ROSA TOWNSEND | Miami. El
País, septiembre 10, 2001.
Una demanda en el Tribunal Federal de Miami acusa a MasTec, la sociedad del
empresario cubanoestadounidense Jorge Mas Santos, hijo de Jorge Mas Canosa, de
orquestar un fraude para desfalcar al menos seis millones de dólares
(unos 1.200 millones de pesetas) de Sintel, la firma de telecomunicaciones que
Telefónica vendió en 1996 y cuya crisis llevó a sus
trabajadores a una acampada de protesta que se prolongó seis meses en
pleno centro de Madrid. EL PAÍS ha obtenido una copia del sumario, así
como de las transferencias bancarias y otros documentos internos firmados por
los directivos de Sintel en los que los querellantes fundamentan sus
alegaciones.
Los documentos detallan las operaciones que supuestamente se utilizaron para
transferir estos 1.200 millones de pesetas a las arcas de MasTec a través
de una complicada trama de sociedades participadas, subsidiarias o pantalla.
Sintel fue vendida en 1996 por Telefónica al empresario anticastrista Mas
Canosa por 4.600 millones de pesetas. Los sindicatos siempre calificaron esta
operación de 'fraudulenta y opaca', y de hecho, presentaron ante la
Fiscalía Anticorrupción una demanda contra los antiguos gestores,
a los que acusaron de 'vaciar' la empresa. En junio del año pasado,
Sintel presentó suspensión de pagos, entró en barrena, con
sus 1.808 trabajadores sin cobrar las nóminas y acampados en el centro de
Madrid, y en mayo de este año quebró.
La presunta trama de malversación detallada en la demanda de Miami
funcionó principalmente entre enero y mayo de 1999, aunque se extendió
hasta marzo de 2000, tres meses antes de que Sintel presentase suspensión
de pagos.
Malversación
La denuncia en Miami ha sido presentada por Artcom Technologies, que alega
que la sociedad de Jorge Mas urdió la destrucción de Sintel
malversando millones de dólares con el único propósito de
enriquecerse ilícitamente. Artcom es el nombre de la antigua MasTec
Internacional, filial de MasTec, que cambió de denominación el año
pasado, tras un cambio del equipo gestor. Jorge Mas vendió MasTec
Internacional en 1998 a un grupo de directivos, que luego perdieron el control
de la empresa. MasTec Internacional era la empresa a la que Telefónica
vendió Sintel en 1996.
Las responsabilidades, según la demanda, recaen sobre los ex
directivos de Sintel Ricardo Campos Dufau y Juan Antonio Casanova San Simón,
que actuaron presuntamente como artífices del 'saqueo' a las órdenes
de Jorge Mas Santos, presidente de MasTec. La red de transacciones descritas en
el voluminoso sumario se extiende a través de bancos y sociedades de
Luxemburgo, Haití, las Islas Vírgenes Británicas, México,
Puerto Rico, Suiza y las ciudades de Miami y Nueva York en Estados Unidos.
El abogado de Campos, Brian Dunning, dijo el viernes que su cliente no
quiere hacer declaraciones. Mas Santos niega la veracidad de las acusaciones,
afirmando que 'no le consta' haber recibido los 1.200 millones de pesetas y que
Casanova y Campos, 'si cometieron fraude, lo hicieron actuando por su cuenta'.
Lo ha dicho tanto bajo juramento ante el tribunal federal como durante una
entrevista con este periódico. 'Es ridículo. Lo que alega Artcom
ocurrió después de que yo vendiera la empresa en 1998. Cómo
van a ser Campos y Casanova mis hombres de paja si yo los he demandado'.
La versión de Artcom es muy distinta y queda resumida en un párrafo
de la querella admitida a trámite por la juez federal Joan A. Lenard:
'MasTec supo todo el tiempo que los fondos cuyas transferencias tuvieron como
destino final sus cuentas bancarias de Miami pertenecían a Sintel SA y a
Artcom, siendo está última la compañía matriz del
Holding Artcom Telecommunications Group que incluye AGS, Sintel SA, Sintel México
y Sintel Internacional. MasTec despojó permanentemente a Sintel SA y a
Artcom de estos fondos para provocar pérdidas con el único e
injustificado fin de enriquecerse fraudulentamente'.
El trasvase del dinero se produjo, supuestamente, en cinco transacciones,
durante un periodo en el que Mas Santos era simultáneamente presidente
del consejo de administración de Sintel y presidente de MasTec. En cuatro
de las cinco transacciones, el dinero salió de unos fondos adeudados a
Sintel por Artcom Global Services (AGS), una subsidiaria de Artcom con sede en
Puerto Rico. La quinta transferencia por valor de 150 millones de pesetas salió
directamente del capital de Sintel.
El 29 de enero de 1999, Casanova autorizó la transferencia de los 150
millones de Sintel a Sintel Internacional. El pago se contabilizó como un
'préstamo' y se depositó en la cuenta 0176-0216-40-0204541091 de
la entidad belga Generale Bank en la sucursal de Ortega y Gasset de Madrid. El
mismo día, Sintel Internacional pagó ese importe en concepto de
'servicios profesionales' a Woolcombe Limited, una corporación
constituida en las Islas Vígenes Británicas sin ningún tipo
de actividad conocida.
Transferencias
El dinero se transfirió a la cuenta número 186562 de Woolcombe
en el Lloyds Bank de Ginebra y, nueve días después, Campos y
Casanova trasladaron ese dinero a otra cuenta en Luxemburgo. La trama, siempre
según el sumario, culminó el 9 de febrero con la transferencia de
dicha cantidad a MasTec en Miami.
Campos y Casanova eran ejecutivos de MasTec Internacional, la sociedad dueña
de Sintel tras venderla Telefónica. En 1998, al frente del equipo gestor
de la sociedad, compraron un 67% de MasTec Internacional a Mas Canosa. Las
irreconciliables diferencias entre los distintos grupos de accionistas sobre la
gestión de Casanova y Campos en Sintel, que ya estaba a punto de
presentar la suspensión de pagos, llevó a la convocatoria de una
junta general de accionistas el 21 de junio del 2000 en la que otro grupo de
accionistas asumió el control de la sociedad.
Todo el presunto desvío fraudulento del capital de Sintel hacia
MasTec sucedió antes de que el nuevo grupo de accionistas, que es el que
entabla la demanda en Miami, asumiera el control de MasTec Internacional el 21
de junio del 2000. En diciembre de ese año, la empresa pasó a
llamarse Artcom.
El nuevo grupo ordenó una auditoría a la empresa KPMG en la
que, según su abogado, hallaron numerosas irregularidades que dieron pie
a una investigación internacional ante la sospecha de que las
transacciones eran fraudulentas. En esa investigación se fundamentan a su
vez las acusaciones de fraude, conspiración para malversar fondos,
latrocinio, apropiación indebida y enriquecimiento ilícito de la
querella interpuesta en el Tribunal Federal de Miami.
Mes y medio después de cerrar la primera operación de trasvase
de dinero, el 24 de marzo de 1999, Casanova y Campos, dieron órdenes a
Artcom Global Services (AGS) para que transfiriera 5 millones de dólares
(unos 1.000 millones de pesetas) a Sintel México. Al día siguiente
le pidieron por escrito al director de Sintel México, Francisco Xavier
Breña Malagamba, que transfiriera 4,2 millones de dólares de ese
dinero a MasTec (cuenta 2153200128734 de First Union National Bank de Miami).
Simultáneamente y con el fin de encubrir la identidad de MasTec como
destinatario, de acuerdo a la querella, los directivos de Sintel también
enviaron un fax a Breña Malagamba pidiéndole que ingresara los 4,2
millones de dólares a nombre del abogado Michael Hill en la cuenta
011275706305 del banco Terrabank de Miami. Sólo esta segunda
transferencia se llegó a efectuar, según los asientos bancarios.
Michael Hill, que es el abogado de Campos en Miami, confirmó en una
carta a Breña Malagamba que el destinatario era MasTec. La comunicación
fechada el propio 25 de marzo decía: 'El señor Campos ha pedido
que usted gestione el envío de 4,2 millones a mi cuenta. En el momento en
que reciba la transferencia inmediatamente transferiré dicho dinero a
MasTec Inc. en Miami'. Hill no ha respondido la solicitud de entrevista de este
diario.
Los 800.000 dólares restantes de los 5 millones de dólares
originales se repartieron de la siguiente forma: 400.000 a SuperCanal de
Argentina, 100.000 a una cuenta de Sintel Internacional en Nueva York, 50.000 a
Michael Hill, 100.000 a Jorge Omar Devito en Buenos Aires y 150.000 se quedaron
en Sintel México. La denuncia sostiene que son pagos a entidades o
personas con las que ni Sintel SA ni Artcom tenían relación de
negocios.
Indemnización
La querella entablada por Artcom contra MasTec en la Corte Federal de Miami
solicita una indemnización de, al menos, tres veces la suma defraudada,
es decir 18 millones de dólares, señaló el abogado que
representa a Artcom, Pedro Martínez-Fraga, director de litigios
internacionales del bufete Greenberg Traurig de Miami. Jorge Mas Santos y el
abogado de MasTec, José Sariego, aducen que la demanda de Artcom es
simplemente una respuesta a otra querella que ellos entablaron en Miami contra
Sintel Internacional (empresa también registrada en las Islas Vírgenes
Británicas) reclamando el pago de un préstamo de 4,1 millones de dólares.
La fecha en la que se realizó el supuesto préstamo es desconocida
y la cantidad no consta en ningún apunte contable de Sintel SA, según
varias auditorías de la empresa obtenidas por este periódico.
En la demanda contra Sintel Internacional, Mastec no presenta contratos,
pruebas bancarias o de otra índole sobre la existencia del préstamo.
Mas Santos y Sariego sí afirman haber recibido de Casanova y Campos el
'pago íntegro' de 3.869 millones de pesetas de la venta de Sintel en
1998, aunque rehúsan decir en qué forma lo recibieron. 'Los pagos
fueron en diferentes formas, como cheques o transferencias cablegráficas.
MasTec no tenía conocimientos de la fuente de procedencia de estos
foondos, pero ninguno se recibió a través de Artcom, Sintel SA,
Sintel Internacional o ninguna otra subsidiaria de Artcom' dijo Mas Santos en
una declaración jurada ante el Tribunal Federal de Miami.
Fuentes allegadas al caso federal señalan la sospecha de que los seis
millones supuestamente desfalcados fueran parte del pago de la compra de Sintel.
Mas Santos y Sariego se niegan a hacer comentarios al respecto. MasTec ha
respondido a las alegaciones solicitando a la jueza Lenard que desestime la
demanda. 'Desafiamos a Artcom a que presente pruebas admisibles de que si Campos
y Casanova cometieron desfalco lo hicieron como agentes o representantes de
MasTec'. |