La única
Adrián Leyva Pérez, Grupo Decoro
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Una vez más el servicio de la
ruta 67 es deficiente, al extremo que la mayoría de sus pasajeros
habituales le llaman "La única", aunque nada tiene que ver con
la artista cubana Rita Montaner, a la que también llamaban "La única"
por sus excelentes dones histriónicos. El mote de la ruta 67 se debe a
que cuenta con un solo carro para cubrir el recorrido del municipio Cerro hasta
el Paseo del Prado, en el de Centro Habana.
El recorrido de la 67 pasa por importantes hospitales de la capital, entre
los cuales se destacan el Calixto García, el Oncológico y el
Hermanos Ameijeiras. También recorre la Rampa del Vedado, la Terminal de
Omnibus Nacionales, la Universidad de La Habana, así como centros turísticos
y hoteles para extranjeros, en un recorrido que dura alrededor de una hora y
veinte minutos.
Hace algunos meses la ruta 67 fue reforzada con cuatro ómnibus
nuevos, marca Mercedes Benz, ensamblados en Cuba. Este refuerzo fue muy
esperanzador para los pasajeros de la ruta porque hace años que se había
reducido la cantidad de salidas diarias. Después que entraron los cuatro
carros nuevos la frecuencia de un vehículo a otro se puso en veinte
minutos, lo que aumentó el volumen de personas que se habituaron a la
ruta.
Ahora, el único medio de transporte que le queda a la ruta 67
ocasiona molestias a los asiduos de esa línea, sobre todo después
que la gente pudo conocer que los Mercedes Benz se hallan parados por culpa de
los burócratas.
Resulta ser que, después que a los cuatro vehículos le
repararon los frenos y otros sistemas, los carros están listos para
entrar en operaciones pero no han recibido la autorización técnica
de los funcionarios a cargo de emitirla. En espera del documento requerido, los
cuatro Mercedes Benz siguen parados.
El caso de la 67 no es una excepción, porque lo mismo ocurre en la
ruta 20, que cubre el recorrido Cerro-Centro Habana-Vedado-Miramar y viceversa.
Por su parte, los pasajeros consultados sobre este asunto coincidieron en
culpar del mal servicio a los funcionarios de la empresa de ómnibus
urbanos.
Desde 1990 comenzó a disminuir aceleradamente el servicio de
transporte público en la capital de Cuba. La mayoría del parque de
la empresa de ómnibus urbano estaba compuesta por carros Ikaros, de
fabricación húngara.
Antes del 90 se producían más de 28 mil salidas diarias de
carros que cubrían las más de cien rutas de la capital, incluso
hubo días de 30 mil. Sin embargo, nunca el servicio fue suficiente para
la cantidad de habitantes que tienen que trasladarse, razón por la cual
los ómnibus siempre iban abarrotados de pasajeros. Lógicamente, la
situación era más crítica en los horarios picos, o sea a la
ida y al regreso del trabajo.
Ahora Ciudad La Habana tiene una población aproximada de dos millones
180 mil personas, sin contar la llamada población flotante, que se
calcula en varios miles más. Pero el transporte público tiene
menos del 50 por ciento de las salidas diarias que se lograban en la década
de 1980, por lo que constituye uno de los principales problemas que afrontan los
capitalinos, la mayoría de los cuales sólo disponen del servicio
de ómnibus urbanos para moverse de un sitio a otro.
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