J. V. | Washington. El País.
Jueves, 8 de marzo de 2001
Mel Martínez, nacido en Cuba hace 52 años, exiliado en Florida
desde los 15 y miembro prominente del movimiento anticastrista, es la estrella
hispana del Gobierno de George W. Bush. Martínez, ahora secretario de
Vivienda, hizo una gran fortuna como abogado especializado en pleitos
relacionados con accidentes, pero alcanzó por primera vez notoriedad
nacional cuando llevó a Disney World a un Elián González
recién rescatado del naufragio en el que pereció su madre.
Martínez, entonces un dirigente de la Fundación Nacional
Cubano-americana, fue una de las voces más activas en la defensa de la
permanencia del niño balsero en Estados Unidos.
El primer miembro del exilio cubano que ocupa una posición
ministerial en EE UU es un estrecho aliado político de Jeb Bush,
gobernador de Florida y hermano del presidente. Pero no encaja por completo en
el cliché de derechismo a ultranza asociado con esa organización y
el nombre de su fallecido dirigente, Jorge Mas Canosa. Hasta los diarios
liberales de la costa atlántica de EE UU reconocen que realizó una
gran tarea cuando, a comienzos de los años ochenta, fue responsable de
Vivienda en la zona de Orlando. En contra de lo que pensaban sus conservadores,
Martínez no adoptó el punto de vista de las inmobiliarias, sino el
de los pobres vecinos afroamericanos. |