Mauricio Vicent | La Habana.
El País. Viernes, 25 de mayo de 2001
El ministro de relaciones Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque,
expresó ayer su "apoyo fervoroso" al proyecto de "ley de
solidaridad" en favor de las organizaciones de disidentes cubanas que fue
presentado esta semana en Estados Unidos por el senador republicano Jesse Helms,
de Carolina del Norte, y el senador demócrata Joseph Lieberman, de
Connecticut.
De ser aprobada, la legislación concedería 100 millones de dólares
para financiar las actividades de los grupos disidentes cubanos. "Cuba",
dijo el canciller en tono irónico, "apoya este esfuerzo enfáticamente
y anima a la administración de Estados Unidos a que lo lleve a la práctica".
Roque aseguró que, de todas formas, poco recibirán los
disidentes y "contrarrevolucionarios" de la isla de este dinero, pues
la mayor parte se repartiría en Miami, donde esta el auténtico
cogollo del negocio anticastrista.
Marionetas y mercenariosHablando después más seriamente, en el
transcurso de una conferencia de prensa realizada ayer en La habana, el ministro
de Exteriores cubano aseguró que el proyecto que trata de impulsar el
senador Jesse Helms -autor también de la ley Helms-Burton- sirve para
poner de manifiesto cual es la política y los verdaderos objetivos de
Estados Unidos en Cuba, y cómo los que se prestan a hacerle el juego
dentro de la isla son simples "marionetas" y mercenarios a su
servicio.
"Ante esto", dijo Roque, "a Estados Unidos no le debe caber
la menor duda que Cuba tiene un firme compromiso con la soberanía
nacional y que las hará respetar con todos los medios a su alcance",
fundamentalmente, las leyes que penan de forma muy severa a quienes reciben
dinero del Gobierno de Estados Unidos con la finalidad de subvertir el orden
interno en Cuba.
Es de destacar que conocidos opositores cubanos al Gobierno de Fidel Castro,
como el disidente socialdemócrata Elizardo Sánchez, han expresado
su rechazo público a la iniciativa Helms-Lieberman, por considerar que ésta
da justo al Ejecutivo cubano los argumentos necesarios para estigmatizar a la
oposición y combatirla con más dureza.
El canciller cubano se refirió también al presidente
norteamericano George W. Bush y a su reciente encuentro con un grupo de 200
exiliados cubanos en la Casa Blanca, coincidiendo con el 99 aniversario de la
independencia de Cuba, acto al que asistieron altas figuras de la Fundación
Nacional Cubano Americana.
Roque criticó duramente dicho encuentro y aseguró que el
presidente norteamericano "no sabía de lo que hablaba". "Bush
no entiende absolutamente nada de lo que pasa en Cuba", dijo Roque, y, además,
Cuba no esta dispuesta a reconocer la autoridad moral de una persona que "fue
elegida en unas elecciones amañadas y fraudulentas", en gran parte
por la "mafia" cubanoamericana.
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