Marcos Antonio Ramos. Diario Las Americas, septiembre 2,
2001.
El lunes 3 de septiembre se celebrará en La Habana, en la Calle
Morro, el Congreso de la Confederación Obrera Nacional Independiente de
Cuba (CONIC). En artículos anteriores nos habíamos referido a las
violaciones de normas internacionales del trabajo en Cuba, a las investigaciones
del Dr. Efrén Córdova sobre el trabajo forzoso impuesto a los
obreros cubanos por el actual régimen y con mayor frecuencia todavía
a la fecunda labor desde el exilio de la Federación Sindical de Plantas
Eléctricas, Gas y Agua de Cuba, encabezada por René L. Díaz,
un infatigable y constante luchador del obrerismo cubano. La reciente constitución
en Cuba del ejecutivo nacional de CONIC, presidido por Aleida Godínez
Soler fue difundida mediante la agencia de prensa Lux InfoPress y publicada
localmente en DIARIO LAS AMERICAS. El ejecutivo nacional de CONIC consideró
la celebración del congreso en una de tres ubicaciones: Colón
(sede escogida inicialmente), Santiago de Cuba y la capital cubana, donde
finalmente se decidió celebrarlo.
Una serie de esfuerzos de los últimos años ha anunciado el
retorno del sindicalismo libre a Cuba. No estamos limitando el mismo a la CONIC;
simplemente deseamos recalcar la importancia de su congreso. La CONIC parece
tener como antecedente histórico la Comisión Nacional Obrera
Independiente (CONI) lidereada por Angel Cofiño (eléctrico),
Vicente Rubiera (telefónico) e Ignacio González Tellechea (marítimo).
La creación de la CONI en los años cuarenta tenía entre sus
propósitos ofrecer a los obreros cubanos una alternativa a la CTC,
controlada entonces por líderes obreros del Partido Socialista Popular
(comunista). Este dato ha sido explicado en trabajos sobre la historia del
movimiento sindical cubano como "Clase Trabajadora y Movimiento Sindical en
Cuba" (FIU y Ediciones Universal, Miami) de Efrén Córdova e "Historial
Obrero Cubano: 1574-1965" del recordado colega Mario Riera Hernández.
Curiosamente, un trabajo marcadamente oficialista, aunque acucioso, del
recientemente fallecido historiador cubano Carlos del Toro: "Algunos
Aspectos Económicos, Sociales y Políticos del Movimiento Obrero
Cubano" (Editorial Arte y Literatura, La Habana) concede gran importancia
(no necesariamente simpatía) a aquel esfuerzo. También concentra
su atención en la oposición al control comunista por parte de la
CON (Comisión Obrera Nacional) del Partido Revolucionario Cubano (Auténtico)
encabezada por Eusebio Mujal, futuro Secretario General de la CTC, y el Comité
Obrero de Acción Revolucionaria Guiteras (ARG) lidereado por Marcos A.
Irigoyen, quien llegó a ser Secretario General de la Federación
del Transporte.
En otras palabras, que el reconocido erudito marxista (Carlos del Toro)
reconoce en su investigación que la transición de central sindical
de orientación comunista a confederación de sindicatos de cuño
socialdemócrata tuvo relación directa con los esfuerzos de CONI. Más
conocido que lo anterior es el triunfo, en el Quinto Congreso de la Confederación
de Trabajadores de Cuba CTC (1947), de Angel Cofiño (eléctrico)
como Secretario General, reemplazando en el cargo al legendario luchador
comunista Lázaro Peña, figura de tanta importancia que llegó
a desempeñar en su momento la Secretaría General de la Federación
Sindical Mundial fundada en 1945 por sindicalistas de izquierda.
Pues bien, el movimiento sindical cubano, en el cual han desempeñado
funciones importantes, a través del tiempo, y según el período,
tanto los pioneros libertarios y anarquistas como socialistas llamados
arbitrariamente "utópicos", comunistas organizados, socialdemócratas
(auténticos o de otra tendencia) y reformistas de diversos matices, sin
olvidar a elementos socialcristianos, sigue siendo una cuestión
fundamental en el problema cubano. Cualquier solución de la grave crisis
nacional que pesa sobre nuestro pueblo pasará inexorablemente por el
movimiento obrero. El resurgimiento de un sindicalismo libre es absolutamente
indispensable para la creación de una sociedad abierta. Es por ello que
el congreso de la CONIC debe ser tratado como acontecimiento extraordinario.
Sin que dejemos de reconocer otros esfuerzos significativos, algunos de
ellos de larga historia, la Federación de Plantas Eléctricas, Gas
y Agua, cuyo primer mártir fue Luis E. Fabregat (1928) y que ha
contribuido abundantemente al martirologio cubano contemporáneo, con su
gran apoyo a CONIC y a otros esfuerzos dentro de Cuba, resalta por su
relevancia, vigor y poder de penetración en la conciencia obrera cubana.
El domingo 9 de septiembre, la Federación Sindical de Plantas Eléctricas
celebrará su Asamblea, que culminará en banquete en el restaurante
"La Carreta" del 5350 W 16 Avenida en Hialeah a la una de la tarde.
Por supuesto que para entonces se conocerá mucho más acerca de la
reunión de este importante sector del sindicalismo libre representado por
CONIC. Los interesados pueden llamar al teléfono (305) 262 6050. Deseamos
el mayor éxito posible a todos los sindicalistas libres de Cuba, sin
excepción, y a los luchadores eléctricos y de otras extracciones
sindicales en el exilio. Independientemente de banderías y partidismos,
los sindicalistas cubanos parecen listos a recoger, en territorio cubano, una
vieja y gloriosa bandera. |