no han reconstruido representa un considerable ahorro
de combustible, piezas de repuesto, principalmente neumáticos, para los
vehículos que tienen que operar en la zona" -dijo un residente de
Ayala.
De acuerdo a la fuente, fue a principios del año 2000 que comenzaron
algunas labores para reconstruir el puente, a raíz de la visita del
funcionario Hassán Pérez (presidente de la Federación de
Estudiantes Universitarios) a esta región de Güines. Pero la Empresa
Constructora de Obras de Ingeniería #8 (ECOI 8), que estaba a cargo de
los trabajos, aún no los ha terminado.
"Los dirigentes de la ECOI 8 alegan irregularidades en el suministro de
cemento, aceros y otros materiales indispensables para este tipo de obra"
-precisó la fuente consultada.
Varias veces los funcionarios locales han anunciado la terminación de
los trabajos de reconstrucción del puente. La última fecha dada
fue el 13 de marzo, pero en los primeros días de ese mes los trabajadores
de la ECOI 8 recogieron sus herramientas y se marcharon del lugar como han hecho
en otras ocasiones.
"Todo el tiempo nos han estado engañando los funcionarios. La
gente espera ansiosa que culminen los trabajos y se reabra la carretera",
concluyó Miriam Gálvez, quien vive en Ayala.
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