Promesas
van... promesas vienen
Juan Téllez Rodríguez
LAS TUNAS, junio - Nely Vera Fonseca, residente de la calle 9 #43 en el
poblado de Vázquez , provincia Las Tunas, tiene 51 años de edad,
es divorciada y madre de una menor de 14 años. Ella le explicó a
este reportero que trabajó 30 años en el correo de Vázquez
y se retiró por enfermedad hace 5 años. Me pagan 80 pesos al mes
-dice la mujer.
Nely y su hija atraviesan una terrible situación.
- El hambre, la miseria nos agobian. Los ochenta pesos, desvalorizados por
el peso del dólar estadounidense, no nos alcanza para vivir. No puedo
comprar ropa ni zapatos -se lamentó.
La mujer explica que su hija cursa el octavo grado de la enseñanza
secundaria básica y que cuando llega de la escuela no sale porque está
acomplejada con su vestimenta.
- Yo no puedo comprarle ropa a mi hija en las tiendas dolarizadas -agregó.
La casa donde reside esta familia fue construida en la década del 30
del siglo pasado. Se compone de sala, dos habitaciones, baño y cocina.
Las paredes son de tablas, el piso de cemento, y el techo de guano está
agujereado.
- Me siento totalmente desamparada. En varias oportunidades he recurrido a
los funcionarios del gobierno local y nada. Escribí una carta a La Habana
y del gobierno central me contestaron, entonces fue cuando me visitó un
tal Verdecia de aquí, del municipio, y él vio cómo se moja
lo poco que tenemos cuando llueve, pero nos seguimos mojando y las promesas van
y vienen, mientras veo cómo los jefes resuelven sus problemas de vivienda
y nosotras seguimos en las mismas.
Nely respira profundo y prosigue con su queja.
- El presidente del Consejo Popular de Vázquez, José Bauzá,
está construyéndose una casa nueva con todos los recursos y, sin
embargo, nosotras seguiremos expuestas a las inclemencias del tiempo.
La mujer revela que está enferma.
- Me operaron de un seno hace cinco años. Tengo cáncer.
Quisiera solucionar el problema de la vivienda para que mi hija tenga al menos dónde
guarecerse de la lluvia cuando yo desaparezca.
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