El diario del PC acusó al canciller Giavarini de usar "argumentos
babosos" contra Cuba · Y de ser "ridículo y lacayuno"
Por Ana Gerschenson. De la redacción de
Clarín digital
Cucarachas, pigmeos, lamebota de los yankis y ahora..."babosos".
El gobierno cubano sigue destilando insultos destinados al presidente Fernando
de la Rúa y el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini.
Ayer, el diario castrista "Granma" calificó como un "gesto
ridículo" del canciller la decisión de retirar al embajador
argentino en La Habana, Oscar Torres Avalos, de manera permanente. "Utilizó
los babosos argumentos que le suministra Estados Unidos sobre derechos humanos
para justificar el traslado", opinó el diario oficialista.
La Argentina puso así el viernes pasado las relaciones diplomáticas
al filo de la ruptura.
La reacción del gobierno de la Alianza fue bastante contemplativa,
teniendo en cuenta que desde febrero pasado el propio Fidel Castro había
descargado su artillería de agravios contra De la Rúa, a raíz
del voto argentino de condena a Cuba por violaciones a los derechos humanos en
la reunión de la comisión de las Naciones Unidas que trató
el tema el mes pasado en Ginebra.
El líder cubano lo llamó además de "pigmeo y
cucaracha", "monigote de Estados Unidos" y "lamebota yanqui".
Fidel llegó a asestarle un golpe estudiado desde La Habana: afirmó
con acidez que De la Rúa no era más el presidente de la Argentina,
sino Domingo Cavallo.
El principal título de la edición del "Granma" de
ayer fue contundente: "Un acto ridículo y lacayuno más",
decía sobre la medida argentina.
Y en la nota, que inexorablemente representa el discurso oficial, el diario
se lamenta que no hubiera sido el propio canciller quien se hubiese retirado de
su cargo en lugar de Torres Avalos. "Es una verdadera lástima que la
cuerda quiebre por el punto más débil y no sea el ilustre
Giavarini, que tan ridículos papeles ha hecho, quien deje de regresar a
la cancillería", dice el artículo.
Pero Rodríguez Giavarini, un purista de la moderación, no está
dispuesto a permanecer inmutable ante los insultos castristas.
"A esta altura de los agravios vale recordar una frase de Mahatma
Gandhi: quien pierde la paciencia, pierde la batalla", dijo ayer uno de sus
colaboradores a este diario. Y continuó con el contraataque argentino: "El
régimen del comandante Castro no sólo perdió la paciencia,
sino también la cordura, por lo tanto también extravió la
razón", remató el vocero.Golpe a golpe, las relaciones
bilaterales se encuentran en su peor momento desde que en 1962, el gobierno de
Arturo Frondizi rompió los lazos diplomáticos, en sintonía
con la OEA.
Ni siquiera una década de sulfurados duelos verbales entre Castro y
Carlos Menem produjeron una crisis semejante. Sin habanos cubanos ni vinos
riojanos, hoy la Argentina de De la Rúa es considerada un enemigo público
de Cuba.
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