Suspenden
operaciones quirúrgicas por falta de sangre
LA HABANA, 13 de noviembre (Regina del Sol, AIDH / CubaNet) - Por falta de
sangre para las transfusiones que requiere este tipo de tratamiento médico
fueron suspendidas las operaciones en el hospital clínico quirúrgico
Joaquín Albarrán
Pablo Praga, de Güines, llegó el miércoles pasado a este
hospital con gangrena en el único miembro inferior que tiene. Praga fue
remitido por los médicos de ese poblado de La Habana, y se decidió
amputarle un dedo.
Sin embargo, Praga no pudo ingresar porque no había cama disponible,
según le informaron. Lo citaron para que ingresara cinco días
después, o sea, el 12 de noviembre.
La hermana de Praga declaró: "Por culpa del burocratismo y del
mal trabajo del Ministerio de Salud Pública cubano mi hermano perderá
la pierna completa, porque ya el pie está completamente infectado de
gangrena. Ahora ya no le amputarán un dedo, sino la pierna por encima de
la rodilla".
La mujer explicó que a Praga le cortaron anteriormente uno de sus
miembros inferiores porque es diabético y no pudo llevar una dieta
adecuada.
La operación de Praga fue planificada para hoy 13, pero la fuente
explicó que tuvieron que hacer una cola de más de veinte personas
que pretendían ingresar, otra para análisis de rutina. Por último,
después de hacer también la fila del banco de sangre donde se
entrega el papel en que consta que la familia del enfermo donó la sangre
necesaria, requisito indispensable para ser admitido como ingresado, el cirujano
les informó que no era seguro que pudieran operarlo porque no había
sangre en el banco.
"El cirujano nos informó que el carro que se ocupa de
transportar la sangre regresó del banco sin nada porque no hay sangre en
el banco central", precisó la mujer.
La operación de Praga fue postergada para el jueves.
"El dolor de Praga aumenta y cada hora que pasa será un pedazo
de su cuerpo que perderá, si no pierde la vida en esta oportunidad",
apuntó la hermana del enfermo.
Al preguntar dónde está la sangre donada por la familia de
Pablo Praga, empleados del hospital se limitaron a decir: "Esto es un
proceso".
El caso de Emilio, de 70 años, es más grave aún. El
pasado día 8 trató de ingresar en el Joaquín Albarrán,
adonde llegó con gangrena en uno de sus pies, pero ayer fue que hubo
espacio para él y ya la infección le llega a la altura de la
cadera.
Emilio es viudo, no tiene hijos, sólo una cuñada que es quien
lo atiende y que declaró: "No sé hasta dónde tendrán
que amputarle".
A las cuatro de la tarde aún no se había solucionado el
problema y ambos pacientes esperaban por la intervención quirúrgica.
Este hospital está ubicado en la intersección de las avenidas
Boyeros y 26, en la capital cubana.
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