El misterio
de los "restringidos"
Manuel David Orrio, CPI
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Suele ocurrirle no sólo a los
disidentes y periodistas independientes cubanos sino incluso al ciudadano
simple. Y ya no se trata del actuar de una operadora telefónica más
o menos ineficiente, sino de algo que va más allá, por cuanto la
acción restrictiva puede emprenderse por medio de un sistema
computarizado que en sí mismo demuestra la existencia de determinaciones
empresariales o institucionales.
Con cierta frecuencia, cuando alguno de los mencionados solicita el servicio
telefónico 66-1212, destinado a realizar llamadas hacia Estados Unidos de
América con cobro revertido, ocurre que la operadora o el sistema
computarizado de marras responde que el número telefónico
demandado está "restringido". En el caso de una respuesta
negativa por medio del sistema automático una voz informa: "El número
solicitado no está disponible" para este tipo de llamadas. Así,
exactamente así, viven los cubanos el misterio de los "restringidos".
Y es precisamente eso: un misterio. Todos los disidentes y periodistas
independientes cubanos saben que en los números estadounidenses a los
cuales llaman no existe ninguna restricción. O se acepta la llamada, o se
cuenta con convenios personales ya establecidos para que desde el número
solicitado se llame al correspondiente en Cuba, una vez recibida la contraseña.
De acuerdo con fuentes diversas, incluidas anónimas de la Empresa de
Telecomunicaciones de Cuba S.A. (conocida por las siglas ETECSA), el origen del
problema radica en que una congestión en el servicio obliga a las
operadoras a rechazar llamadas que demandan comunicarse con los Estados Unidos.
De ser así se está, por lo menos, frente a un maltrato al
consumidor, porque se le miente. No se le dice que la congestión en las líneas
impide establecer la comunicación. Se le informa, y así lo
interpretan las personas en Cuba, que el número solicitado no acepta la
llamada. Definitivamente, es mentira al consumidor y maltrato al consumidor.
Muchos disidentes y periodistas independientes opinan, quizás
equivocadamente, que en realidad se trata de una maniobra censora de la
omnipresente policía política. Incluso, algunos la han denunciado.
Pero, por otro lado, las operadoras telefónicas requeridas por este
periodista han brindado una razón distinta. De acuerdo con la misma,
cuando ellas establecen la comunicación con la compañía
estadounidense correspondiente, y éstas son varias, la restricción
proviene de esa compañía. Tal vez ello es lo que explique un hecho
incuestionable: si se insiste, se logra comunicar. Tarde o temprano aparece una
operadora que logra la comunicación, por el simple hecho de que habría
establecido el "puente telefónico" con una compañía
no "restrictora" del número solicitado.
Sabe Dios quién tiene la razón. Desde el punto de vista del
consumidor isleño, sí no caben dudas de la existencia del
maltrato. Un maltrato que, sólo por no brindar información
adecuada, cae en tanto que responsabilidad sobre las espaldas de la empresa
telefónica cubana, si es ésta sincera sobre las causas de la
llamada restricción.
Entretanto, las paradojas. Si cualquier disidente o periodista independiente
llama a Estados Unidos de América "a pagar desde Cuba", lo cual
hoy se hace muy frecuentemente, ¡por Dios, cómo va usted a pensar
que existe restricción alguna! Dólares entrando, y qué
maravilla ese tipo de comunicación: calidad perfecta, nitidez absoluta y
es el monopolio telefónico del país la compañía más
eficiente del mundo. Poderoso caballero es Don Dinero, sobre todo si se trata
del Tío Sam.
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