Para
retirarse tenía que haber perdido la otra pierna
Juan Téllez Rodríguez
LAS TUNAS, junio - Jorge Luis Rodríguez Gómez, residente del
Crucero del Yarey, en el poblado de Vázquez, es un joven de 28 años
de edad, casado, y padre de un niño de cinco meses, de una niña de
dos años y padrastro de otra de nueve años.
Rodríguez tuvo un accidente de trabajo: "El camión en el
que recogían semillas de yuca para sembrar en la unidad básica de
producción cooperativa (UBPC) "Israel Cruz" se volcó en
el lugar conocido como El Jardín de Chaparra, en la provincia Las Tunas,
y me astillé los huesos de la pierna derecha".
El hombre informó que en el hospital "Guillermo Domínguez",
en Puerto Padre, le amputaron el miembro inferior dañado, a la altura de
la mitad del muslo.
"He ido cinco veces a la Comisión Médica de Puerto Padre
para que me retiren pues quedé en muy mal estado físico después
del accidente de trabajo, pero Juan Carlos, un médico de esa comisión,
me dijo que yo estaba apto para trabajar y que para él poder retirarme
tenía que haber perdido, por lo menos, la otra pierna o uno de mis brazos",
explicó Rodríguez Gómez.
El joven dice que aún no tiene prótesis para su pierna
derecha. "Estoy apuntado en una lista en Las Tunas, para cuando me toque el
turno. La cola es larga. Estoy a la espera", agregó.
Rodríguez Gómez dijo que si él fuera un enfermo
recomendado por Hugo Chávez, por ejemplo, ya le hubieran puesto la prótesis
que necesita. "Pero como soy un simple obrero de la dictadura del
proletariado, sólo me queda cojear hasta que un día me toque el
turno y haya materiales para hacerme una pata de madera", precisó.
También explicó Rodríguez Gómez que le pagan el
80 por ciento de su salario, que era de 342.72 pesos.
"Los jefes no quieren que me retire, ellos dicen que después que
me den la prótesis me van a cambiar de plaza para que gane un salario
menor. El sindicato no ha hecho nada por mí, lo que demuestra que esa
entidad defiende a la administración, que es la representación del
Estado. Los voceros del gobierno dicen que en caso de accidente ningún
trabajador queda desamparado" dijo.
Rodríguez Gómez también expresó: "Ahora soy
un impedido físico para siempre y me están 'peloteando' para
retirarme. Recurrí al Partido Comunista de Puerto Padre para que me
dieran ayuda, no tengo ni leña para el fogón y el petróleo
no se consigue. No es fácil luchar con una sola pierna".
El mutilado dice que su casa es un bohío con piso de tierra que tiene
sala, una habitación, baño y cocina. "El techo es de guano.
Nuestra situación es terrible. El hambre nos agobia. Nadie se explica cómo
sobrevivimos", concluyó Rodríguez Gómez.
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