Contradictoria
información de empleados de Salud Pública
Reinaldo Cosano Alén
LA HABANA, junio - A Agustina Viciedo Escobar, residente en el caserío
de Bajurayabo, a cinco kilómetros de la playa de Guanabo, la tiene
confundida la actuación de empleados de la campaña contra el
mosquito Aedes Aegyptis.
Le impusieron una multa por no tener puesta la tapa a una fosa en construcción
en la que se detectó un foco de ese peligroso vector de enfermedades. Le
dijeron además que tenía que derramar petróleo para
eliminar los mosquitos. Pero, dos días después, otro brigadista de
Salud Pública le quiso imponer otra multa por haber derramado petróleo
para eliminar el foco, alegando, no sin razón, contaminación del
manto freático.
Ocurrió lo mismo a un residente en Guanabo, donde jamás ha
existido alcantarillado. Un foco. Cubierta de la fosa en mal estado. Alegó
no tener cemento, cabillas, piedra y arena, ni dónde o cómo
conseguirlos, para una nueva tapa. Tampoco las venden. Multa. ¿Recomendaciones?
Búsquese una tapa. Hágala. De madera, zinc, de lo que pueda,
mantenga la fosa bien tapadita. Reporte al delegado del Poder Popular y diga que
no tiene los materiales de construcción. No será multado. ¡Ahh!,
y échele petróleo o aceite quemado (usado) de motor.
Sobre esas contradicciones respecto al uso de tan agresivos contaminantes
quisimos cuestionar a dos jefes de brigada de la campaña contra el
mosquito en la Habana del Este.
El joven Frank Suárez Abel, al saber que conversaba con un periodista
independiente, optó por callar. Teme que al hacerse pública su
opinión -sea cual fuere- pueda traerle consecuencias laborales de
despido.
Pero el otro joven, Juan Alberto Rodríguez Sánchez, también
jefe de brigada, vinculado al policlínico de Guanabo, respondió
las preguntas.
"Hemos detectado 16 focos del Aedes. Llegamos a casas donde nos
encontramos depósitos de agua destapados, agua de lluvia estancada, sin
tapa. Aguas limpias estancadas son las preferidas por este mosquito para poner
sus huevos. Hay gente que no ayuda. Hay que ponerles la multa educativa".
"Esos charcos en las calles, ¿qué hace el gobierno?",
inquirí.
"En reunión con directores del policlínico, del Poder
Popular, de empresas implicadas, se les explica la situación de roturas
de tuberías, huecos en las calles, microvertederos. Si no eliminan los
problemas son multados", respondió.
¿Echar petróleo o aceite quemado es orientación oficial?
"Sí, en fosas".
¿Conoce el Ministerio de Salud Pública, que regentea esta campaña,
que así se daña gravemente el subsuelo, el manto freático,
con sustancias químicas tan agresivas?
"Hasta ahí no puedo responder. Pero sí que si en una fosa
existe un foco de Aedes, también hay contaminación, no subterránea,
pero sí en el ambiente. Y sí para la población y sí
para los muchachos. El paludismo y el dengue, trasmitidos por este mosquito, son
enfermedades muy graves y hasta este momento no tenemos reportados casos de esas
epidemias".
¿Entonces, Alberto, ¿se continúa, o no se continúa,
empleando petróleo para combatir al mosquito?
No hubo respuesta definitiva. La pregunta aún vaga por el aire.
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