¿"Estudiará"
el parlamento?
Manuel David Orrio, CPI / CubaNet
LA HABANA, octubre - La Comisión de Actividades Productivas de la
Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (parlamento) estudiará la
proposición para cooperativizar los transportes públicos hecha por
el activista Moisés Leonardo Rodríguez Valdés, que
promueve la idea hace años y asegura que puede solucionar en gran medida
las carencias sufridas por ese servicio. Así se hizo saber en carta
enviada por la diputada Caridad López Cantillo, jefa del área de
opinión pública del legislativo cubano, quien además
consignó que Rodríguez "recibirá oportunamente la
respuesta que corresponda".
Rodríguez Valdés ha dedicado años a promover la idea de
cooperativizar los servicios públicos de autobuses a partir del estudio
hecho por él en la localidad de Cabañas, donde reside, para así
devenir desde la sociedad civil en uno de los principales partidarios de
experimentar formas de propiedad distintas al virtual monopolio estatal sobre
los transportes colectivos existentes hoy en la isla, responzabilizado de
innumerables defectos en la explotación de esos servicios.
De acuerdo con cifras oficiales, el número de pasajeros transportados
por autobuses en el pasado año no rebasó al de 1962. La mayor
parte lo fue en o desde la capital cubana, prueba de que la situación en
el interior del país es mucho peor. Tal estado se agrava por el conjunto
de restricciones gubernamentales a la explotación privada con fines de
transportar pasajeros, algunas de ellas motivadas por seguridad vial pero no
todas.
Hoy por hoy, el volumen de personas que transportan los privados pese a
tales restricciones puede calificarse de apreciable, adjetivo cuya intención
es compensar la ausencia de estadísticas públicas sobre el
verdadero alcance de estos servicios no estatales.
Entre economistas cercanos al gobierno de Fidel Castro y sus colegas
independientes no es nueva la idea de aplicar formas cooperativas a ramas económicas
distintas de la agrícola, donde sí existen. El hoy olvidado
Programa del Partido Comunista de Cuba estableció en 1985 "extender
las cooperativas a otras ramas de la producción y los servicios".
Muy distinto lo ocurrido tras la contrarreforma económica significada
por el llamado proceso de rectificación de errores y tendencias negativas
iniciado en 1986, el denominado período especial y el actual ciclo de
restricciones gubernamentales a la gestión de la sociedad civil en
materia de economía, que se manifiesta en la evidente disminución
del número de auto empleados legales, así como en el rechazo
oficial de abrir caminos a las pequeñas y medianas empresas de propiedad
privada o cooperativa, razón por la cual la respuesta brindada al
civilista Rodríguez Valdés debe seguirse con atención.
¿Se tratará del recurso elegante para "quitarse de arriba"
la proverbial tenacidad de Rodríguez Valdés o habrán
comprendido en el parlamento cubano que con discursos solamente no se da solución
a las graves carencias de los transportes públicos?
Incógnita. Sobre todo si se observa la ambigüedad de la
respuesta dada al civilista. Aunque vale reconocer que por lo menos hubo tal. En
muchísimas ocasiones las autoridades no contestan cuando el tema
involucra a personas vinculadas al movimiento cubano por los derechos humanos,
como es el caso de Rodríguez Valdés. Así de simple, y salga
el artículo 63 de la Constitución por la ventana aunque estipule
la obligatoriedad de la respuesta.
Por ahora, conjeturas. Prueba de voluntad investigativa sería que la
Comisión de Actividades productivas del parlamento convoque a Rodríguez
Valdés para tratar el tema. Se ve poco democrático evaluar la
proposición sin escuchar a su promovente, ofreciéndole sólo
la enigmática respuesta que "corresponda" en sepa Dios cuál
"oportunidad". Si así "estudia" el parlamento
proposiciones como la del civilista, merece la calificación de "suspenso".
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