Denunciamos a los tiranos de la prensa: CPJ nombra a 10 enemigos de la
prensa en el Día Mundial de la Libertad de Prensa
Comité para
la Protección de los Periodistas. Mayo 3, 2001.
Nueva York, 3 de mayo de 2001 -- El Comité para la Protección
de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) nombró hoy a
los Diez Peores Enemigos de la Prensa para el 2001, centrando la atención
en líderes que son responsables de los peores abusos contra los medios.
Este año, el líder supremo de Irán ayatolah Alí
Jamenei y el presidente de China Jiang Zemin, dos reincidentes, encabezan junto
con el presidente de Liberia Charles Taylor la relación de los tiranos de
la prensa elaborada por el CPJ.
Jamenei, líder religioso que ejerce enorme influencia en las
instituciones más importantes de Irán, es el responsable de una
implacable campaña contra la prensa reformista del país, al
clausurar decenas de diarios y encarcelar a periodistas contestatarios. En
Liberia, Taylor se ha valido de la censura, los encarcelamientos y las amenazas
de violencia para silenciar a casi toda la prensa independiente. Jiang, por su
parte, aparece en la relación del CPJ por quinto año consecutivo
por mantener el control obsesivo que ejerce el Partido Comunista sobre la
información, control impuesto mediante duras penas de cárcel que
han convertido a China en el país con la mayor cantidad de periodistas
presos.
Además de Taylor, tres otros enemigos de la prensa, cada uno con muy
distintos métodos de intimidar a los medios de difusión en sus países,
aparecen por primera vez en la relación del CPJ: el presidente Robert
Mugabe de Zimbabwe, el presidente Vladimir Putin de Rusia, y el líder de
los paramilitares de Colombia, Carlos Castaño. Nuevamente aparecen el
presidente de Ucrania Leonid Kuchma (después de su última aparición
en 1999), el presidente cubano Fidel Castro (veterano de siete años en la
relación de enemigos de la prensa), el presidente de Túnez Zine
Al-Abdine Ben Ali (su cuarta aparición), y el primer ministro de Malasia
Mahathir Mohamad (tres años).
«Aunque tres de los enemigos de la prensa nombrados el año
pasado -el líder rebelde de Sierra Leona Foday Sankoh, el peruano Alberto
Fujimori y el yugoslavo Slobodan Milosevic- fueron destituidos, no faltaron
candidatos para sustituirlos», declaró la directora ejecutiva del
CPJ, Ann Cooper. «Algunos lo hacen de manera más sutil o discreta,
otros de manera más brutal y explícita, pero todos buscan
mantenerse en el poder mediante el control de la información y la supresión
de la crítica», sostuvo Cooper.
«El presidente Putin, por ejemplo, dice que respeta la libertad de
prensa en Rusia, pero por otro lado realiza maniobras solapadas para centralizar
el control de la prensa, suprimir toda crítica y destruir la prensa
independiente. Otros, como el primer ministro Mahathir en Malasia, ni siquiera
se molestan en disfrazar sus abusos con retórica hueca», dijo
Cooper. «Esperamos que con el nombramiento de estos diez tiranos de la
prensa podamos centrar la atención del mundo en sus acciones y, al
denunciarlos, provocar un cambio.»
Enemigos de la Prensa en el 2001
El ayatolah Alí Jamenei, líder supremo de la República
Islámica de Irán. El incendiario sermón de Jamenei en abril
del 2000 contra la prensa inspiró una despiadada campaña de
represión contra la prensa reformista de Irán que continúa
hasta el día de hoy. Hasta ahora, los tribunales conservadores han
prohibido a más de 30 periódicos y han encarcelado a los más
famosos periodistas liberales. Cuando el parlamento debatió la revocación
de las más duras cláusulas de la tristemente famosa ley de prensa
del país, Jamenei detuvo el proceso declarando que cualquier reforma no
estaba «en los intereses del sistema ni de la revolución». Hoy,
la ley de prensa sigue intacta y por lo menos nueve periodistas siguen presos,
entre ellos Mashallah Shamsolvaezin, ganador en el 2000 del Premio Internacional
de Libertad de Prensa otorgado por el CPJ.
Charles Taylor, presidente de Liberia. Desde que asumió la
presidencia de esta nación africana desgarrada por la guerra en 1997,
Taylor ha obrado con determinación para reprimir a la prensa
independiente. El mandatario liberiano ha encarcelado a periodistas críticos
sobre la base de acusaciones inventadas, ha censurado a algunos medios de prensa
y ha llevado a otros a la quiebra mediante abusivas auditorías de
impuestos. La popular Star Radio para todos los efectos fue clausurada en marzo
del 2000. Desde agosto, por lo menos ocho periodistas han sido encarcelados en
Liberia sobre la base de acusaciones de espionaje infundadas. En septiembre,
Taylor, conocido por sus tácticas erráticas y brutales, prometió
ser «despiadado» contra cualquier medio de difusión que no se
ajustase a las directrices oficiales. Inmediatamente varios periódicos
desaparecieron después de que su personal abandonó el país
en masa.
Jiang Zemin, presidente de la República Popular China. Jiang Zemin
gobierna el sistema de control de la prensa más elaborado del mundo.
Veintidós periodistas estaban encarcelados por su labor en China a fines
del año pasado, más que en ningún otro país. Jiang,
consciente del poder de la Internet para socavar el monopolio informativo
estatal, ha invertido una enorme cantidad de recursos en vigilar lo que se
transmite en línea. Su campaña por fortalecer la «conformidad
ideológica» ha llevado a la clausura o reorganización de
varios medios de difusión que habían comenzado a mostrar siquiera
un mínimo de independencia editorial.
Robert Mugabe, presidente de Zimbabwe. El gobierno de Mugabe ha lanzado una
guerra declarada contra la prensa independiente, usando armas que van desde
demandas judiciales hasta la violencia física. Desde enero de 1999, dos
periodistas han sido víctimas de tortura y dos corresponsales extranjeros
han sido expulsados. El servicio secreto vigila los correos electrónicos
y las comunicaciones por Internet para velar por la «seguridad nacional».
Dos atentados con explosivos dañaron las instalaciones del diario
independiente Daily News; el segundo atentado ocurrió poco después
de que el ministro de Información amenazó con silenciar al periódico
«de una vez por todas». Entretanto, Mugabe emplea con frecuencia a los
tribunales para interponer cargos penales por difamación contra
periodistas independientes.
Vladimir Putin, presidente de Rusia. Desde que asumió la presidencia
el año pasado, Putin ha dirigido un alarmante asalto contra la libertad
de prensa en Rusia. El Kremlin impuso la censura en Chechenia, orquestó
el hostigamiento judicial de empresarios locales de medios de comunicación,
y confirió amplios poderes de vigilancia a los servicios de seguridad. A
pesar de sus aseveraciones de que sólo busca imponer el estado de
derecho, numerosos ataques se han cometido con impunidad contra periodistas a lo
largo y ancho del país. En una medida que no presagia nada bueno, en
abril la corporación estatal Gazprom adquirió NTV, el único
canal de televisión independiente del país, prueba fehaciente de
que el gobierno de Putin no está dispuesto a tolerar crítica
alguna de sus políticas.
Carlos Castaño, líder de las Autodefensas Unidas de Colombia
(AUC). Aún tomando en cuenta la violencia generalizada de la guerra civil
colombiana, en la que todos los bandos han atacado a periodistas, Carlos Castaño
sobresale como implacable enemigo de la prensa. Como líder de las
Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar
ultraderechista, Castaño ha sido acusado formalmente de ordenar el
asesinato en 1999 del humorista y comentarista político Jaime Garzón.
Las AUC han sido implicadas en el asesinato de por lo menos cuatro otros
periodistas y en por lo menos un caso de tortura. La estrategia de Castaño
consiste en dar frecuentes entrevistas a periodistas que defienden sus acciones,
y al mismo tiempo usar la violencia y las amenazas para aterrorizar a aquellos
periodistas cuyos reportajes le disgustan.
Leonid Kuchma, presidente de Ucrania. Leonid Kuchma ha intensificado su
acostumbrada censura de periódicos opositores y ha aumentado sus ataques
y amenazas contra periodistas independientes. La desaparición y el
presunto asesinato de Georgy Gongadze, director de una publicación
digital, a fines del año pasado demuestran los peligros que enfrentan los
periodistas ucranianos. Las denuncias de que el propio Kuchma ordenó la
eliminación de Gongadze desataron una crisis política que amenazó
con derrocar a su gobierno, y los servicios de seguridad intentaron varias veces
censurar a las publicaciones que informaban sobre el escándalo de manera
crítica.
Fidel Castro, presidente de Cuba. El régimen de Fidel Castro continúa
su campaña contra los periodistas independientes cubanos, deteniendo e
interrogando a reporteros, interceptando e interrumpiendo sus llamadas,
restringiendo su libertad de movimiento, y colocándolos frecuentemente
bajo arresto domiciliario a fin de evitar la cobertura informativa de ciertos
hechos. Una nueva táctica intimidatoria es arrestar a periodistas y
liberarlos a cientos de kilómetros de distancia de sus hogares.
Entretanto, se niega el visado a los periodistas extranjeros que escriben de
manera crítica sobre Cuba, y a principios de año Castro amenazó
con expulsar a algunas agencias noticiosas internacionales por «transmitir
insultos y mentiras». Cuba es el único país en el Hemisferio
Occidental que tiene preso a un periodista por su labor. Bernardo Arévalo
Padrón cumple una condena de seis años de privación de
libertad por escribir reportajes críticos de Castro y del Partido
Comunista.
Zine al-Abdine Ben Ali, presidente de Túnez. En más de una década,
Zine al-Abdine Ben Ali ha logrado someter casi totalmente a la prensa de Túnez
mediante la censura y la intimidación. Varios diarios han sido
clausurados. Varios periodistas han sido destituidos y a varios se les ha negado
la acreditación, se les ha colocado bajo vigilancia policial y se les ha
prohibido salir del país. Algunos han sufrido maltrato físico. A
excepción de unos pocos valientes periodistas, las tácticas
totalitarias de Ben Ali han producido una de las prensas que más se
autocensuran en el mundo, mientras su maquinaria de propaganda transmite
incesantes alabanzas a los supuestos logros del dictador en materia de
democracia y derechos humanos. El año pasado, de manera increíble,
Ben Ali criticó a los periodistas locales por autocensurarse. «¿A
qué le temen?», les preguntó el mandatario.
Mahathir Mohamad, primer ministro de Malasia. Mahathir Mohamad es
abiertamente hostil a la libertad de prensa. El premier malayo ha manipulado a
la prensa de su país para mantenerse en el poder y ha expresado
intenciones de imponer restricciones aún más severas sobre la
prensa. Las autoridades ahora están estudiando una legislación que
regularía la Internet, un medio crucial para el intercambio de noticias y
opiniones independientes en un país donde la prensa tradicional está
dominada por los aliados políticos de Mahathir. El primer ministro, cuya
sensibilidad a las críticas es notoria, suele denunciar a la prensa
extranjera por un tratamiento informativo que él considera injusto. El año
pasado bloqueó reiteradamente la circulación de revistas
noticiosas internacionales que contenían artículos sobre Malasia.
Para obtener mayor información sobre los 10 Peores Enemigos de la
Prensa y leer informes detallados sobre ataques contra la prensa en todo el
mundo, puede visitar la página de Internet del CPJ (www.cpj.org).
El CPJ es una organización independiente y sin ánimo de lucro
con sede en Nueva York, y defiende la libertad de prensa en todo el mundo. |