El 8 de
marzo no es un día alegre para todos
Alina Gonzalo, Cuba-Verdad
CIENFUEGOS, marzo - Desde hace mucho el 8 de marzo de cada año se
conmemora el Día Internacional de la Mujer. Recibir una flor perfumada de
manos del esposo, padre o amigo es tradición en esta efemérides de
amor y afecto a un ser delicado y dulce por naturaleza.
Al amanecer de ese día, todos muestran su respeto y estimación
a las mujeres refrendando un beso en las mejillas de la esposa, madre o abuela
que a través del tiempo cuidó amorosamente de su familia.
En Cuba, la Federación de Mujeres Cubanas, única organización
femenina permitida por el gobierno, realiza actividades alegóricas a este
día, aunque en ocasiones el cake es consumido solamente por la
presidencia de esa organización.
La mujer cubana tiene poco que celebrar en esta fecha porque su vida está
preñada de dificultades, principalmente la tarea de alimentar a su
familia en un país donde los alimentos están racionados por el
gobierno y los que se pueden comprar sin regulaciones se venden a precios altísimos
o en dólares, mientras a los obreros se les paga en pesos.
La mujer, como todos los cubanos, sufre los embates de una crisis social,
económica y política cuya solución no se vislumbrará
mientras no se produzcan cambios esenciales que tiendan a la democracia.
Mientras no concluya la arbitrariedad.
Así, en una pequeña finca de Aguada de Pasajeros, en la
provincia de Cienfuegos, se recuerda con dolor el 8 de marzo. En igual día,
pero del año 1963, fue vilmente asesinado un anciano de 70 años y
procedencia española al que llamaban "El Asturiano".
El viejo salió al amanecer a ordeñar vacas. Cabalgaba en su
mula y fue a dar contra un tiroteo. Por la zona estaban las milicias y el ejército
de Fidel Castro, y también los guerrilleros que se alzaron en su contra.
Los hijos de El Asturiano peleaban contra las tropas castristas, porque no
querían comunismo en su país. El viejo nada tenía que ver
en el asunto, pero desapareció.
Sólo apareció la mula, muerta, con 62 impactos de bala. Todavía
esperan a El Asturiano, al viejecito que desapareció un 8 de marzo.
Según versiones no confirmadas, se dice que lo apresaron, lo
encarcelaron en la prisión de Sagua la Grande y que meses después
lo fusilaron sin haberle celebrado juicio.
Para los descendientes de El Asturiano ésta es una efemérides
triste. El 8 de marzo no es un día alegre para todos.
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