Publicado el 25 de mayo de 2001 en el
El Nuevo Herald
La Habana la advierte a Washington que se enfrenta a una "guerrilla''
Agence France Presse. La Habana.
El canciller cubano Felipe Pérez Roque advirtió ayer al
presidente de Estados Unidos, George Bush, que con Cuba se enfrenta a una "guerrilla''
que no se amedrenta con un "lenguaje amenazante'', en una reacción a
declaraciones e iniciativas de Washington contra la isla.
"La sorpresa es el arma principal de los guerrilleros y nosotros somos
una guerrilla que enfrenta la agresión'' de Estados Unidos, declaró
en rueda de prensa el canciller al afirmar que para Bush "Cuba no va a ser
un tema fácil''.
Bush "se equivoca si considera que un lenguaje amenazante sirve (...)
para Cuba'', agregó el canciller y aseguró que "no tenemos la
menor intención de rendirnos ni renunciar a nuestra independencia''.
Estados Unidos "ha perdido su guerra'' contra la isla, indicó Pérez
Roque.
La semana pasada, en una ceremonia en la Casa Blanca en celebración
de la independencia de Cuba en 1902, Bush dijo que se opondrá a "cualquier
tentativa de flexibilización de las sanciones'' contra la isla hasta que
se celebren "elecciones libres y democráticas''.
Además, Bush expresó su apoyo a un proyecto de ley que prevé
financiar con 100 millones de dólares a la oposición cubana.
"Nuestra reacción es de estupefacción y asombro. No creíamos
posible que el presidente Bush pudiera hablar tanto rato sin decir nada
coherente'', dijo Pérez Roque, al asegurar que Cuba no le reconoce "autoridad
moral'' a un mandatario surgido de unas "elecciones amañadas y
fraudulentas''.
Sobre la iniciativa norteamericana de financiar a la oposición cubana
con $100 millones, Pérez Roque señaló con ironía que
La Habana apoya "fervorosamente'' ese proyecto, pues con ello quedaría
demostrado lo que Cuba ha denunciado durante años sobre la política
deWashington.
Pocas esperanzas de hallar al balsero que saltó al mar
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
El balsero cubano que presuntamente saltó de un escampavías
estadounidense para evitar la repatriación podría haber fallecido
en el mar, aunque las autoridades no descartan aún las posibilidades de
sobrevivencia.
"Creemos que no sobrevivió, pero nadie puede determinarlo con
certeza'', dijo ayer Dane Warr, portavoz del Servicio Guardacostas en Miami poco
después de que esa entidad suspendiera la búsqueda de Fernando Díaz
Morales.
El Servicio Guardacostas detuvo al mediodía de ayer la exhaustiva
pesquisa que, durante 26 horas, fue desplegada por tres helicópteros y
dos escampavías, en un área de 750 millas cuadradas.
Aparentemente Díaz Morales, de 30 años y natural de La Habana,
se lanzó al mar desde la embarcación Key Largo, el pasado martes,
a dos millas de Dry Tortugas.
El joven inmigrante había sido interceptado por los guardacostas a 20
millas de Pompano Beach, a bordo de una balsa donde viajaban otros siete
cubanos. Todos ellos formaban parte de un grupo que las autoridades deportaron
el miércoles por el puerto de Cabañas, al oeste de la capital
cubana.
Fue en ese momento del desembarco en territorio cubano cuando las
autoridades se percataron de la ausencia de Díaz Morales, pues los
repatriados sumaban sólo 23.
"Resultó una operación muy difícil, pues recibimos
la noticia por boca de los otros inmigrantes cuando ya habían
transcurrido unas 24 horas de que se produjera la fuga'', señaló
Warr.
El funcionario señaló que cuando fue suspendida la búsqueda,
ya se había rebasado el período de probable sobrevivencia en el
agua. No se especificó si Díaz Martínez saltó al
agua con el salvavidas que tradicionalmente se entrega a los viajeros en los
escampavías.
Una división del Servicio de Guardabosques había emprendido
también un rastreo en Dry Tortugas, un islote norteamericano situado a 70
millas de Cayo Hueso. Pero tampoco se encontró ninguna pista del
fugitivo.
Las únicas alternativas de sobrevivencia serían que Díaz
Morales se haya escondido o lo haya recogido alguna embarcación que
transitaba por la zona.
El Servicio Guardacostas notificó de inmediato el caso a las
autoridades cubanas, que aún no se han pronunciado al respecto.
Un caso similar al de Díaz Morales se había producido en 1998,
cuando un balsero intentó evitar la repatriación saltando al mar
desde un escampavías, pero poco después su cadáver fue
hallado en las proximidades de Cayo Hueso.
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