Reporteros sin Fronteras.
26 de noviembre de 2001
El sindicalista José Orlando González Bridón ha sido
liberado el 22 de noviembre de 2001. Se ha beneficiado de una liberación
condicional, tres semanas antes de finalizar su condena. Arrestado el 15 de
diciembre de 2000, José Orlando González Bridón, secretario
general de la Confederación de Trabajadores Democráticos de Cuba
(CTDC, ilegal) fue el primer miembro de la oposición condenado a una pena
de cárcel, por un artículo publicado en Internet. En este último,
publicado el 5 de agosto de 2000 en el sitio web de Cuba Free Press
(cubafreepress.org), con sede en Florida (Estados Unidos), el sindicalista
apuntaba la responsabilidad de las autoridades en la muerte de Joanna González
Herrera, coordinadora nacional de la CTDC. También había
comunicado esta información a una radio, con base en Miami, tachada de "subversiva"
en el acta de acusación.
Reporteros sin fronteras (RSF) recuerda que Bernardo Arévalo Padrón,
fundador de la agencia independiente Línea Sur Press, sigue encarcelado.
Fue condenado, en noviembre de 1997, a seis años de cárcel por "desacato"
al presidente Fidel Castro y al vicepresidente Carlos Lage. En tres ocasiones,
las autoridades rechazaron su petición de liberación condicional,
alegando que todavía no estaba "políticamente reeducado".
Podía teóricamente disfrutarla desde octubre de 2000, por haber
cumplido la mitad de la condena.
En libertad por "buena conducta"
José Orlando González Bridón fue liberado el 22 de
noviembre, a mediodia. Se le aplicó una liberación condicional que
prevé que, hasta el 14 de diciembre, fecha en la que termina su condena,
le está prohibido salir del municipio donde reside, o reunirse con
elementos de la oposición. "Esto equivale a tenerme en prisión
domiciliaria", confió a RSF.
Las autoridades penitenciarias le explicaron que le liberaban por "buena
conducta". En realidad, José Orlando González Bridón
atribuye su liberación a la intención de las autoridades de "hacer
un gesto", cuando se estaba celebrando, los 23 y 24 de noviembre, la Cumbre
Iberoamericana en Lima (Perú), donde se reunieron veintitrés jefes
de Estado de América Latina, España y Portugal. Su liberación
se ha producido también una semana antes de una reunión en La
Habana, para volver a iniciar el dialogo político entre la Unión
Europea (UE) y Cuba. Desde 1996, la UE considera que "una plena cooperación
con Cuba dependerá de las mejoras en el respeto de los derechos humanos y
las libertades políticas." Cuba quiere adherirse a los Acuerdos de
Cotonu con los que los Quince apoyan a los países ACP (Africa, Caribe,
Pacífico).
"Celda de castigo" y malos tratos
Encarcelado en la prisión de Combinado del Este, situada en la
provincia de La Habana, el sindicalista refiere que estuvo detenido desde
diciembre de 2000 hasta octubre de 2001, en una "celda de castigo",
normalmente destinada a los presos más difíciles y para estancias
no superiores a veintiún días. Durante estos diez meses, no tuvo
relación con los demás presos y sólo disponía de la
cama que le llevaban a las seis de la tarde, para quitársela a las seis
de la mañana. Su esposa, María Esther Valdés, solo pudo
visitarle una vez cada tres semanas. Durante su estancia en la cárcel,
las autoridades le negaron la dieta especial que necesitaba por sus problemas de
tensión arterial. A pesar de todo, el sindicalista dice encontrarse "regular"
de salud.
Asegura haber presenciado escenas de malos tratos con los presos.
Ultimamente, uno de ellos se habría suicidado después de haber
sido violentamente golpeado. José Orlando González Bridón
denuncia también la corrupción. Según el sindicalista, los
guardianes reciben dinero de los presos que desean mejorar las condiciones de su
detención, o conseguir drogas.
Represión de Internet
El juicio de José Orlando González Bridón se celebró
el 24 de mayo de 2001, después de varios aplazamientos. Sólo su
familia pudo asistir a la audiencia. Mediante un importante dispositivo de
seguridad, se prohibió el acceso al tribunal a la prensa extranjera y a
los miembros de la oposición. Según allegados del sindicalista,
las plazas disponibles para el público en la sala estaban ocupadas por
miembros de las fuerzas del orden. El 2 de junio de 2001, José Orlando
González Bridón fue condenado, en primera instancia, a dos años
de cárcel por "difusión de falsas noticias contra la paz
internacional comprometiendo el prestigio y la credibilidad del Estado cubano"
con "la intención manifiesta de colaborar con una potencia
extranjera". El 21 de agosto, en apelación, se cambió la
acusación por "difamación de las instituciones y
organizaciones, y de los héroes y mártires", y se redujo la
pena a un año de cárcel. Según sus allegados, el artículo
publicado en Internet ha sido utilizado por el Estado como un pretexto para
castigar el conjunto de sus actividades contra el Estado.
En Cuba el acceso al Internet está estrictamente regulado. Su
utilización está sometida al respeto "de los principios
morales de la sociedad cubana" y "de las legislaciones vigentes en el
país". Sólo las empresas extranjeras y las instituciones
gubernamentales tienen acceso a la Red. Si bien existen dos cibercafés,
el primero está reservado de facto a los turistas y el segundo sólo
está abierto a los miembros de la asociación oficial de escritores
y artistas cubanos, la UNEAC. Desde septiembre de 2001, cuatro oficinas de
correos de La Habana ofrecen la posibilidad de crearse una dirección
electrónica, o de acceder al Web. Pero la navegación está
restringida a los sitios aprobados por el gobierno, llamados "Intranet".
También el precio es prohibitivo : 4,5 dólares americanos, cuando
el sueldo mensual medio es de 12 dólares. Pequeñas agencias de
prensa independientes, organizaciones de la sociedad civil o de defensa de los
derechos humanos, no reconocidas por el gobierno, publican regularmente artículos
en sitios de Internet, domiciliados en Miami, enviando los textos por fax o dictándolos
por teléfono. En Cuba, donde la Constitución estipula que la "libertad
de palabra y prensa" debe ser "conforme a los fines de la sociedad
socialista", sólo está autorizada la prensa oficial. Un
centenar de periodistas independientes, agrupados en una veintena de agencias de
prensa no reconocidas por el Estado, son objeto de un acoso constante. Desde
1995, medio centenar de periodistas han tenido que marcharse de la isla.
Reporteros sin Fronteras (RSF) defiende a los periodistas encarcelados
y la libertad de prensa en el mundo, o sea el derecho de informar y estar
informado, en conformidad con el artículo 19 de la Déclaración
Universal de Derechos Humanos. RSF cuenta con nueve secciones nacionales
(Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Reino Unido, Italia,
Suecia y Suiza), con representaciones en Abidyán, Bangkok, Montreal,
Tokio y Washington, y con un centenar de corresponsales en el mundo. |