¿Hasta
dónde llevarán a Don Liborio?
Héctor Maseda, Grupo Decoro / CubaNet
LA HABANA, noviembre - Fidel Castro declaró que la brusca reducción
del turismo internacional tras los atentados terroristas del 11 de septiembre en
Estados Unidos ha significado un golpe a la economía cubana, porque este
sector es el mayor recaudador de divisas que posee el país.
En el discurso, pronunciado el 23 de octubre en Santiago de Cuba, Castro
reconoció que la nueva situación provocará sacrificios
adicionales a la población y posibles recortes en las inversiones y
gastos de la nación.
Por su parte, el ministro de la industria turística, Ibrahim
Ferradaz, en conferencia de prensa admitió que los polos turísticos
más afectados se encuentran en la capital del país y en Varadero
(provincia Matanzas), que 20 de los 225 hoteles que hay en Cuba están
cerrados y otros sólo tienen en función alguno de sus pisos o áreas.
En otra parte de su intervención, Ferradaz aclaró que decreció
la ocupación habitacional en los meses de septiembre y octubre de 2001 en
5 y 13 por ciento, en comparación con igual período de 2000.
Sin embargo, fuentes que no pueden ser identificadas aseveraron que
alrededor del 90 por ciento de las capacidades hoteleras de Varadero están
cerradas por el reducido turistas extranjeros que llegan a esta zona de Cuba.
Otro perfil del problema es que proyectos destinados al turismo, que se
encuentran en diferentes fases de ejecución, sigue demorándose su
terminación lo cual encarece el presupuesto final de esas inversiones.
El ejemplo más reciente de este fenómeno es el complejo turístico
Jardines del Rey, en Cayo Coco, provincia Ciego de Avila, con 3,200 habitaciones
en explotación, 1,036 en construcción y dos mil en preparación.
El secretario ejecutivo del Consejo de Ministros, Carlos Lage, se reunió
en esa localidad con inversionistas y ejecutores para analizar cómo
marcha el trabajo. En las conclusiones del encuentro se señaló que
existen deficiencias en la preparación técnica del personal y
demoras en los plazos de entrega, dificultades en la contratación de los
suministros y pérdidas de materiales por deterioro, inadecuada manipulación
de los medios y desvío de recursos.
El sector del turismo es considerado por el gobierno como la locomotora de
la economía que arrastra al resto de las esferas productivas y de
servicios, esto significa que la crisis actual no sólo afectará a
los 86 mil trabajadores del ramo sino también a los 4,5 millones de
cubanos que laboran en otros sectores, incluyendo a los trabajadores por cuenta
propia.
Las declaraciones del titular del turismo causarían risa si no
encerraran tan malas noticias para el pueblo. Él mismo dijo recientemente
que de los ocho mil asalariados del turismo afectados unos serían
enviados a sus hogares por vacaciones acumuladas, y a otros, con el 60 por
ciento de sus salarios mensuales, se les reubicaría en cursos emergentes
de recalificación, en labores de remodelación y reparación
de sus centros o en obras sociales o de higienización para no afectar aún
más las menguadas economías familiares.
Pero, ¿qué pasará con los 4,5 millones de trabajadores
restantes? ¿Se les podrá aplicar las mismas soluciones que
recomienda el ministro Ferradaz para sus empleados? ¿El Estado cubano
asumirá las tremendas erogaciones que implica subsidiar a millones de
personas sin empleo y que deben vestirse, calzarse, alimentarse, sin que
produzcan nada ni presten servicios a la sociedad? ¿Pensó el
gobierno lo que significa para el país emitir mensualmente cientos de
millones de pesos para cubrir salarios sin producción de bienes que los
respalde? ¿Se consideraron seriamente las consecuencias inflacionarias que
pueden acarrearle a la economía del país semejantes disposiciones?
Analistas independientes consideran que las medidas que se adoptan no son
buenas, sino que constituyen una "finta" del ministro.
En poco más de quince días la administración del país
subió la cotización del cambio de moneda de 22 pesos a 26 por dólar,
en lo que es considerado por algunos un vano intento por estimular a los
ciudadanos que posean dólares a vendérselos al Estado, y sacó
de servicio por 70 días a la termoeléctrica Antonio Guiteras,
productora del 20 por ciento de la energía que consume el país.
Con esta decisión se ahorrará algunos cientos de miles de dólares,
pero no solucionarán la crisis económica. Sin embargo, aumentarán
los cortes del servicio eléctrico en todo el territorio nacional, lo que
elevará el malestar de los ciudadanos.
También las remesas familiares se reducen debido a la crisis económica
que avanza en Estados Unidos, de manera que las brisas que se producen en el
norte se hacen sentir como fuertes tempestades en la frágil economía
cubana. ¡Y después afirman que no dependemos del país vecino!
Así las cosas, en los agromercados, supermercados, tiendas
recaudadoras de divisas y demás centros comerciales se observa lo mismo:
decrecen las ofertas y se reduce el número de clientes con dólares
en su poder.
Lo cierto es que aún sin recuperamos de la crisis provocada por la
desaparición del bloque socialista, llamada "período especial"
por el gobierno, ya sentimos los primeros embates de otra crisis económica
que se acerca. ¿Hasta dónde llevarán a Don Liborio?
Nota - Liborio: personaje mítico, caricaturizado
en la prensa republicana (1902-1958) que representaba satíricamente al
pueblo de Cuba en sus tribulaciones.
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