José María Triper. Madrid.
Cinco Días. España, mayo
3, 2001.
La Secretaría de Estado de Comercio y la Compañía Española
de Seguros de Crédito a la Exportación han detectado importantes
retrasos en el pago de la deuda comercial de Cuba con España. Medios económicos
de La Habana reconocen los impagos y no descartan una nueva visita a Madrid del
ministro Raúl de la Nuez.
El largo y tortuoso camino de la normalización de las relaciones económicas
y comerciales entre España y Cuba ha vuelto a tropezar con el tradicional
problema de la deuda.
Ni los compromisos asumidos en septiembre por el ministro de Comercio
Exterior de La Habana, Raúl de la Nuez, ni las negociaciones para
convertir parte de ese endeudamiento en inversiones privadas españolas
han servido para impedir que, una vez más, desde la Secretaría de
Estado de Comercio se haya dado la voz de alarma sobre la existencia de
importantes retrasos en los pagos correspondientes a la deuda comercial de la
isla caribeña con España.
Responsables de la Compañía Española de Seguros de Crédito
a la Exportación (Cesce) confirman también la existencia de estos
impagos desde hace varios meses, aunque consideran que la situación "no
es alarmante" y esperan a comprobar la evolución en las próximas
semanas antes de decidir si endurecen las condiciones de las líneas de crédito
con Cuba.
La aparente tranquilidad de Cesce contrasta, sin embargo, con las
informaciones procedentes de medios económicos cubanos, en los que se
asegura que "la situación de los pagos con España está
adquiriendo tensión, por segunda vez en menos de seis meses", y se
rumorea que Raúl de la Nuez podría viajar nuevamente a Madrid en
fechas próximas para negociar una solución con las autoridades
españolas.
Los retrasos en el pago de la deuda fueron también el motivo de la
anterior visita de De la Nuez, en septiembre, durante la cual el ministro cubano
se comprometió a desbloquear los pagos de la deuda con empresas españolas,
al tiempo que Cesce reabría las líneas de crédito para las
operaciones con Cuba.
Acuerdo con Francia
La intervención de las líneas con Cuba se produjo como
consecuencia del alto volumen de impagos acumulado por Cesce en las operaciones
comerciales con la isla caribeña que, al inicio del año 2000, se
elevaban a 46.500 millones de pesetas y que situaban a este país en el
primer lugar del ranking de impagados, delante de Angola, Guatemala, Irak y
Rusia.
A raíz de los acuerdos de septiembre, unos pagos de urgencia por
parte de La Habana permitieron normalizar una situación, que ahora vuelve
a repetirse y que coincide en el tiempo con las negociaciones entre Cuba y
Francia, que han concluido con la concesión por parte de París de
un aplazamiento, hasta junio próximo, de los pagos que el Gobierno cubano
había incumplido, correspondientes a la línea que cubre las ventas
de grano francés a la isla.
Por otra parte, el presidente del Banco Central de Cuba, Francisco Soberón,
viajó el pasado 18 de abril a la capital de Francia para negociar la
reestructuración de la deuda por 3.500 millones de dólares con el
Club de París.
La posición inicial del Club de París, que agrupa a los
principales países acreedores del mundo (entre ellos España), es
favorable a la rees-tructuración aunque pa-ra ello exige a La Habana un
compromiso de privatizaciones o reducción del gasto social como parte del
acuerdo, además de incluir en la negociación la deuda con Rusia,
algo que no admite Cuba.
El embargo le cuesta 188.000 millones a EE UU
Mientras varios altos cargos de la Administración Bush, incluido el
propio secretario de Estado, Colin Powell, han expresado ya en varias ocasiones
su negativa a modificar el embargo comercial a Cuba, la Comisión de
Comercio Internacional de Estados Unidos, el organismo federal encargado de
realizar análisis y estudios sobre cuestiones comerciales, ha estimado en
1.047 millones de dólares (unos 188.000 millones de pesetas) anuales el
coste para EE UU por la pérdida de ventas potenciales en la isla caribeña.
El informe, recogido por el servicio de Cuba Negocios, califica de "mínimos"
los daños del embargo para la economía nortea-mericana dado que
esos 1.047 millones de dólares apenas representan el 1% del total de las
exportaciones anuales de EE UU a todo el mundo.
El impacto del embargo es mucho más perjudicial para la economía
cubana, que, según este informe, estaría dejando de vender a
Estados Unidos mercancías por un importe de hasta 146 millones de dólares
(unos 27.500 millones de pesetas) al año, equivalentes a un 15% del total
de las exportaciones anuales de Cuba. Asimismo, el informe cifra en 350.000 el número
de turistas estadounidenses que visitarían anualmente Cuba sin el
embargo, muy por encima de los 82.000 actuales.
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