Karles Torra. La
Vanguardia Digital - España. 16/11/2001
Marta Valdés & Chano Domínguez
Intérpretes: Marta Valdés, voz; Chano Domínguez, piano;
Javier Colina, contrabajo; Guillermo McGill, batería Lugar y fecha:
Luz de Gas. Festival de Jazz de Barcelona (12/XI/2001)
Marta Valdés es una compositora de primer orden, cuya obra ha
traspasado géneros y fronteras. Sus canciones han estado en boca de los
intérpretes más destacados de la nueva trova cubana, han caminado
sobre las ruedas de las mejores orquestas caribeñas, y más
recientemente su "No te empeñes más" ha cobrado vida en
la flamante colaboración del jazzman estadounidense Charlie Haden con el
pianista Gonzalo Rubalcaba.
Fértil compositora, Marta Valdés parece en cambio bastante más
remisa a la hora de mostrarse en su faceta de intérprete.
Mucha fue la persuasión que tuvo que emplear el pianista gaditano
Chano Domínguez para convencerla de que volviera a los escenarios. Fruto
de este feliz encuentro artístico es el álbum "Tú no
sospechas", cuyo repertorio vertebró el concierto que ofrecieron
ambos el pasado lunes en el Festival de Jazz de Barcelona.
A modo de prólogo instrumental, el trío de Chano Domínguez
invocó a la gran Violeta Parra en una exultante relectura de su inmortal "Gracias
a la vida". Chano, Colina y McGill, a partir de la raíz popular, se
volcaron en la generación de un jazz preciosista, chispeante y efusivo.
Fue la antesala perfecta para recibir la presencia de una de los artífices
de la moderna canción cubana.
Con su voz reposada y queda, huyendo siempre del desgarro y la vana afectación,
Marta Valdés desgranó su cancionero de forma lúcida,
natural, en ocasiones casi al límite de la confidencia. La difícil
sencillez de su arte sin trampa ni cartón propició soberbias
interpretaciones, como en "¿Hacia dónde?", un bolero con
las ventanas abiertas a la improvisación que desató la líri-ca
incontenible del contrabajista Javier Colina en un solo bueno a llorar.
Voz personalísima
Marta Valdés también quiso recordar al recientemente
falleci-do Frank Emilio, máximo impul-sor del filin, un movimiento de
canción sentimental que arrasó en la Cuba de los años
cuarenta. Todo un clásico de su orquesta como "Mi ayer" volvió
a hacer estragos en la voz personalísima y sincera de Marta Valdés.
Decididamente, estamos ante una artista diferente y que enamora, tanto por
sus textos como por su manera de cantarlos. La otra noche se ganó sin
reservas la complicidad y el corazón del numeroso público que había
en la sala Luz de Gas. Y lo hizo por la vía de la verdad, con la difícil
sencillez por bandera.
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