Reparación
de equipos de refrigeración domésticos: problema sin solución
PINAR DEL RIO, 8 de marzo (Víctor Rolando Arroyo, UPECI) - Muchas
familias cubanas están obligadas a esperar su turno en un listado para
que le repongan el motocompresor del equipo de refrigeración doméstico
roto, generalmente por las irregularidades del voltaje del servicio de
electricidad.
Según Luis Ramón García Fernández, residente en
el municipio La Palma, provincia de Pinar del Río, hace años que
un mecánico reparador de esos equipos realizó un censo en dicha
zona vivienda por vivienda y confeccionó la lista por la que se irían
instalando los motocompresores en los equipos de refrigeración doméstica
rotos y cuyos propietarios solicitaron la reparación de los mismos.
El período de espera de los damnificados es de años, y
mientras, las familias no pueden disponer de los beneficios del aparato, pues
una solución independiente (o sea mediante un los servicios de un mecánico
particular) no baja de los 500 pesos, en país donde el salario promedio
mensual es de 249 pesos, según datos oficiales.
Además, la reparación de los particulares es sin garantías
de ningún tipo ya que éstos realizan su labor sin piezas de
repuesto y básicamente lo que hacen es reparar artesanalmente los
motocompresores defectuosos.
La reparación particular también implica el riesgo de perder
el turno en el listado del taller estatal encargado de la reparación de
ese tipo de equipos, porque si el mecánico ve que ya éste ya
funciona (aunque sea con un motocompresor reparado) no procede a la instalación
de una máquina nueva. Es la orden de la Administración y él
la cumple, o perdería su empleo.
En cuanto a sustituir los equipos de refrigeración doméstica,
en Cuba es casi un sueño, ya que solamente se venden en las tiendas
dolarizadas y el más barato cuesta 450 dólares, o sea 9,900 pesos
al cambio vigente. Esta suma equivale, para que se comprenda la magnitud del
asunto, al salario de casi 40 meses del trabajador promedio cubano.
Pero, mientras los talleres a cargo de la reparación de equipos domésticos
de refrigeración se quejan de la carencia de motocompresores para cumplir
su cometido, por todo el país hay otras instalaciones que se dedican a
dar ese mismo servicio, con garantías, buen trato y sin falta de piezas
de repuesto, pero, por supuesto, en dólares.
En estos talleres dolarizados las máquinas y su instalación
cuestan 93 dólares, lo que representa 2,046 pesos al cambio actual de 22
por 1. El salario de más de ocho meses del trabajador promedio cubano.
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