Ludmila Vinogradoff | Caracas.
El País. España, domingo, 27
de mayo de 2001
"A mí me tiraron al suelo y unas 30 personas me liaron a golpes",
cuenta dolorida Irma Maez al relatar el motivo de la agresión: "Cuando
vi que los chavistas [partidarios del presidente venezolano, Hugo Chávez]
quemaban la bandera de EEUU, yo les arrebaté la cubana".
Irma Maez, miembro del Frente Institucional Militar (FIM), fue una de las
dos mujeres golpeada en la manifestación que tuvo lugar ayer ante la
Embajada de Cuba en Caracas para protestar por la cubanización de
Venezuela. La primera mujer recibió una pedrada en la cabeza -que le
produjo una herida sin gravedad- y que sirvió para crear tensión
en la concentración. Ésta fue disuelta finalmente por los
chavistas con petardos.
La manifestación de protesta contra la cubanización fue
convocada hace un mes por Fuerza Solidaria, que dirige el ex candidato
presidencial Alejandro Peña Esclusa y apoyada por fuerzas opositoras,
como la Coordinadora Acción Cívica.
La protesta contra la cubanización ante la Embajada de Cuba, ubicada
en la caraqueña urbización de Chuao, para denunciar el proceso que
intenta imponer el Gobierno de Hugo Chávez con los médicos,
maestros, entrenadores deportivos y militares cubanos en Venezuela fue
autorizada por el alcalde de Baruta, Henrique Capriles, el pasado 7 de mayo.
El alcalde Capriles señaló que había desautorizado la
marcha del Instituto Venezolano Cubano de Amistad porque fue solicitada
posteriormente, el 22 de mayo, para evitar violencia frente a la embajada
cubana. Sin embargo, el ministro del Interior, Luis Miquilena, apoyó la
solicitud del embajador cubano Germán Sánchez Otero de enviar a
los chavistas para defender la postura oficial.
Aunque la marcha gubernamental estaba prohibida, los dos bandos de
activistas, que no pasaron de 1.000 personas, chocaron entre sí,
reflejando la división creciente de la sociedad, la de venezolanos contra
venezolanos. Nunca en los últimos 42 años se había visto
que los venezolanos protestaran contra el régimen cubano ni contra Fidel
Castro.
En declaraciones a este diario, el embajador Sánchez Otero acusó
al promotor de la protesta, Alejandro Peña Esclusa, de dirigir una
supuesta campaña de xenofobia financiada por el anticastrista Salvador
Romaní en Miami y aseguró que en la manifestación ante su
sede diplomática "habrá muchas sorpresas", como en
efecto ocurrió al día siguiente. Por su parte, Peña Esclusa
dijo que "con Chávez manda Fidel".
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