El
Nuevo Herald, marzo 23, 2001.
La CIA fraguó compromiso de Castro con Moscú
Wilfredo Cancio Isla. El Nuevo Herald
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) tenía grandes esperanzas
cifradas en que el gobierno de Gran Bretaña desistiera de vender
equipamiento militar a Cuba en 1959, para forzar al gobierno de Fidel Castro a
solicitar armamento al bloque soviético, según un documento
secreto divulgado ayer.
De acuerdo con un memorando de la embajada británica en Washington
--fechado el 24 de noviembre de 1959--, el entonces director de la CIA, Allen
Dulles, confiaba en que Londres no negociara con Castro la venta de aviones
Hunter, de manera que la oferta viniera de la Unión Soviética y
Estados Unidos pudiera contar con un fuerte pretexto para una posible intervención
en la isla.
La nota de la embajada británica forma parte del primer grupo de
documentos relacionados con la invasión de Bahía de Cochinos en
1961, dados a la publicidad ayer por el Archivo Nacional de Seguridad (NSA, por
sus siglas en inglés) de la Universidad George Washington.
La desclasificación de estos documentos se produce en momentos en que
sesiona en La Habana la conferencia Girón: 40 años después,
inaugurada el jueves en presencia del gobernante Fidel Castro. La Universidad
George Washington está auspiciando el evento junto a otras entidades académicas
y centros de investigación histórica de la isla.
Las autoridades cubanas han anunciado también que darán a la
publicidad unas 480 páginas con documentos relacionados con la invasión
de Playa Girón, entre los que se incluyen reportes de inteligencia y
contrainteligencia, memorandos y directivas del propio Castro durante la batalla
sostenida del 17 al 19 de abril de 1961 frente a la invasora Brigada 2506.
El memorando británico --enviado a "Sir H. Caccia''--, está
basado en una conversación entre funcionarios británicos y Dulles,
quien dice temer por el "tremendo efecto'' que tendría en Estados
Unidos y la región latinoamericana la adquisición de aviones Migs
soviéticos por parte de Cuba.
El primer acercamiento de alto nivel entre La Habana y Moscú se
produciría apenas tres meses después del comentario de Dulles,
cuando el líder soviético Anastas Mikoyan visitó la isla.
En sus pronósticos sobre la permanencia de Castro en el poder, el
funcionario de la CIA sugiere que "por un período de ocho meses'',
aunque reconoce que si el gobernante lograba sobrevivir exitosamente la prueba
de los "próximos tres o cuatro meses'', podría mantenerse por
"un número de años''.
Dulles afirma que "Castro no sólo es un malvado, sino que la
veta de demencia en su personalidad puede conducirlo a decisiones
incalculables''. "Es más como un Hitler que una versión
cubana de Perón'', enfatiza el funcionario.
La lista de documentos desclasificados incluye un resumen escrito del
entonces vicepresidente Richard Nixon relatando los pormenores de su encuentro
con Castro en Washington en abril de 1959; un memorando de Arthur Schlesinger al
presidente John F. Kennedy con una previsión sobre "una drástica
decisión respecto a Cuba'', y un acta de la reunión sostenida por
altos funcionarios del gobierno norteamericano y oficiales de la CIA, días
después de la derrota de la invasión.
Entre la documentación entregada por Cuba aparece un informe de
inteligencia de 27 páginas enviado en enero de 1961 al ministro del
Interior, Ramiro Valdés, en el cual se pormenoriza la situación de
los campamentos y bases de los invasores en Guatemala, Nicaragua y la Florida.
Según los estimados hechos por los analistas cubanos en esa fecha,
existían unos 6,000 hombres entrenándose para invadir la isla,
cuando en realidad la fuerza de asalto concebida para la llamada Operación
Pluto fue de unos 1,400.
Las sesiones de la conferencia concluirán hoy en el Palacio de las
Convenciones, con dos paneles para discutir la batalla militar y el "impacto,
legado y lecciones'' de Bahía de Cochinos.
Los participante, incluidos una delegación norteamericana y cinco
veteranos de la Brigada 2506, viajarán mañana al lugar de los
hechos, al sur de la provincia de Matanzas.
Contradicción en los informes de Cuba sobre avionetas
En el juicio de los supuestos espías salen a relucir dos
versiones de las coordenadas reportadas por la isla
Rui Ferreira. El Nuevo Herald
Un experto contratado por la defensa de los cinco acusados de espiar para
Cuba reconoció ayer que las coordenadas donde Cuba afirma que cayeron las
avionetas, proporcionadas a él en febrero, difieren grandemente de las
que el gobierno de la isla entregó en 1996 a los investigadores de
Naciones Unidas, quienes sostuvieron que el derribo se produjo en aguas
internacionales.
En medio de un tenso interrogatorio de la fiscalía, frecuentemente
interrumpido por la defensa, George Buchner dijo no saber por qué los
datos que Cuba le entregó en febrero eran diferentes de los
proporcionados a la Organización de Aviación Civil Internacional
(OACI) cuando investigó los derribos, pero añadió que el
detalle no ha cambiado su percepción del incidente.
"¿Está de acuerdo en que la diferencia entre las
coordenadas alcanza a veces las 10 millas náuticas? ¿Cómo se
explica eso?'', preguntó el fiscal federal asistente, John Kastrenakes.
Buchner explicó que las coordenadas fueron entregadas por un tal "Coronel
Capote'', de la Fuerza Aérea cubana.
"Esos datos aparecieron reflejados en los registros que ellos hicieron
en una placa de plexiglás mientras iban persiguiendo las avionetas'',
declaró el experto.
Los radares cubanos de fabricación soviética, añadió,
están concebidos para tareas de interceptación aérea, pero
no tienen una memoria electrónica para registrar las observaciones.
La "placa de plexiglás'' es una especie de tabla transparente
donde los operadores de radar dibujan a mano las evoluciones en el aire de los
vuelos que controlan o vigilan.
"Nosotros no tenemos evidencias firmes. [Todas] son muy
contradictorias'', concedió el experto, refiriéndose --en este
caso-- a la documentación de radar cubana y estadounidense, rechazada en
1996 por los investigadores de la OACI.
Kastrenakes mostró la bitácora del crucero Majesty of the
Seas, cuyo primer oficial, de nacionalidad noruega, consignó que las
avionetas fueron derribadas fuera del espacio aéreo cubano, y quiso saber
si Buchner sostenía que "esto escrito aquí es mentira''.
El experto no quiso usar el término "mentira'', pero le contestó
al fiscal asistente que "eso es un pedazo de papel. Sé que el
Servicio Guardacostas quiso obtenerlo [el día del derribo], pero el capitán
y el dueño del barco no lo entregaron. Para mí, el Majesty of the
Seas [al momento del incidente] estaba frente a la costa de Santa Fe'', al oeste
de La Habana.
Buchner no pudo explicar por qué el primer oficial, Bjorn Johansen,
declaró que jamás pudo divisar las costas cubanas, pero insinuó
que el marino pudo haber manipulado la bitácora.
"O sea, me está diciendo que un oficial noruego tiene una razón
para mentir al gobierno estadounidense, y el cubano no'', comentó
Kastrenakes.
El experto confirmó que el gobierno cubano no había entregado
a los investigadores de la OACI la caja negra del Mig29 que derribó las
avionetas de Hermanos al Rescate, pieza clave en una investigación de
esta naturaleza.
"Acaban de derribar dos avionetas, tienen el incidente registrado en la
caja negra, y no se preocupan en guardar esa información, ¿no le
parece raro eso?'', preguntó el fiscal asistente.
Pero Buchner no contestó. La defensa objetó el cuestionamiento
y la jueza Joan A. Lenard estuvo de acuerdo.
Oficialmente, las autoridades de la isla dijeron que las informaciones no
fueron recogidas después del incidente, sino que se borraron en vuelos
ulteriores.
Llega a Honduras grupo de balseros
Associated Press. TEGUCIGALPA
Cinco cubanos llegaron a Honduras en una pequeña lancha, tras
permanecer siete días en alta mar y ser desviados de su ruta a Costa Rica
por el mal tiempo en el Caribe, informaron ayer las autoridades de ese país.
Los cubanos arribaron el martes a Roatán, en la provincia de Islas de
la Bahía, al norte de Honduras, sobre el Atlántico.
La policía los identificó como Francisco Lechuga, de 39 años;
Ernesto Fonseca Romero, Serafino González y Jorge Bermejo, de 37, y
Miguel Angel Fonseca, de 31.
El vocero de la policía, German Mejía, declaró que los
balseros salieron el 13 de marzo de Playa Florida, en Cuba, en la lancha "Jaiba
IV''.
El 14 de marzo llegaron a Gran Caimán, donde estuvieron sólo
30 minutos, y después zarparon con rumbo a territorio costarricense,
donde tienen familiares.
Mejía informó que "los balseros no están
detenidos, permanecen alojados en un hotel de Roatán, que pagará
el gobierno (...) Ellos huyeron de Cuba en busca de mejores perspectivas de vida
(...) y su estado es satisfactorio'', subrayó.
La autoridades permitirán a los cubanos continuar su viaje o quedarse
en Honduras. |