Globalización
del totalitarismo
Juan Carlos Linares
LA HABANA, septiembre - Si se analizan los casi cuarenta y tres años
de régimen comunista en Cuba, y de manera especial el discurso oficial se
puede arribar a la conclusión de que la única propuesta que éste
ofrece a la humanidad es la globalización del totalitarismo.
De manera reiterada, el máximo líder del Partido Comunista de
Cuba ha blasfemado del sistema democrático de gobierno al extremo de
llegar a cuestionar: "¿Elecciones para qué?".
Recientemente, Fidel Castro calificó al pluripartidismo de "pluriporquería".
Asimismo, en no pocas ocasiones Castro ha insultado a la ONU, a su Consejo
de Seguridad y a la Declaración de Derechos Humanos, catalogándolos
de serviles, lacayos e instrumentos de manipulaciones al servicio del imperio.
El odio y la repulsa gubernamental contra las libertades económicas,
los derechos de asociación, de libre expresión, de movimiento e
información son evidentes, en cuanto al último se ha llegado al
extremo de prohibir que la gente vea canales televisivos extranjeros, mediante
la confiscación de antenas de UHF o bloqueando las emisoras radiales,
como sucede en el caso de Radio Martí y otras estaciones radicadas en
Estados Unidos que tienen programaciones dirigidas al pueblo cubano.
Las modernas tecnologías informáticas sólo se aplican
en Cuba para la sustentación político ideológica del régimen
comunista o en el sector económico estatal o como lubricador de la
maquinaria represiva del Ministerio del Interior, pero jamás para uso
generalizado de la sociedad. Los cubanos no tienen acceso a Internet ni a los
teléfonos celulares ni a la televisión por satélite, por
citar tres ejemplos.
Por otra parte, el culto a la personalidad del líder máximo y
la constante manipulación de la información a través del
control total de todos los medios de difusión por parte del gobierno sólo
genera dosis mayores de caudillismo y descomposición de las fuerzas vivas
de la sociedad civil.
El sistema educacional fue diseñado por el Partido Comunista para
difundir la doctrina de ese sistema desde que el individuo es niño hasta
que se gradúa en la universidad, y su principal objetivo es enseñar
los conocimientos que sirvan o sean necesarios para el aparato de propaganda
gubernamental. A los estudiantes se les impone el estudio de la historia escrita
por los ideólogos del partido y se les designa a qué escuela deben
asistir. Además, la generalidad de los escolares de la enseñanza
secundaria y preuniversitaria deben recibir sus clases en centros docentes en el
campo, alejados de sus familias, y son obligados a laborar jornadas en trabajos
agrícolas, sin recibir ningún pago por ello.
Actualmente, el régimen cubano está enfrentado al futuro que
se avecina, a la mundialización política y económica. Y no
es para menos, porque los comunistas de la isla saben que la ola integracionista
de modernidad arrasará con los pocos sistemas totalitarios que sobreviven
aún en el mundo. No es casual que en estos tiempos se reúnan,
conversen, planeen, los líderes comunistas, musulmanes, islamistas y
hasta alguno que otro viejo nacionalsocialista, quienes ven como único y
común enemigo a la era moderna: las computadoras, la radio, la prensa,
los celulares... Como dice el refrán popular: "Dios los cría
y el diablo los junta".
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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