Masificación
deportiva en dos tiempos
Héctor Maseda, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - El deporte en Cuba disfrutó, en épocas
pasadas, de grandes inversiones y atención gubernamentales. En la
actualidad, aquella realidad se ha convertido en historia olvidada. Al menos así
ha ocurrido para los pobladores de la provincia Las Tunas.
Esta región oriental, de 528 mil habitantes y ocho cabeceras
municipales, observó con satisfacción, en los años 80, la
construcción de 152 complejos deportivos en muchos pueblos de su
jurisdicción. Estos abarcaban -en su conjunto- las principales
disciplinas competitivas mundiales, que durante muchos años contribuyeron
no sólo al descubrimiento de jóvenes talentos y futuras
esperanzas olímpicas del patio, sino que permitieron elevar la salud de
la población por medio de la práctica de ejercicios corporales.
Transcurridos apenas 20 años, una investigación realizada por
el proscripto Partido Democrático Cristiano Hermanos al Rescate (PDCHR)
de aquella provincia refleja que "la conducta asumida por los órganos
de gobierno que atienden la educación física, deja mucho que
desear. Se cruzan de brazos y observan con indiferencia el deterioro progresivo
que sufren las instalaciones levantadas con tanto sacrificio de los trabajadores".
Vecinos de la ciudad Las Tunas, se quejan de "no poder continuar las prácticas
de voleibol y baloncesto que realizábamos anteriormente en el centro
recreativo Mella. Resulta peligroso hacerlo, si tenemos en cuenta el estado técnico
en que se encuentran las gradas y tabloncillos".
Algo similar ocurre en las zonas rurales del territorio. Residentes de
varias de esas comunidades manifiestan que "hace casi 20 años
ninguna brigada de constructores perteneciente al organismo que responde por
estas tareas -Instituto Nacional de Deportes Educación Física y
Recreación (INDER)- realiza ni siquiera una jornada de mantenimiento o
reparación en esos complejos deportivos. Algunos funcionarios
provinciales responden tranquilamente que no tienen presupuesto para acometer
los trabajos.
"Pero no sólo es preocupante la situación técnica
que presentan las instalaciones -concluye otro miembro del PDCHR. Nadie cuida
los medios deportivos que se le entregaron a los dirigentes de estos lugares.
Los equipos y dispositivos: balones, mallas, aros, guantes, pelotas, bates, se
los roban. A nadie le interesa qué puede pasar con ellos".
En realidad, esta situación se repite, en mayor o menor grado, en el
resto del país. Es el resultado de la política gubernamental de
acometer las tareas con mucho entusiasmo y un gran impulso inicial, para después,
lenta e inexorablemente, tirar todo lo valioso y útil logrado al latón
de los desperdicios.
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