Yupi Internet, mayo 3, 2001.
Crean en Cuba ministerio de Auditoría y Control
LA HABANA, 03 may (AFP) - El Consejo de Estado de Cuba anunció este jueves la creación del ministerio de Auditoría y Control, para preservar la disciplina administrativa y detectar manifestaciones de corrupción en la economía estatal de la isla, se informó
oficialmente.
Esa cartera, la número 29 del gabinete, "tendrá como misión fundamental, consolidar el trabajo de fiscalización y dirigir, ejecutar y controlar la aplicación de la política del Estado y el Gobierno en materia de auditoría y control
gubernamentales", dijo una "Información a la población", publicada en esta fecha.
Para dirigir ese ministerio fue designada Lina Pedraza Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido Comunista (único), quien ocupó hasta ahora la dirección de la Oficina Nacional del Auditoría, entidad que se extingue y cuyas funciones asumirá
la nueva cartera.
Esa creación está en la línea "de elevar y preservar la probidad y disciplina en la administración de los recursos del Estado, así como prevenir y detectar manfestaciones de corrupción", dijo el texto.
El Consejo de Ministros de Cuba, presidido por Fidel Castro, cuenta ahora con un primer vicepresidente, el general Raúl Castro, tres vicepresidentes, un secretario y 29 ministros.
En Cuba la prensa está muerta, afirma periodista disidente
LA HABANA, 03 may (AFP) - El panorama de la prensa cubana "no es siniestro" en cuanto a agresión a comunicadores, pero tampoco existe libertad de prensa, aseguró este jueves a la AFP el periodista disidente Raúl Rivero.
"El año pasado hubo en el mundo 52 periodistas muertos y 80 presos. En Cuba, solo hay un periodista independiente preso, Bernardo Arévalo Padrón, quien cumple 6 años por desacato a Fidel Castro", dijo Rivero, ex corresponsal de Prensa Latina en Moscú
y actualmente director de la ilegal pero tolerada agencia Cuba Press.
"Cuba es un caso singular donde está completamente muerta la prensa. No hay necesidad de hacer una gran acción represiva en contra del periodismo porque éste está fuera funciones", agregó Rivero, de 55 años, quien ha sido arrestado varias
veces, la más reciente en 1999 durante tres días.
"Lo que se está haciendo en Cuba, con excepción de la prensa extranjera y algunos periodistas independientes, son mecanismos propagandísticos", dijo Rivero, quien en 1997 ganó el premio Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
En la isla los medios de comunicación masiva están bajo control del Estado, existen oficinas de agencias, televisoras, radiodifusoras, revistas y periódicos extranjeros (incluídos varios norteamericanos) y operan ilegalmente pero toleradas unas 20 agencias llamadas
independientes.
Rivero admite que muchos de los llamados "periodistas independientes" no tienen una formación profesional y que se dan casos en los que la intención es militar en la oposición e incluso obtener una visa de refugiado más que informar lo que está
pasando en la isla.
Los periodistas disidentes envían vía telefónica o fax sus reportes al exterior, principalmente Estados Unidos, donde son colocadas en páginas Web. Las notas son leidas por emisoras anticastristas de Miami, las que se pueden captar en la isla.
Los periodistas independientes pueden tener ingresos de entre 25 y 75 dólares mensuales, que representa una ayuda económica, pero también un lastre político pues esa es la principal acusación que lanza el gobierno contra ellos: recibir dinero del extranjero.
"La falta de una formación profesional adecuada, y un compromiso político, lastra el trabajo de los periodistas independientes y los pone en un plano semejante al de los periodistas oficiales", dijo Rivero.
"No hay periodismo revolucionario o contrarrevolucionario. Hay periodismo o no hay periodismo", sentenció el comunicador.
Desde 1999 existe una ley que sanciona hasta con varios años de cárcel a aquellas personas que faciliten o difundan información que lesione los intereses de Cuba. Pero esa ley, según Rivero, no ha sido aplicada aunque pende sobre la cabeza de los periodistas
independientes como "una espada de Damocles" a la hora de escribir.
En cuanto a la prensa extranjera, en enero pasado el presidente Castro dejó fijada su posición al señalar que "tengo que decir con absoluta franqueza que algunas agencias (internacionales de prensa) no son nada objetivas; algunas, otras son más o menos
objetivas".
"Nosotros respetamos esas opiniones y esos criteros, pero hay algunas, y en ocasiones no se trata de agencias, sino de reporteros tolerados por las agencias que representan, algunas (que) se dedican a difamar a la Revolución", apuntó.
"No sólo transmiten mentiras, sino incluso insultos groseros, insultos groseros contra la Revolución y particularmente contra mí", opinó Castro, que no mencionó por sus nombres a esos periodistas ni a los medios en que trabajan.
"Sabemos lo que se busca con esos insultos (...), que los expulsemos, ¡ah!, para hacer mérito, para ganar nombre y después ganarse la vida" divulgando información sobre Cuba, dijo.
"Les hemos tolerado años (a las agencias), reporteros aquí que insultan intencionada y deliberadamente a dirigentes de la Revolución y a mí. Yo he esperado que se vayan, nunca les hemos hecho el juego", apuntó el líder cubano.
"La gente se pregunta por qué no ponen a este hombre en un aviónNosotros preferimos que sus propias compañías tengan el suficiente sentido común como para retirar a esos personajes", señaló.
"Más que expulsar a un reportero, sería más razonable cancelarle el permiso de esa agencia para informar desde Cuba, sería lo más lógico. Todos estos temas hay que tratarlos con mucho cuidado, para que no vayan a parecer amenazas", advirtió
Castro en enero pasado.
Por esas fechas, la prensa oficial lanzó duras acusaciones contra el periodista inglés Pascal Fletcher, quien salió en marzo pasado de la isla después de casi diez años de trabajo en Cuba. | 