¿Crisis
energética en Cuba?
Miriam Leiva
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org) - Una fuerte campaña para
promover el ahorro de electricidad ha sido lanzada oficialmente por el gobierno
cubano, el que aduce las consecuencias de los embates del huracán
Michelle sobre el Sistema Energético Nacional.
En realidad, el atravesar la isla de sur a norte por su parte central, el
ciclón derribó gran cantidad de torres y tendido eléctrico
lo que se agravó por la desconexión de las partes occidental y
oriental, por lo que esas zonas del país no pudieron proveer energía
complementaria. Sin embargo, con anterioridad ocurrían apagones.
Hace años existe el programa de Ahorro Energético Cubano
(PAEC) pero actualmente se procede a medidas drásticas, según se
ha podido conocer por las disposiciones aplicadas en los centros de trabajo y
las divulgadas en el periódico Tribuna de La Habana el 18 de noviembre.
El Consejo de Administración Provincial de Ciudad de La Habana anunció
directivas muy detalladas para controlar a los grandes consumidores. Entre ellas
salir del pico y trasladar las cargas preferiblemente para horas de la
madrugada. Durante el pico, la capital de Cuba demanda la tercera parte de la
energía del país.
Para cumplir esas orientaciones, por ejemplo, la Dirección Provincial
de Comercio y Gastronomía insiste en la utilización de la luz
natural (solar) y la ventilación a través de ventanas, tragaluces
y vitrales, eliminando las modificaciones realizadas para el uso de la
climatización; prescindir de las resistencias eléctricas, cocinas
y mesas calientes; se exige la paralización de las pocas escaleras eléctricas
y de otros equipos de alto consumo energético; la paralización en
horario pico (de 6 a 10 p.m.) de los frigoríficos, equipos de bombeo de
agua y combustible.
Por su parte, la Unión Eléctrica ejecuta un programa de
contingencia energética entre cuyos objetivos está que cientos de
ingenieros y especialistas asesoren a las industrias a fin de promover la
eficiencia. Se enfatiza la necesidad de detener las producciones en horario pico
o el ajuste de producciones continuas al mínimo indispensable.
También los teatros Mella, Nacional , Hubert de Blanck, Fausto, El Sótano
y la Sala García Lorca del Gran Teatro de La Habana adaptaron sus
horarios, según informó el Consejo Nacional de Artes Escénicas.
Se especificó que estas medidas extraordinarias mantendrán su
vigencia hasta que finalicen las labores de reparación de las averías
ocasionadas en el sistema electroenergético nacional.
Entre los argumentos para incentivar el ahorro figuran la necesidad de
reducir el consumo en el sector estatal para proteger el servicio a la población
(40 por ciento del total), y que el Estado cubano gasta alrededor de un millón
de dólares diarios para producir la electricidad.
El huracán Michelle demostró la vulnerabilidad de Cuba en
tanto isla larga y estrecha. Pero, mucho más, hace pensar en su
dependencia externa respecto al suministro energético pues a pesar que la
mayor parte del combustible utilizado en generar electricidad se extrae en el país,
al parecer se carece de reservas para enfrentar la eventual imposibilidad de
realizar importaciones u otras contingencias.
Entonces, el aislamiento internacional que provocan las reiteradas
posiciones agresivas del gobierno de La Habana respecto a problemas mundiales
medulares o a políticas internas como la relativa a los derechos humanos,
cuestionada por la Unión Europea, entre otros, se acrecienta en el caso
Cuba por sus características geográficas, por la carencia de
recursos naturales suficientes y de fuentes energéticas alternativas, así
como por la agudizada crisis económica.
Si bien parece que el gobierno trata de encarar la actual situación y
evitar los prolongados cortes del servicio de electricidad del año 1993,
no puede descartarse el ulterior deterioro si no se logra la recuperación
económica en breve plazo.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
ya que el gobierno de Cuba no permite al ciudadano cubano acceso privado a
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