Publicado el lunes, 25 de septiembre de 2001 en
El Nuevo Herald
El caso de analista impacta a expertos en Washington
'Era una de las joyas de la corona', opinó una fuente
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
El arresto de la analista principal sobre Cuba en el Pentágono, Ana
Belén Montes, acusada de espiar para la isla, ha provocado un impacto tan
profundo, que muy pocos quieren ahora hablar de ella en Washington o dentro de
la comunidad de inteligencia del país.
Después de todo, Montes era una voz escuchada en el medio académico,
pero también era miembro de uno de los círculos más
cerrados de la capital.
Sin un nombre formal, es conocido entre sus integrantes como el "grupo
de trabajo interagencias sobre Cuba'', y reúne la crema y nata de los
especialistas sobre Cuba de todas las agencias federales, desde la Agencia
Central de Inteligencia (CIA) hasta el Servicio de Guardacostas, sin olvidar la
mismísima Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Sus integrantes se conocen entre sí, pero fuera de ellos muy pocos
saben realmente a qué se dedican.
Según dijeron varias fuentes a El Nuevo Herald, en esas reuniones
Montes era sumamente discreta.
"Nunca la vi sonreír'', dijo una de ellas.
Pero era escuchada.
"Sus criterios era objetivos; aunque a veces su pensamiento era
minoritario entre ellos, no dejaban de oírla'', añadió otra
fuente.
"Era una de las joyas de nuestra corona'', dijo una tercera.
Como analista principal para Cuba de la Agencia de Información de
Defensa (DIA), Montes tenia acceso a prácticamente a todo lo que la
comunidad de inteligencia recogía sobre la isla y sabía todo lo
que el Departamento de Defensa conocía en relación a las
actividades militares cubanas.
Como comentó el ex director de Radio Martí, Ernesto
Betancourt, "estaba en una posición única de influenciar los
acontecimientos y análisis''.
Por eso, añadió, "es posible que haya estado detrás
de esa aseveración oficial de que Cuba no constituye una amenaza militar
para Estados Unidos''.
A fines de marzo de 1998, el Pentágono envió al Congreso un
informe clasificado concluyendo que Cuba no planteaba una amenaza significativa
para la seguridad nacional estadounidense.
La afirmación fue renovada a raíz del juicio en Miami de cinco
hombres acusados de espiar para la isla, donde oficiales retirados de las
fuerzas armadas sostuvieron la misma línea de pensamiento.
Montes estuvo en la isla en 1998, dos meses antes de la presentación
del informe al congreso, por ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II,
cuando diversas agencias federales desplazaron a la isla funcionarios para
observar de cerca el periplo.
Las autoridades creen que Montes empezó sus presuntas actividades de
espionaje antes de 1996, y en una declaración jurada enviada a un
tribunal de Washington D.C. aseguran que envió mensajes a aparentes
agentes cubanos el año 1996 y han obtenido evidencias filmadas y grabadas
a partir de mayo de este año.
Una fuente de la fiscalía federal en Miami, dijo a El Nuevo Herald
que el FBI empezó a seguirle la pista a consecuencia de las
investigaciones sobre la llamada Red Avispa, desmantelada en el sur de la
Florida en septiembre de 1998.
"Ella usaba exactamente el mismo método de comunicación
que la gente de la Red Avispa'', añadió la fuente.
Según el oficial del FBI Stephen A. McCoy, Montes presuntamente
entregó a los cubanos detalles de un "Programa de Acceso Especial'',
tan secreto que no pudo siquiera ser detallado ante el tribunal, el cual pudiera
ser un sistema altamente clasificado para recoger información en la isla,
por satélite o informantes en el terreno.
"Sólo dos en mi oficina sabemos de esto'', escribió
presuntamente Montes, en un informe que envió a la isla, según el
FBI.
Castro guarda silencio sobre el arresto de la presunta espía
Pablo Alfonso. El Nuevo Herald
Sometidos al control informativo del gobierno y del aparato ideológico
del Partido Comunista, los medios cubanos de prensa no han publicado ni una línea
sobre el arresto el pasado viernes de una importante oficial de inteligencia del
Pentágono, acusada de espiar para el régimen de Fidel Castro.
El ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba guarda igualmente silencio
hasta ahora.
Ana Belén Montes, de 44 años, principal analista del Pentágono
para asuntos militares cubanos, fue acusada de espiar para Cuba desde 1996. Según
el FBI, sus agentes seguían a Montes desde mayo de este año. Su
arresto se produjo luego de que Montes se comunicó con la inteligencia
cubana, los días 14, 15 y 16 de septiembre pasado, tras el ataque
terrorista contra New York y Washington.
El gobernante cubano Fidel Castro eludió el sábado referirse
al arresto de Montes, durante un discurso de 23 minutos que pronunció en
San Antonio de los Baños.
Contrario a lo que ha venido ocurriendo hasta ahora en las denominadas
Tribunas Abiertas, esta vez no se mencionó para nada a los cinco cubanos
encontrados culpables de espionaje en Miami. La Habana reclama que sus agentes
nunca tuvieron entre sus objetivos espiar instalaciones militares
estadounidenses y sólo se dedicaban a informar de las actividades de los
grupos exiliados.
Castro dedicó por completo su discurso a la crisis internacional
desatada por el ataque terrorista contra Estados Unidos, y a criticar las
acciones de represalia anunciadas por el presidente George W. Bush.
"Ante el Congreso de Estados Unidos, se diseñó la idea de
una dictadura militar mundial bajo la égida exclusiva de la fuerza, sin
leyes ni instituciones internacionales de ninguna índole'', dijo Castro,
refiriéndose al discurso pronunciado por Bush el jueves ante ambas cámaras
legislativas.
"En nombre de la justicia y bajo el singular y extraño título
de Justicia Infinita, no se debe utilizar la tragedia para iniciar
irresponsablemente una guerra que en realidad podría convertirse en una
matanza infinita de personas también inocentes'', afirmó Castro.
Según Castro, los ataques terroristas han servido de pretexto a
Estados Unidos para desatar una guerra que tenían planificada de
antemano.
"Nadie podría afirmar que era algo no pensado desde hace rato,
que esperaba una oportunidad'', subrayó.
Eliminan el pacto de trueque petrolero con Caracas
Associated Press. Caracas
Venezuela y Cuba decidieron eliminar el trueque de un acuerdo energético,
mediante el cual la nación sudamericana ofrecía crudo a la isla en
condiciones preferenciales y una parte de la factura petrolera era cancelada por
los cubanos con asesoría deportiva, medicinas y productos agrícolas.
"Ahora los servicios médicos, deportivos y de asistencia técnica,
Venezuela se los paga a Cuba con una fórmula tradicional comercial'',
indicó el embajador cubano en Caracas, Germán Sánchez
Otero, al diario El Universal.
Agregó que el sistema de trueque fue abandonado luego de determinar
que "era inviable, muy complicado''.
Sánchez señaló que la decisión fue tomada
durante la visita que realizó en agosto el gobernante cubano Fidel
Castro. Ningún funcionario en la embajada cubana estuvo inmediatamente
disponible para comentar la noticia.
El convenio, suscrito en octubre del año pasado, contempla la venta a
Cuba de 53,000 barriles diarios de petróleo venezolano con 15 años
para el pago, y con una tasa de interés de 2 por ciento. Venezuela ha
firmado pactos semejantes con otra docena de países de Centroamérica
y el Caribe.
El embajador dijo que Venezuela le debe a Cuba entre $10 y 12 millones. Cuba
ha exportado azúcar y ha enviado cientos de médicos y entrenadores
deportivos para prestar servicios en diferentes estados venezolanos.
Venezuela se ha convertido, gracias a los convenios petroleros, en el
principal socio comercial de Cuba.
LA ISLA
Carta de Cuba
RESERVISTAS/ El gobierno de Fidel Castro
comenzó a movilizar a miles de reservistas en la última semana,
según reporta la prensa independiente desde la isla.
Juan Montalvo, un ex capitán, desmovilizado hace cinco años y
combatiente en la guerra de Angola, fue llamado a funciones en el ejército
como especialista en comunicaciones.
Otto Hidalgo Gato, subteniente de una unidad de tanques de Managua, recibió
la orden de reclutamiento el viernes. María, la esposa de Hidalgo Gato,
dijo a Carta de Cuba:
"Estamos muy asustados, Cuba puede estar involucrada en una guerra con
los americanos y el gobierno está llamando a todo el mundo''.
Aunque no hay un comunicado oficial publicado en la prensa, la población
conoce del reclutamiento. Fuentes diplomáticas en La Habana indicaron a
Carta De Cuba que "sólo se tenían sospechas'' del llamado.
TURISTAS/ La ausencia de turistas tiene
paralizado a los hoteles en La Habana. El Nacional, Riviera, Cohíba,
Inglaterra, Sevilla y Habana Libre, tienen desocupadas el 95 por ciento de las
habitaciones.
"Hace 10 días que no entra un paquete de turistas ni de Europa,
ni de Sudamérica, ni de Estados Unidos'', dijo Alberto Jiménez,
gerente del hotel Colina, ubicado frente a la Universidad de La Habana.
Ismael Torrent, administrador económico del hotel Sevilla, admitió
que ya se toman medidas para despedir a unos 80 trabajadores.
"No podemos mantener la empleomanía, estamos perdiendo dinero y
la empresa, de seguir así, tendrá que cerrar. Todo dependerá
de lo que pase en octubre y noviembre'', explicó.
Roberto Brizuelas, carpetero del hotel Ambos Mundos, señaló
que "el hotel no tiene hoy mismo ni un sólo huésped, esto es
el acabóse''.
VUELOS/ Los vuelos que regularmente llevan a
las ciudades de La Habana, Holguín, Camagüey y Varadero a los
miembros de la comunidad cubanoamericana, llegan vacíos a la isla.
En el aeropuerto internacional José Martí, en La Habana, sólo
se ven pasajeros que pretenden retornar a Estados Unidos.
"Los vuelos vienen vacíos, no traen a nadie. Me imagino que de
seguir así los charters cerrarán sus operaciones'', dijo a Carta
de Cuba Leonel Guzmán, un oficial de la terminal aérea.
DOLAR/ El valor del dólar comenzó
a subir en las cajas cambiarias del gobierno y en el mercado negro de la isla.
En las calles de la capital se vendía el dólar a 27 pesos
nacionales, cinco unidades más de la cifra oficial. Los ciudadanos
cubanos tienen miedo de que la moneda norteamericana deje de entrar a la isla,
como producto de una guerra de Estados Unidos y sus aliados contra el
terrorismo.
Llega grupo de balseros cubanos a Costa Rica
SAN JOSE -- (AP) -- Un grupo de 25 balseros cubanos arribaron la noche del
lunes a Costa Rica tras 12 días de travesía que incluyó una
escala en la isla caribeña de Gran Caimán.
Los balseros llegaron en una embarcación pesquera hasta el puerto de
Limón, a unos 140 kilómetros al sureste de la capital.
Se trata de un grupo familiar compuesto por 6 niños, cuatro mujeres y
15 hombres. Entre ellos hay un médico y un pastelero. El único de
los cubanos dedicado a la pesca es el capitán del barco, Ernesto
Villavivencio.
Todos son originarios de Santa Cruz de Camaguey. Durante su viaje realizaron
una escala en Gran Caimán donde les dotaron de un radio y combustible. A
su llegada a Costa Rica recibieron atención médica y este martes
serán entrevistados por las autoridades de Migración.
En declaraciones a la televisión local, Villavicencio relató
que planeaban la salida desde hace 4 años y aprovecharon la atención
generada por los atentados en Estados Unidos para llevar a cabo el plan a pesar
que la policía costera cubana los siguió durante un par de horas.
Según Villavicencio, ellos pretenden que el gobierno costarricense
los acepte como refugiados y puedan trabajar e integrarse a la sociedad. Aseguró
que mantuvieron contacto con otros balseros cubanos que llegaron en enero al país.
El grupo de 21 cubanos que arribó en enero también en una
embarcación pesquera, recibió en marzo el asilo político.
La llegada de los cubanos en enero coincidió con la aprobación
por parte de Costa Rica de la apertura de un consulado de Cuba, con el fin de
atender a la población de isleños radicados aquí, estimada
en unas 30.000 personas.
Costa Rica rompió relaciones diplomáticas con Cuba en 1961, a
raíz del bloqueo impuesto por Estados Unidos al régimen del
presidente Fidel Castro. No obstante, en 1998 abrió una oficina de
intereses en la isla y este año aprobó el consulado.
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