Treinta y
ocho años de espera por los derivados
Víctor Rolando Arroyo, UPECI
PINAR DEL RIO, mayo - Treinta y ocho años es tiempo más que
suficiente para consolidar cualquier proyecto en desarrollo. Al cabo de este
tiempo muchos cubanos se preguntan dónde está la diversificación
de la industria azucarera que el gobierno prometió luego que se hizo del
dominio absoluto de más de 150 centrales.
Pero el asunto de obtener derivados no es idea de los dirigentes
revolucionarios. Antes de 1959 se obtenían elevadas cifras de alcoholes,
de gran demanda doméstica en aquella época, así como una
amplia variedad de rones y aguardientes.
El azúcar que se vendía en el mercado interno era de excelente
calidad en sus dos formas tradicionales, cruda y refino, y sólo el poder
adquisitivo regulaba el consumo.
¿Qué ha pasado en los últimos 38 años, en que
millones de pesos del presupuesto nacional y otras sumas aportadas por
organismos internacionales se han destinado a la diversificación
azucarera?
El gobierno se ufana de producir 16 tipos de azúcares, pero a los
comercios donde compra el pueblo sólo llega un tipo de azúcar de
malísima calidad, húmeda y llena de materias extrañas.
El precio de un litro de ron, de pésima calidad, equivale al salario
de dos días del trabajador promedio cubano, mientras que una cerveza es
casi igual al sueldo de un día.
Cuántos cubanos, en medio del verano, quisieran tomar un refresco
cuyos componentes principales son CO2 y azúcares, pero no pueden hacerlo
porque el costo de ese tipo de bebida sobrepasa lo que gana en un día.
Diferentes tipos de cartones se pueden obtener del bagazo de caña,
pero no hay envases para los pocos productos que se le vende a la población.
La mayoría de los hogares, escuelas e instalaciones de Salud Pública
carecen de un mobiliario adecuado, pero no se fomenta la producción de
ellos a partir de los derivados del bagazo de caña, y éste muchas
veces se desecha.
Por qué nuestros hijos tienen que pagar 50 centavos de dólar
por una libreta escolar -se preguntan muchos cubanos- si del bagazo se puede
obtener papel para fabricarlas en el país.
El gobierno de Cuba no es capaz de diversificar la industria azucarera, ni
de usar correctamente los recursos del país, ni de realizar prácticamente
nada que sea útil para la sociedad. Esta incapacidad se debe al
voluntarismo de sus dirigentes.
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