Mauricio Vicent | La Habana.
El País. España. Lunes, 19 de
noviembre de 2001
El huracán Michelle no sólo ha destrozado decenas de miles de
casas y ha obligado a evacuar a 700.000 cubanos a su paso por la isla, también
sus vientos de 215 kilómetros por hora han servido para abrir una rendija
al embargo. Pocas horas después del azote del Michelle, el Gobierno
norteamericano ofreció ayuda humanitaria a la isla, a lo que Fidel Castro
respondió que mejor que ayuda sería que EE UU permitiese por
primera vez a su país comprar directamente y al contado una serie de
alimentos y productos de primera necesidad para reponer las reservas utilizadas
en ayudar a las víctimas del huracán.
De forma inusualmente cortés, Washington respondió que sí,
que no había problema, y en otro gesto también inusualmente
educado, Castro dio el fin de semana la bienvenida a esta excepcional operación
comercial cubano-estadounidense, la primera en 40 años de embargo
comercial.
'En estas circunstancias se produce esto que, a mi juicio, es positivo',
dijo Castro en la madrugada del sábado, refiriéndose al proceso en
marcha para que Cuba pueda comprar millones de dólares en alimentos y
medicinas a EE UU en las próximas semanas. 'No dejamos de apreciar el
gesto. Lo cortés no quita lo valiente'', añadió.
La venta directa de alimentos y medicinas sería la primera operación
comercial entre los dos países en las últimas cuatro décadas.
Según se anunció en EE UU, el Gobierno cubano quiere adquirir
aproximadamente 30 millones de dólares en alimentos y también
medicinas para mantener sus reservas, que está agotando tras el paso del
huracán Michelle. La secretaria estadounidense de Agricultura, Ann
Veneman, afirmó que Cuba podría comprar maíz, trigo, soja,
aceite de soja, harina, manteca de cerdo y pollo, entre otros alimentos, y que
desea que los productos estén en sus puertos en diciembre.
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