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aniversario de la proclamación de la Virgen de la Caridad del Cobre como
Patrona de Cuba
Pedro Crespo, Grupo Decoro
LA HABANA, mayo - La historia de nuestra querida Isla está
providencialmente unida al nombre de María. Ya en 1604, año en que
apareció la imagen de la Virgen de la Caridad en la Bahía de Nipe,
la madre de Dios se escogió un lugarcito entre las montañas y las
palmas de Oriente, desde donde bendice a toda Cuba. De aquella fecha para acá,
creyentes de todos los estratos del pueblo se han postrado ante la sagrada
imagen. La Virgen nos ha acompañado a lo largo de todos estos años
compartiendo con nosotros las alegrías y las penas.
No es de extrañar, entonces, que nuestros veteranos mambises también
profesaran gran amor a La Virgencita del Cobre. Una imagen o estampa de la amada
Madre nunca faltaba en los bohíos de los cubanos que luchaban por la
independencia. El mismo General Calixto García, cuando su entrada en la
ciudad de Santiago de Cuba fue impedida por las tropas norteamericanas en agosto
de 1898, mandó a su Estado Mayor a la iglesia de El Cobre para pedir que
rezara un Te Deum (acción de gracias a Dios) y proclamar el fin de la
guerra.
Pero sin lugar a dudas, el gesto más amoroso de esta tierra hacia la
Virgen Mambisa lo efectuaron los veteranos de la independencia cuando en 1915,
reunidos en El Cobre, pidieron al Papa Benedicto XV que proclamase a la Santísima
Virgen de la Caridad patrona de la joven República. En la carta al Sumo
Pontífice, fechada el 24 de septiembre, los valientes patriotas
expresaron: "No pudiendo ni los azares de la guerra, ni los trabajos para
librar nuestra subsistencia, apagar la fe y el amor que nuestro pueblo profesa a
esa Virgen venerada, antes al contrario, en el fragor de los combates y en las
mayores vicisitudes de la vida, cuando más cercana estaba la muerte, o más
próxima la desesperación, surgió siempre como luz
disipadora de todo peligro, o como rocío consolador para nuestras almas,
la visión de esa Virgen, cubana por excelencia, cubana por el origen de
su secular devoción, y porque así la amaron nuestras madres
inolvidables, así la bendicen nuestras amantes esposas, y así la
han proclamado nuestros soldados, orando todos ante ella para la consecución
de la victoria, y por la paz de nuestros muertos inolvidables (...)".
Termina la misiva con innumerables firmas entre las que están las del
Mayor General Jesús Rabí, el teniente Coronel Arturo Villalón,
el Comandante Antonio Santa Cruz Pacheco, el Brigadier Tomás Prado Griñán
y muchos más.
El 10 de mayo de 1916 el Papa Benedicto XV proclamó Patrona de Cuba a
la que desde siglos venía cuidando con entrañable amor esta
tierra.
Ochenta y cinco años han pasado desde ese gozoso hecho, pero los ojos
de los cubanos aún siguen dirigiéndose esperanzados hacia la Madre
del Amor. Damos gracias a Dios por este inapreciable regalo. Que la Virgen de la
Caridad, Patrona de Cuba, derrame sus abundantes bendiciones sobre todos los que
la invocan con fe y devoción, dentro y fuera de la Isla, pidiendo su
intersección para que Dios nos dé la añorada libertad.
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