Mario Iván Carratú Molina. Tal Cual -
Caracas, viernes 14 de septiembre de 2001
El 6 de diciembre de 1998, una gran mayoría de venezolanos, por muy
variados motivos, no cumplió con la obligante cita para sufragar como
expresión soberana de libertad y democracia. Como en otras oportunidades,
algunos prefirieron irse al exterior, a las playas, al campo o simplemente,
permanecieron en sus casas evadiendo el "fastidioso" deber de
expresarse electoralmente. Se elegía "un presidente más",
pudo más la irresponsabilidad que el deber ciudadano; otros, buscaban con
desespero un cambio de liderazgo político.
Muchos sufragaron con pasión y no con la razón, el resultado
obviamente ha quedado demostrado. Fue elegido un golpista inexplicablemente
sobreseído de su delito por un presidente (máxima autoridad de la
justicia militar) que desprecia a una nación al no informarle qué
razones de Estado le asistían para esa dispensa presidencial. Hoy rumia
en silencio su error, que dictó jurisprudencia e institucionalizó
la intervención militar para la toma del poder. Se eligió a un
teniente coronel sin mayores atributos ciudadanos, académicos,
profesionales y políticos. Lo cierto es que todos los que votamos y los
irresponsables que no lo hicieron, colocábamos ese día, el primer
eslabón de una "cadena" que hoy nos asfixia como nación.
Las incapacidades y desaciertos del gobierno son evidentes, el daño
institucional es incalculable, igualmente el costo de recuperación en
recursos y tiempo, sólo comparable con las secuelas de una guerra.
Somos testigos de la masiva e incontrolable penetración del castrismo
en nuestro país; así mismo, de la "por ahora"
indescifrable actitud de los mandos militares ante esta burda y grosera
conquista.
Recientemente un general de los muchos que tenemos, hizo una visita
clandestina a Cuba, entrevistándose largamente con Raúl Castro,
segundo secretario del Partido Comunista Cubano (PCC) y ministro de las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Cuba.
Le pregunto, Gral. Lucas Rincón: ¿Qué le pueden enseñar
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba al Ejército venezolano?
(Excluyo a la Armada y a la Fuerza Aérea Venezolana por ser tecnológica
y operacionalmente mucho más avanzadas que su contraparte cubana.) ¿Será
cierto que Raúl Castro le enseñó lo último y más
moderno para planificar y ejecutar la próxima operación Bolívar
2001? (por cierto, una precipitada operación condenada al fracaso) O, por
el contrario, ¿estará Ud. recibiendo instrucciones para convertir a
nuestras Fuerzas Armadas en órgano represivo del gobierno, a imagen y
semejanza de Cuba? Venezuela es continental con un territorio nueve veces mayor
que Cuba; el "concepto de empleo" para su defensa es totalmente
diferente y si se añade a esa "tontería" el hecho de que
las Fuerzas Armadas Venezolanas históricamente han trabajado por la
libertad, ¿cuál es entonces el cuento? Las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Cuba fueron por muchos años "mercenarios
revolucionarios" a la orden de la Unión Soviética y factores
del terrorismo internacional, que intentaron encadenar entre otros a Venezuela.
Hoy, "el mar de la felicidad" acaba con Venezuela, se chupa
nuestro petróleo "liviano", nos anega social, económica
y militarmente, se nos cambia el esquema pacífico de convivencia y para
colmo, nos asocia con el terrorismo internacional. Su embajador es nuestro
vicepresidente, opina, sabe, decide y se mete en todo.
Lentamente se cierran los eslabones de la cadena que sumisamente el "Bravo
Pueblo venezolano" ha aceptado.
¡Abajo cadenas, Venezuela!
Vicealmirante, mic0154@cantv.net
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