Otra promesa
Luis Alberto Rivera, APLO
SANTIAGO DE CUBA, marzo - El ministro cubano del Transporte Alvaro Pérez
Morales le prometió a los pobladores de la provincia Granma que su
ministerio realizaría inversiones para mejorar en breve la situación
del transporte en esa región oriental de Cuba.
La operación incluiría la reparación y el mantenimiento
de carreteras, así como el incremento del parque de vehículos
destinados a la transportación de pasajeros con treinta camiones.
Los habitantes de Granma, dedicados principalmente a labores agrícolas,
sufren tremendas dificultades para trasladarse de un lugar a otro dentro de la
provincia. Parte importante de su tiempo libre se les va inútilmente
haciendo filas en las terminales de vehículos o en las márgenes de
las carreteras en espera de que algún camión, ómnibus,
auto, motocicleta, tractor, carretón tirado por caballos, bicicleta u
otros que sirvan para trasladarse, les lleve hasta su meta.
La mayoría de estos medios de transporte carecen de las condiciones mínimas
de seguridad que requiere el traslado de seres humanos. "¡Ñoo,
vamos como las sardinas enlatadas!", "¡Pónganse de lado
como las galleticas de soda en el paquete, señores, pa' que monten los
que faltan!", "¡Ni tubo pa' aguantarse hay en esta cacharra,
caray!", son exclamaciones vulgares que se escuchan diariamente en los
medios de transporte público, pero que constituyen un importante
indicador de cómo la gente ya está llegando al límite de la
resistencia humana.
Por otra parte, propietarios de vehículos particulares ayudan a
remediar la crisis del transporte, pero los precios que ellos establecen para
los pasajes son elevadísimos para el cubano común, o sea para
Liborio, con tendencia a incrementarse periódicamente.
El constante incremento en los precios de los pasajes de carros de propiedad
particular tiene su origen en dos aspectos: más demanda que oferta y
escasez de combustible.
Los granmenses tratan de mantener la calma y recurren al uso de medios
primitivos para tratar de caminar menos y adelantar más. Por ejemplo, en
la región montañosa de esa provincia se extiende el uso de una
especie de pequeños carros rústicos de madera con ruedas en los
que hay osados que se lanzan loma abajo "para adelantar", según
dicen. Esperemos que no hayan accidentes lamentables a consecuencia de esta práctica
propia de la prehistoria.
En cuanto a las carreteras y caminos de Granma, la mayoría de ellos
están deteriorados en extremo y hay lugares que ya son un verdadero
peligro para la vida de los pasajeros de cualquier vehículo.
Los residentes de esta zona de Cuba, a pesar de tantas promesas incumplidas,
aún albergan la esperanza de que el ministro del Transporte cumpla lo
prometido.
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