Publicado el 22 de octubre de 2001 en
El Nuevo Herald
Cuba reconoce el fracaso de sus metas para el turismo
EL GOBIERNO de la isla ha cerrado 20 de sus hoteles para enfrentar la
disminución del turismo tras los atentados terroristas del 11 de
septiembre.
Agence France Presse. La Habana
Cuba anunció que no podrá cumplir la meta prevista de recibir
en la isla más de dos millones de turistas en el 2001 al verse afectada
por la crisis mundial que impacta al sector tras los atentados terroristas del
11 de septiembre contra Nueva York y Washington, señalaron portavoces
oficiales.
El ministro de Turismo, Ibrahim Ferradaz, admitió que en septiembre
el número de visitantes se redujo en un 5 por ciento con respecto al
mismo mes del año pasado, mientras que la situación se agudizó
en las dos primeras semanas de octubre, con una caída del 13 por ciento.
"Se espera que el 2001 cierre con un crecimiento de entre 5 y 7 por
ciento en relación con el 2000, en vez del 12.7 por ciento que teníamos
previsto'', señaló Ferradaz en una conferencia de prensa.
El año pasado llegaron a Cuba 1,774,000 turistas y las previsiones de
las autoridades para fines del 2001 sitúan esa cifra "entre
1,850,000 y
1,900,000 personas'', por debajo de los dos millones de turistas que eran
esperados en ese período, añadió.
El ministro subrayó que Cuba no escapa a la crisis que afecta al
turismo mundial tras los atentados y la guerra desatada contra el terrorismo,
pero afirmó ser optimista sobre el futuro y aseguró que "vemos
esto como un fenómeno coyuntural'', no permanente.
El ministro informó que se han adoptado medidas de ahorro para
reducir el impacto de la baja en el número de turistas.
Ferradaz aseguró que 20 de los 225 hoteles de gran categoría
de la isla fueron cerrados y que, durante ese lapso, efectúan tareas de
mantenimiento y mejoras de instalaciones sin afectar el empleo de sus
trabajadores, que realizarán "cursos de perfeccionamiento'' hasta la
reapertura de los centros.
Dijo que la hotelería de la isla mantiene un nivel de ocupación
de entre 45 y 50 por ciento y que los destinos más afectados por la
presente situación son la Ciudad de La Habana y el balneario de Varadero,
polos turísticos que reciben casi un 75 por ciento del total de
visitantes a la isla.
La Habana culpa a Chile de intromisión
Efe. La Habana
El Parlamento cubano envió una carta de protesta a la Cámara
de Diputados de Chile por un informe aprobado por ese órgano sobre las
violaciones de los derechos humanos en la isla.
La carta, firmada por Ricardo Alarcón, presidente de ese órgano,
y entregada el viernes a la prensa fue dirigida a Luis Pareto, presidente de la
Cámara de Diputados de Chile.
Según la misiva, ese informe --aprobado por 40 votos a favor y 4 en
contra-- fue hecho por algunos parlamentarios chilenos que participaron en la
105a. Conferencia de la Unión Parlamentaria, que se reunió en La
Habana en abril pasado.
El Parlamento cubano "rechaza enérgicamente la conducta de
quienes promovieron y apoyaron ese infame documento, que además de estar
plagado de mentiras y calumnias constituye una insolente intromisión en
los asuntos internos del pueblo de Cuba'', aseguró Alarcón.
"Sus autores se imaginan --añadió-- capaces de legislar más
allá de las fronteras de su país, y asumen el ridículo de
imitadores de quienes decretaron la Ley Helms-Burton''.
"Quienes simulan interesarse por esos temas, deberían recordar
que no hay país en este hemisferio, que haya contribuido tanto como Cuba
a la promoción y práctica de los derechos humanos. La obra de las últimas
cuatro décadas es un referente concreto e irrebatible, no un ejercicio de
retórica barata'', recalcó Alarcón.
Grupos de derechos humanos denuncian la existencia en Cuba de limitaciones a
las libertades de expresión y de asociación, algo que el gobierno
de Fidel Castro niega.
Castro ciego, sordo y enfurecido tras la clausura de Lourdes
Pablo Alfonso
Hay un viejo refrán que afirma que el hombre es el único
animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero en el caso del dictador
cubano Fidel Castro puede afirmarse que ha tropezado tres veces con la misma
piedra: el desprecio ruso.
Las declaraciones que el presidente ruso Vladimir Putin hizo esta semana,
anunciando sorpresivamente el cierre de la base de espionaje electrónico
de Lourdes, han dejado a Castro una vez más orquestando una mayúscula
protesta de consolación.
Es la tercera vez que Moscú deja "plantados'' a los castristas
en las cuatro décadas de sus relaciones militares con la isla.
En octubre de 1962, el Kremlin negoció con Washington el retiro de
sus cohetes nucleares en Cuba. En 1993, Rusia ordenó la salida de una
brigada de infantería motorizada de 2,800 soldados, además de unos
2,000 técnicos en la isla, sin contar con las autoridades cubanas.
Ahora el cierre de Lourdes deja a Castro "ciego y sordo'' en materia de
espionaje e inteligencia, pocos días después de que el FBI
detuviera a su supuesta espía estrella en el Pentágono, mientras
que otros "espías-avispas'' menores aguardan condena en una cárcel
federal de Miami.
Como era de esperar, La Habana reaccionó con furia al anuncio de
Putin y emitió un comunicado oficial señalando que el acuerdo "no
está cancelado, ya que Cuba no ha dado su aprobación y resultará
necesario que Rusia continúe negociando con el gobierno cubano''.
El actual acuerdo firmado entre Moscú y La Habana sobre las
instalaciones de Lourdes tiene un vencimiento previsto para el año 2004,
según fuentes relacionadas con el tema.
Por lo pronto Moscú rechazó con indiferencia las críticas
cubanas y recomendó a las autoridades de la isla "leer'' de nuevo
las declaraciones del presidente Vladimir Putin, en las que señaló
las nuevas "prioridades'' de la lucha contra el terrorismo internacional.
"Ahí está todo'', comentó con sequedad el portavoz
del Kremlin en declaraciones formuladas a la agencia española de noticias
EFE.
Juan del Aguila, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de
Emory en Atlanta, especialista en asuntos cubanos, opina que las alegaciones de
Cuba son "puramente técnicas'' porque en el orden práctico
será "muy difícil revertir la decisión de Moscú''.
"Cuba puede hacer muy poco, o nada, para impedir el cierre de Lourdes,
además de quejarse'', me comentó del Aguila. La decisión
rusa se produce en un tenso contexto internacional y supone un "grave
peligro para la seguridad de Cuba'', según el comunicado publicado el
jueves en Granma.
Para Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubanoamericanos de la Universidad de Miami, el anuncio de Moscú deja
abiertas algunas interrogantes sobre la forma en que será efectuada la
clausura de Lourdes.
"Habrá que ver si se trata únicamente de una retirada de
sus técnicos militares o si también desmantelan sus equipos,
radares y antenas'', afirmó Suchlicki, quien agregó que "los
cubanos tienen la capacidad técnica necesaria para continuar por sí
mismos operando esas instalaciones''.
Esa posibilidad parece estar contenida en el comunicado oficial de Cuba, el
cual asegura que 'hay importantes cuestiones por resolver con relación al
tema'' de la base de Lourdes.
Las cuestiones a las que se refiere Cuba podrían estar relacionadas
con otros centros de espionaje electrónico en la isla, según me
comentó una fuente diplomática. Según datos de servicios
secretos occidentales citados por medios internacionales de prensa, entre 1995 y
1997, Rusia construyó en el municipio de Bejucal, algo más al sur
de La Habana, otro centro de espionaje y radioescucha electrónica en el
que trabajan ahora técnicos cubanos y chinos.
"Hay que tener en cuenta también que chinos y cubanos podrían
utilizar esas instalaciones de Lourdes o continuar sus trabajos de espionaje
electrónico en las nuevas instalaciones de Bejucal'', indicó la
fuente.
palfonso@herald.com |