Medio
ambiente vs. tribuna abierta
Miguel Arcángel Camejo
PINAR DEL RIO, junio - ¿Qué es más importante para el
gobierno cubano, preservar el medio ambiente o gastar cuantiosos recursos en
realizar religiosamente cada sábado tribunas abiertas en cada uno de los
169 municipios del país?
Si hace 42 años que la revolución triunfó con sus
aciertos y errores, ¿por qué el gobierno insiste en su política
de país maravilloso que quiere sirva de símbolo para otros
pueblos, los cuales arrastra con una visión ciega de la realidad actual y
futura del pueblo cubano?
Otros estados gastan cuantiosos recursos en tecnologías nuevas para
mejorar el medio ambiente y preservar la vida en el planeta, pero el gobierno
cubano persiste en mantener su política obsoleta y permite que en las
calles de ciudades como Pinar del Río permanezcan por doquier sacos con
residuos de vísceras de cerdos o carneros, que son puestos para que los
recojan quienes realizan esa función, pero el caso es que no se hace
regularmente y se desconoce el camino que toman esos contaminantes, pero lo
cierto es que perros y ratas los diseminan por la ciudad. Sobre este particular
las autoridades locales permanecen ciegas.
Por otra parte, perros callejeros y caballos usados en medios de transporte
vierten sus excretas en la vía pública, y el aire las disemina
cuando se secan, lo que ha influido en brotes de enfermedades.
Al 40 por ciento de los automóviles y camiones particulares se le ha
cambiado su motor original por otro de petróleo, lo que origina una mayor
contaminación ambiental, pues estos equipos carecen de los accesorios
necesarios para transformar todo el carburante en energía motriz, que haría
posible la reducción de dióxido de carbono, tóxico para la
salud humana.
En La Habana, por ejemplo, hay 180 focos principales de contaminación.
Se han identificado otras cinco cuencas de interés provincial una de las
cuales es la de Mayabeque, que ocupa territorios de ocho municipios y se
relaciona con el ecosistema de la costa sur, que con sus más de 120 kilómetros
de extensión es muy frágil, propenso a afectaciones por el hombre
y la naturaleza.
Cada año el mar penetra dos metros como promedio en la franja
costera, la tala indiscriminada de manglares ha ido deteriorando la barrera
protectora, el arrastre de tierra hacia el mar ha puesto la costa fangosa. Con
el efecto añadido de los vientos, la intrusión marina y la
salinidad de la cuenca sur, las aguas se han empantanado, se ha perdido la
vegetación y la fauna de esta área.
En el municipio Mariel existe una fábrica de cemento que hasta
febrero del actual año estuvo vertiendo, cada uno de los 365 días
del año, 60 toneladas de polvo de cemento y otras sustancias sobre ese
poblado de La Habana. Igual sucede en otros pueblos donde radican las demás
fábricas de ese tipo.
Es significativo que en Cuba sólo existen dos plantas de producir
hormigón ecológico, el resto contamina el medio ambiente.
Es de destacar que al complejo agroindustrial "Heriberto Duquesni",
en la provincia Villa Clara, se le instala una planta para tratar residuales.
Pero, en el país existen más de 154 centrales azucareros que
vierten desechos contaminantes al entorno. Sólo uno no contaminará
en las próximas campañas, si concluyen la instalación de la
planta citada.
El régimen está emplazado a darle atención a la
protección del medio ambiente. Personas sin visión de nuestra
realidad favorecieron al gobierno de la isla con la celebración en Cuba
del Día Mundial por el cuidado y preservación del medio ambiente,
celebrado del 18 al 22 de junio en el Palacio de las Convenciones. "No hay
peor ciego que el que no quiere ver", reza el refrán popular.
Esta información ha sido transmitida por teléfono,
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