El Imparcial,
mayo 23, 2001.
La Habana, 21 May (Notimex).- El diario Granma, del gobernante Partido
Comunista de Cuba, exigió hoy al presidente de Estados Unidos, George W.
Bush, dejar de interferir en los asuntos internos de la isla y criticó su
apoyo a los grupos de la disidencia interna.
En un artículo titulado "Ratoncitos en la parrilla", el
diario comentó este lunes el discurso del Presidente estadunidense en un
acto el pasado viernes en la Casa Blanca para celebrar el 20 de mayo ante un
enardecido auditorio de origen cubano.
Esa fecha, en que los exiliados festejaron la independencia de Cuba de España,
Bush dijo que la oposición al gobierno de Castro seguirá hasta que
La Habana libere a sus prisioneros políticos, celebre elecciones libres y
democráticas y permita la libertad de expresión.
Granma indicó que Bush proclamó una vez más su intención
de entrometerse en los asuntos internos de Cuba al continuar actuando segun los
deseos de los exiliados anticomunistas, ante unas decenas de los cuales el
gobernante exclamo "Viva Cuba Libre¡".
Para el vocero oficial, el discurso en la Casa Blanca "tuvo como
pretexto una falsedad. La celebración de "día de la
indepdencia de Cuba", lograda según la versión de Washington
el 20 de mayo de 1902" tras la intervención militar norteamericana
de 1898.
"Bush confirmó el viernes que está dispuesto a pagar los
sucios favores que le prestaron en las elecciones los pandilleros de origen
cubano de Miami", dijo Granma al comentar su advertencia de que mantendra
la línea dura contra el régimen de Fidel Castro.
El periódico rechazó también otras declaraciones del
Presidente norteamericano como de que apoyará leyes como la de la
Solidaridad Cubana, la cual estipula conceder 100 millones de dólares a
los opositores a Castro y los grupos independientes de la isla.
Según Granma, con esa ley frieron en parrilla a los grupitos "independientes"
que mueven aquí, y "cuyo caracter de ratoncitos de la política
norteamericana hacia Cuba y de anexionistas de sexta categoría, ha
quedado más en evidencia que nunca".
En la ceremonia en la Casa Blanca, que para muchos ilustró cierta
recuperación de la influencia politica de los grupos anticastristas, Bush
dijo que "Nuestra meta no es tener un embargo contra Cuba, sino libertad en
Cuba".
Granma dijo que Bush respondió a las nueve resoluciones de la ONU
contra el embargo económico a La Habana con su declaración de que "mi
administración se opondrá a cualquier intento por debilitar las
sanciones contra el gobierno de Cuba y combatirá tales intentos". |