Encuentro
baldío
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, noviembre (www.cubanet.org) - La reunión denominada "Encuentro
hemisférico de lucha contra el Area de Libre Comercio de las Américas
(ALCA)" se efectuó en La Habana del 13 al 16 de noviembre. Como era
de esperar, resultó un espectáculo destinado a demonizar el
esfuerzo que se desarrolla en el continente, con el concurso de todas las
naciones excepto Cuba, para crear el mercado común mayor del planeta con
un potencial de 800 millones de consumidores y una generación actual del
40 por ciento del producto interno bruto (PIB) creado a escala mundial.
Nadie puede discutir que un proceso de la magnitud del ALCA conlleva muchos
retos y deberá superar infinidad de obstáculos, entre ellos los
referentes a los asimétricos niveles de desarrollo existentes entre
Estados Unidos y Canadá por una parte, y el resto de los países
del continente por la otra.
De ahí que el debate de estos asuntos en un ambiente responsable y
constructivo, dirigido a la búsqueda de soluciones o variantes que sirvan
de soporte a las negociaciones, constituye un hecho positivo.
Sin embargo, en esta ocasión las distintas intervenciones de los
participantes se caracterizaron por ser parciales y carentes de objetividad. En
ellos prevaleció el primitivo antinorteamericanismo de siempre, a la
usanza de los viejos tiempos de la Guerra Fría, sin que por otra parte
fueran ofrecidas alternativas válidas.
Reiteradamente se acusó al ALCA de ser un nuevo instrumento de
Estados Unidos para anexarse el subcontinente, con lo que de paso se insultó
a todos los gobiernos de América Latina y del Caribe, incluido el aliado
venezolano, que suscribieron el pacto de acción para crear el ALCA en la
tercera Cumbre de las Américas en abril pasado, con la meta de concluir
las negociaciones a más tardar en enero de 2005.
Habrá que ver los efectos que esta acción tendrá en la
próxima oncena Cumbre Iberoamericana a celebrarse en Lima, Perú,
el 23 y el 24 de noviembre, cuando las máximas autoridades cubanas se
encuentren con sus homólogas.
Sorprende que en este encuentro se llame a la realización de
plebiscitos en todos los países de la región para la aceptación
del ALCA, nada menos que en Cuba donde se carece de democracia y las decisiones
trascendentales para el destino del pueblo rutinariamente se han tomado de
manera inconsulta.
Se debe recordar que en los años 70 Cuba fue integrada al Consejo de
Ayuda Mutua Económica (CAME), asociación formada en 1949 por países
de Europa del Este y la desaparecida URSS, sin que mediase una consulta popular
que avalara esa decisión del gobierno cubano. Asimismo, en octubre
pasado, el gobierno ruso decidió cerrar su base de escuchas de Lourdes,
ubicada en Cuba, y fue entonces cuando la mayoría de los cubanos supieron
acerca de la existencia de esa instalación militar pues, aunque se creó
en los años 60, ni siquiera se le había informado a la ciudadanía
de su presencia.
En naciones europeas se han efectuado varios plebiscitos sobre distintos
aspectos del proceso de integración en curso desde hace años en
ese continente. Medida sabia que ha estado precedida de abundante información
y amplios debates, lo que constituye una experiencia de gran utilidad para las
Américas.
Por ello, la propuesta de un ejercicio análogo podría tener
sentido si incluyera además una consulta al pueblo cubano, al que antes
se le debe informar sobre las nefastas consecuencias que le esperan si se crea
un área de libre comercio de las Américas en el que no le permitan
participar.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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