Berta Mexidor Vázquez y Ramón Colás
Castillo. ABC, marzo 14, 2001.
Se acaba de celebrar en Cuba la Feria Internacional del Libro, a la que España
ha sido invitada de honor. Es una ironía ver cómo en un país
donde la censura oficial no permite el desarrollo de la cultura desideologizada
y la difusión de la información sin barreras se realicen
actividades de esta naturaleza y que países como España, donde sí
existen pluralidad y libertad cultural, se preste a este tipo de eventos
propagandísticos.
En marzo de 1998 se fundó el Proyecto de Bibliotecas Independientes
de Cuba con el objetivo de promover la lectura en un marco libre de censura y
limitaciones. La idea se puso al alcance de diferentes promotores culturales en
todo el país que sin ánimo de lucro abrieron las puertas de sus
hogares para recoger a todos los que se interesan por la buena lectura.
La respuesta del régimen no se hizo esperar, a pesar de que el propio
Fidel Castro expresara que en Cuba no hay libros prohibidos y que sólo
falta el dinero para comprarlos. Lejos de esas palabras ha estado el verdadero
censor que, amparado por la Resolución 5/96, decomisa libros, revistas y
folletos. Este documento de la Aduana General de la República de Cuba
identifica a un grupo de obras como contrarrevolucionarias y no permite que
lleguen a las Bibliotecas Libres. Esto limita la posibilidad de aumentar los
fondos bibliográficos en las instituciones culturales independientes. A
doce directores de Bibliotecas Independientes se les ha comunicado el decomiso
de varios o todos los libros que se les han enviado desde el exterior. En muchos
casos no han recibido factura de retención.
La correspondencia de los bibliotecarios es constantemente violada y sellada
por un sello oficial de la oficina de Correo de Cuba. La exposición que
realizaría la Biblioteca «Grito de Baire» de Santiago de las
Vegas, en Ciudad Habana, en meses pasados fue reprimida por la ocupación
de todas las obras plásticas que se expondrían para disfrute de la
comunidad, y durante el curso del año 2000 cientos de libros, revistas y
materiales informativos fueron decomisados.
La primera biblioteca libre del control estatal fue desalojada por el
Gobierno el 25 de agosto de 1999, y una parte considerable de sus fondos
bibliográficos fueron robados. La ubicación de la directora y su
familia en una granja militar es una prueba de las violaciones e intolerancia
del Gobierno cubano hacia un proyecto cultural independiente.En diciembre de
2000 dos bibliotecarios independientes fueron arrestados y, en estos momentos,
uno de ellos, Julia Cecilia Delgado, ha sido sancionada con dos años de
privación de libertad, y el otro, Leonardo Miguel Bruzón Avila, se
encuentra en prisión pendiente de juicio.
El Gobierno en la isla lleva a cabo una campaña para masificar la
cultura y se propone hacer del pueblo cubano el más culto del mundo en
diez años. Los bibliotecarios independientes consideramos que no es
posible alcanzar tales objetivos mientras no exista la libertad intelectual de
la persona, que le permita escoger todo tipo de información sin censura.
En medio de la crisis cultural que vive Cuba recabamos la solidaridad de
editores, escritores, artistas, instituciones culturales y personalidades del
mundo para un proyecto que sólo busca crear un espacio que ayude a
incrementar la cultura de nuestros compatriotas. |