Manipulación
en el Caribe
Oscar Espinosa Chepe
LA HABANA, junio - El XI Seminario del Comité de Descolonización
de la Organización de las Naciones Unidas se celebró en La Habana
a fines de mayo. Como era de esperar, esta oportunidad fue utilizada por las
autoridades cubanas con fines propagandísticos. El socorrido tema de
Puerto Rico se usó particularmente por los controlados medios de difusión,
y hubo los consabidos actos públicos a fin de mostrar al régimen
de La Habana como "un fiel exponente" de las supuestas ansias de
libertad del pueblo borinqueño.
Para llevar a cabo la distorsión de la realidad se aprovechó
la actual lucha de los puertorriqueños porque la pequeña
isla-municipio de Vieques deje de ser un polígono de la armada
norteamericana, presentándola como un movimiento de inspiración
independentista, cuando verdaderamente es una acción convergente de la
mayoría de la sociedad sin distinciones políticas, religiosas o de
otra índole.
La información, como siempre, fue brindada a la opinión pública
cubana de forma parcial y tendenciosa, ocultándose que desde hace
bastante tiempo el destino de Puerto Rico se debate por sus ciudadanos en un
ambiente plural y a través de periódicas consultas populares
democráticas y con plenas garantías.
En esas consultas, los borinqueños han decidido por mayoría
proseguir en la condición de Estado Libre Asociado, según fue
aprobado inicialmente en el plebiscito del 3 de marzo de 1952. Además,
existen otras corrientes políticas, como la que aboga por la incorporación
a Estados Unidos, o el movimiento independentista con una rica y bella tradición,
forjada a partir de los intentos libertarios del dominio español, pero
que ha perdido mucho atractivo, según muestran los más recientes
resultados electorales.
Desde el punto de vista económico y social, la menor de las Antillas
Mayores ha obtenido significativos logros. Su Producto Interno Bruto per cápita
es uno de los más elevados de América Latina, muy superior al de
Cuba, y desde hace mucho tiempo la isla dejó de ser una simple
exportadora de azúcar sin refinar para transformarse en una
suministradora de productos químicos y maquinaria eléctrica y no
eléctrica de alta tecnología.
Hoy, llegar a sus costas y establecerse en su suelo constituye el anhelado
sueño de muchos habitantes de países vecinos, con la esperanza de
tener allí una vida más próspera y digna para ellos y sus
familias. Esto resulta una prueba concluyente de que la pequeña isla
posee un gran atractivo debido a sus triunfos.
Hay que agregar que dichos avances, como lo han reconocido incluso algunos
de sus detractores, no han mermado la identidad de ese pueblo que ha mantenido
sus tradiciones y cultura hispanas. Esto es ocultado a los cubanos con el propósito
de hacerles creer que Puerto Rico resulta una mera colonia norteamericana
sometida a los antojos de Washington.
Lamentablemente, algunos líderes independentistas se han prestado a
esta maniobra encaminada a distorsionar la situación real, como si la
libertad de un pueblo pudiera ser obtenida en contubernio con gobiernos
totalitarios que se la niegan a sus nacionales. Quizás esta actitud
explique, aunque sea parcialmente, la falta actual de apoyo popular al
movimiento independentista, ya que nadie puede tener credibilidad cuando al
mismo tiempo que reclama independencia para su pueblo, ayuda a pisotear la
libertad de otro.
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