Con un salario promedio de 11 dólares mensuales
(220 pesoscubanos), y sin la esperanza de lograr ingresos mayores, los cubanos
han optado por otra forma de allegarse recursos económicos adicionales: "resolver".
Resolver es conseguir, pero sobre todo es sobrevivir más allá de
las posibilidades y los límites que fija el Estado. Es, en sí,
hacer pequeños negocios en lo oscurito, en el mercado negro
Alejandro Lelo de Larrea. Enviado..
El Universal. México.
Mayo 10, 2001
LA HABANA, Cuba.- Desde hace 14 años, todos los días, don
Gustavo Alonso sale de su casa para sortear las inclinadas calles de esta
capital con un triciclo de carga, en el que recorre tiendas y oficinas del
estado, para recoger la mayor cantidad de cartón posible.
Y lo lleva a su casa, en la calle de Indio número 506, donde lo
almacena hasta que, una o dos veces por semana, un camión de carga
estatal pasa para llevarlo a la central de reciclaje.
Por ese trabajo, seis días a la semana, en que recolecta entre 200 y
300 kilogramos de cartón cada día, desde las siete de la mañana
y hasta las cinco o seis de la tarde, Gustavo Alonso es remunerado con 128 pesos
cubanos mensuales, algo así como 6.5 dólares.
"Además de mi salario, 2% de todo lo que se venda de cartón,
nos lo reparten a todos los recolectores, que somos como diez", dice don
Gustavo, hoy con 67 años de edad a cuestas.
La empresa recuperadora de cartón vende la tonelada a 15 pesos
cubanos a otra empresa estatal responsable del reciclaje. "A veces me dan
100 pesos, otras un poco menos, de mi porcentaje".
Y aunque don Gustavo percibe como máximo 230 pesos cubanos al mes
(10.5 dólares, aproximadamente), dice no pasar hambre, aunque prácticamente
todos los días usa la misma ropa.
Habita entre cartones, costales de basura, al menos dos millares de botellas
de colección e imágenes contradictorias entre sí, como el
Papa, Fidel Castro, el Ché Guevara, Camilo Cienfuegos, el niño Elián,
Buda, Jehová, Jesucristo, pero el hombre tiene segura la vivienda.
Además, el gobierno cubano le surte su libreta (un pequeño
cuaderno de cinco por tres pulgadas), el documento más cuidado por los
cubanos, pues en ella están anotados los nombres y edades de cada
integrante de la familia, así como los satisfactores que les entregan mes
con mes: arroz, pan, frijol, leche a menores de 7 años, huevos, carne de
soya, jabón.
En ese mismo periodo, don Alonso paga 1.5 pesos de agua y gas por persona; "cinco
pesos de luz, pero desde que tengo mi televisión (un pequeño
aparato en blanco y negro) pago seis o siete". No tiene teléfono,
pero en Cuba, sin largas distancias, pagar un dólar ya es mucho.
Foto: Francisco L Gómez/El Universal
- ¿Entonces, resuelve todas sus necesidades?
- A veces me llega a faltar algo, aceite, jabón, carne, o ropa, pero
estoy a gusto. Lo único que me falta es poder ir a España, quiero
que alguien me envíe la invitación y el dinero. Allá tengo
familia, mi padre, Manuel Alonso Iglesias, era de Orense, España.
* * *
El ingreso promedio de los cubanos es de 11 dólares mensuales. (220
pesos cubanos), aunque el monto de los salarios fluctúa entre 120 pesos
cubanos (el mínimo) y 450 pesos mensuales, como en el caso de un científico
con doctorado.
Y ni quienes laboran en empresas de inversión extranjera o con la
diplomacia tienen una mejor retribución económica. Existen dos
empresas, Cubalse y Acorec, propiedad estatal, donde contratan a los cubanos que
laborarán, en el primer caso, con la diplomacia; en el segundo, con las
empresas de inversión extranjera.
"El gobierno actúa como una es\pecie de capataz gigantesco de
esclavos. Hay inversionistas extranjeros que vienen a buscar mano de obra como
no la tienen en otro lado. La empresa entrega hasta mil dólares a Cuba
por trabajador calificado, pero el gobierno paga al trabajador el equivalente, a
lo más, 20 dólares al mes. Se queda con el resto. A ese grado es
la explotación", cuenta Elizardo Sánchez, el más
prominente defensor de los derechos humanos en Cuba.
Y sigue: "El gobierno justifica y dice que es para financiar los gastos
sociales, es engañista. Este gobierno tiene dos grandes prioridades: sus
poderosas maquinarias de propaganda y represión, la interna y la externa".
El segundo enorme gasto del gobierno cubano, explica Elizardo Sánchez,
"es la nomenclatura, la burocracia plena. Es como un elefante".
Además, "el trabajador cubano no puede protestar, es el más
obediente y desamparado de este hemisferio. Los sindicatos en Cuba son como un
ministerio más, los trabajadores no pueden protestar. La gente siempre
anda bajando la cabeza y los capitalistas de plácemes aquí",
acusa Sánchez Santa Cruz.
* * *
Ante sus bajos ingresos económicos, el grueso de los cubanos busca
recursos adicionales para sobrevivir. A ello le llaman "resolver".
Elizardo Sánchez explica lo que significa el término en la
vida cotidiana. "Significa conseguir cosas o sobrevivir fuera de los límites
estrechos que fija el estado".
Y ejemplifica: "De pronto quiero comprar un pollo o algo en una tienda
y no lo hay. Voy por detrás y digo lo que quiero. Quizá lo compro
más caro, pero resuelvo esa necesidad, y a la vez el que me lo vende ha
resuelto otra carencia".
Frente al mercado de artesanías, sobre la calle 23, entre las calles
N y O, en la colonia El Vedado, zona turística de la capital, Julio y
Alexander, un mestizo y un mulato, acechan a todo el que se acerca a preguntar o
comprar. "Qué quiere que le resuelva: puros, Cohiba, Montecristo 4,
cigarros, ron Habana Club tres, cinco, siete y hasta 15 años (el último
no existe), PPG. Vales de gasolina, una chica, taxi particular, quiere ir a un
paladar
".
Experto en el mercado negro, Julio sonríe, deja ver su diente de oro
y plantea: "Dime tú qué buscas. Te voy \a resolver los Cohiba
Espléndidos, los que fuma el comandante Fidel, en 50 dólares la
caja con 25. Si tu vas a la tienda, te cuestan 380 dólares".
- ¿Y porqué tan baratos?
- Porque son resueltos. Un amigo trabaja en la fábrica y de ahí
los saca.
- ¿Ah, son robados?
- No, robados no, resueltos.
En las leyes cubanas, sustraer productos propiedad del Estado no está
tipificado como un delito. Le llaman resolver. Si los descubren haciéndolo,
los despiden del trabajo y si mal les va, les imponen una multa.
Julio sigue explicando: "Mira mexicano, aquí todo mundo
resuelve, no tienes otra opción. El que trabaja en el taxi del Estado,
apaga el taxímetro, te arreglas con él, te cobra la mitad, y los
dos resuelven: él se lleva un dinero y tú lo ahorras. ¿Me
entiendes?".
Cuenta que el PPG-5, un medicamento que descubrieron los cubanos, cuyo
efecto terapéutico ayuda a reducir el colesterol y destapar las arterias
-aunque lo ofrecen como un producto que incrementa la potencia sexual a los
hombres-, también lo sustraen de los laboratorios o las farmacias.
En las farmacias, una caja de PPG-5 con 40 pastillas cuesta 20 dólares.
En el mercado negro se consigue en cuatro o cinco.
- ¿Y tú trabajas? -se cuestiona a Julio.
- No. Trabajaba en un mercado pero me botaron porque me cogieron resolviendo
unas botellas de ron.
* * *
- ¿Es cierto que casi 100% de los productos que venden en la calle es
falso? -se le pregunta a Enrique, un hombre que tiene un puesto en el mercadito
de artesanías.
- Sí, pero mira chico, cómo vas tú a creer que yo te
vendo algo falso. Yo aquí siempre estoy y puedes venir a decirme que te
vendí mal. Pero no le compres a los jineteros (quienes ofrecen en las
calles productos del mercado negro).
El hombre ofrece una caja de puros Montecristo 4, a 20 dólares. "Son
los que fumaba el Ché. Y si te los llevas yo te regalo un billete firmado
por el Ché".
* * *
Al volante de un automóvil Lada, con placas de piquera (Estado) un
hombre ofrece dar una botella aventón). No pide dinero, pero dice que
necesita dos dólares, la mitad de lo que cobraría un taxi normal,
para resolver un aceite.
En un taxi habrían sido cuatro. Ambos han resuelto. Empleado del
departamento de informática en el Ministerio del Azúcar, el
taxista fortuito dice que, como casi todo el cubano, apenas sobrevive.
- ¿Y usted, qué resuelve de su trabajo?
- Cupones para gasolina. Si quieres ahorita te resuelvo unos.
El litro de gasolina especial cuesta un dólar; la normal, 90
centavos. El hombre ofrece a 5 dólares vales que equivalen a 10 litros de
gasolina, cuyo costo normal es de 9 dólares.
* * *
Aquí, en las calles de La Habana vieja también hacen su
luchita las doñas, vendedoras de dulces de menta: a peso cubano.
Pero también las decenas que, casi 24 años después de
su muerte, y cinco de que su cadáver fue traído a Cuba, viven de
la imagen del Ché Guevara.
Venden al Ché los artesanos: bustos, grabados en madera y cuero. Una
y otra vez ofrecen monedas de 3 pesos cubanos de circulación vigente,
cuyo valor real es de unos 15 centavos de dólar. Como en ellas figura el
rostro del Ché y son escasas, las comercian a un dólar.
Dos gemelas, que apenas alcanzarán la mayoría de edad cubana
(16 años) caminan con una bolsa de Liverpool. En forma discreta, entran
en un restaurante para turistas. Abren la bolsa junto a los comensales y ofrecen
flores de plástico, hechas por ellas, a un dólar.
- ¿Y por qué las traen escondidas en esa bolsa?
- Porque si nos ve la policía nos echa presas. O si bien nos va y
escucha nuestras súplicas, nada más nos |